“Esto es una urgencia”

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Problemas administrativos ponen en riesgo el tratamiento de un niño con discapacidad múltiple. Desde hace 8 años, Joaquín concurre al centro de día del Instituto Melodía. Este año no ha sido aún rematriculado para el 2013.

 

Todos los niños tienen derecho a recibir educación y la asistencia médica que requieran. De estos derechos gozó hasta ahora el hijo de Marcela Escauriza y Gerardo Rossi, hasta que un día, las autoridades del Instituto de Nivelación Melodía los llamaron y les informaron que la sala de centro de día a la que concurre su hijo Joaquín, el año próximo se cierra.

“Desconocemos el motivo real, a nosotros nos dijeron que tienen problemas administrativos”, dijo Marcela. Joaquín tiene discapacidades múltiples: motoras, cognitivas, visceral (tiene un solo riñón), por lo cual necesita determinados cuidados y terapias.

El niño concurre desde los 6 años al Instituto Melodía, ahora tiene 14: “Lo que notamos en estos años es una evolución muy linda! Joaquín se va de casa feliz y vuelve feliz”, aseguró su madre.

Joaquín no puede contar por sí mismo sus vivencias en Melodía, pero quien lo conoce “por sus miradas, sus reacciones, los movimientos de su cuerpo, puede advertir si le fue bien o no”. Asimismo, Marcela agregó: “Cuando no está bien, se enferma muy seguido”.

Joaquín va a esa institución porque fue la indicada por el neurólogo y el pediatra. Además de que allí recibe todas las terapias necesarias, “los profesionales lo vienen acompañando desde hace 8 años y esto es muy importante porque a una persona como Joaquín no se le puede cambiar de terapeutas, es muy importante que los afectos tengan continuidad”. También con el espacio se genera un vínculo, por lo cual tampoco es conveniente cambiarlo.

El niño concurre todo el año a esa institución, incluso en verano ya que va a la colonia con horario reducido. Si los problemas administrativos no pueden resolverse, en el mes de diciembre Joaquín ya no podría ir a la colonia.

“Todos los chicos tienen que desarrollarse y Joaquín también. Es natural que un niño salga unas horas de su casa, esté con otras personas, desarrolle otros vínculos. Es enriquecedor para su persona porque una persona con discapacidad también necesita enriquecerse con el otro”.

Antes de ingresar a Melodía, un equipo de voluntarios, que recibió un entrenamiento especial, trabajó con Joaquín en su hogar: “Lo prepararon magníficamente para entrar a Melodía porque con esa estimulación y el amor inmenso, Joaquín empezó a caminar, a mirar a los ojos, a hamacarse, pero hoy yo quiero luchar por la escuela de Joaquín que es su lugar, ahí él está bien”.

La familia Rossi inició una búsqueda inmensa, ayudados por redes sociales, amigos, familiares, aún así “no hay escuela para Joaquín porque camina o porque usa pañales o porque tiene 14 años. Muchos me dijeron ‘cuando tenga 18, lo esperamos’. Pero el problema es hoy, esto es una urgencia”, recalcó Marcela.

En 14 años, la familia de Joaquín ha tenido que enfrentarse con muchas situaciones complicadas, sin embargo nunca imaginaron que los iban a dejar “abandonados, porque no tenemos opción. No es justo que Joaquín tenga que quedarse en casa porque eso implicaría una involución”.

Sin lugar a dudas, lo que pide la familia Rossi es justo y su madre aclaró: “Hablamos por Joaquín porque él no puede hablar, estamos defendiendo a Joaquín que no puede defenderse por sí mismo”.

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