“Hay que correr el conflicto entre trabajadores”

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La CTEP, una herramienta de organización al servicio de los trabajadores excluidos. Con precisión y firmeza, la referente local de la CTEP, Milca, habló sobre los problemas que deben enfrentar en el actual momento político. Buscar acuerdos para conseguir condiciones dignas de trabajo. Negociaciones con el Municipio de Tigre. Asegura que el Movimiento Evita no será parte del entramado político de la gobernadora Vidal.

 

Ingresando a una fábrica de viviendas prearmadas, actualmente transformada en cooperativa, se accede a unas oficinas donde trabajan varios jóvenes. No son ellos los que llaman la atención, sino una imagen de la Virgen. Luego, un cuadro donde se destaca la figura de Perón; una imagen del Papa Francisco y otra de Evita. La mayoría son regalos que le hicieron a Milca, una joven dirigente del Movimiento Evita y de la CTEP.

“El Papa logró interpretar los conflictos de las mayorías que no están representados en la política”, dijo Milca, contando que estuvo invitada a los encuentros de juventudes realizados en Bolivia y Chile, pero no pudo asistir.

En una sala donde no se cierran las puertas, con los ruidos de la Av. Boulogne Sur Mer y la disposición a conversar extensamente, este medio se entrevistó con la dirigente que tiene el orgullo de formar parte de una estructura que “vio la necesidad de organizar a un nuevo sujeto social que, en algún momento, será el que genere el cambio real”. Ella sabe que es una utopía, que quizás no llegue a ver su concreción, pero día a día sale a luchar con alegría y convicción.

 

Política y espiritualidad

“Los que estamos más en el margen, que somos mayoría, nos venimos organizando. Entre nosotros, esa organización tiene una identidad: la CTEP, la representación de un sector excluido del sistema que tiene que inventarse el trabajo”.

Milca viene de ese sector: hizo sus estudios en el bachillerato popular El Telar, llevando a su pequeño hijo. “Yo organizaba la guardería comunitaria, hacía cosas en el centro de estudiantes sin saber que eso era militar”.

En un camino que no tuvo pausa, fue consolidando su conciencia de clase: “Algunos excluidos no asumen ser parte de la clase trabajadora, porque el sistema se ha encargado de ir borrando esa identidad y lo ubica en el lugar estigmatizado de ser un beneficiario de un plan social”.

Finalizada la década de los 90, miles de personas se encontraron con sus vidas destruidas y sin posibilidad de proyectos. Fueron surgiendo líderes sociales que advirtieron este desgaste psicológico y apareció la organización como forma de resurgimiento de las personas.

“Francisco supo interpretar todo esto y con el tiempo se fue dando la confluencia de sectores organizados, la política y lo espiritual”. Y, como ejemplo, Milca mencionó que participó en una misa que luego fue seguida por una mesa de discusión política. “Hay que organizarse, porque si no le damos pelea a un proyecto político como éste, nos termina comiendo”.

 

Buscar acuerdos

Vendedores ambulantes, cartoneros, artesanos, trapitos, todos son trabajadores unificados por un conflicto: la ocupación del espacio público.

“Hay conflicto con el Municipio, con las cámaras de comercio, con el comerciante que también es un trabajador. Hay que correr el conflicto entre trabajadores y es el Estado el que debe reconocer al sector de la economía popular y brindarle condiciones porque no es algo transitorio, es algo que vino para quedarse. El Estado debe ir generando condiciones para incluir a esas personas que no van a entrar a un empleo formal”.

Allí, entonces, está la CTEP, construyendo derechos para aquellos trabajadores que no tienen derechos. “No salimos sólo a conseguir planes, salimos a discutir el trabajo, a pelear por trabajo. Lo que hacemos es generar más alternativas para los compañeros que no tienen trabajo”.

Los pobres siempre supieron generarse trabajo, porque la inventiva popular es siempre sorprendente. Entonces, lo nuevo es la herramienta de organización: “Ante el conflicto, la CTEP está solidarizándose con el trabajador, ya sea atendiendo sus reclamos o buscando canales de acuerdo. Hay que ver con quién se puede hacer acuerdos: el Municipio, los comerciantes, los vecinos”.

En el Municipio de Tigre se ha logrado un acuerdo, iniciado con la creación de la Dirección de la Economía Popular. “Ahora estamos trabajando sobre convenios. El viernes 11 de mayo firmaríamos uno por las obras que tiene pendiente el Municipio, por el fortalecimiento de las unidades productivas, por políticas habitacionales ya que es inconcebible que un hijo nuestro viva al costado del arroyo con toda la contaminación”.

Este tendría que ser un acuerdo firmado por todos los sectores: basta de niños enfermos por causas absolutamente evitables.

Milca reconoció que hubo una apertura del Intendente Zamora y también admitió que “ningún municipio va a resolver el problema de empleabilidad”.

 

Exigencias y mentiras

Actualmente existe un salario social complementario que no incluye la seguridad social, si bien han dicho que “la van a incluir por etapas”.

Para acceder al salario se debe cumplir con una cantidad de horas de trabajo y otras de estudio. “Para nosotros es completamente perverso. Hay gente que está pisando los 60 y no quieren estudiar y, además, necesitan salir a buscar la changa a la tarde y ven como una pérdida de tiempo el estudio. El objetivo del gobierno es seguir resaltando una incapacidad que no tenemos, porque capacidad de trabajo, hay. Es mentira que van a egresar y van a tener un empleo, es una perversidad total”.

La perversidad aumenta cuando exigen que la gente estudie y, al mismo tiempo, cierran los programas e instituciones que podrían recibirlos.

“La CTEP logró reorganizar el FINES donde se incorporará a estas personas, pero la mayoría no quiere hacerlo”.

 

Conducta militante

Se dice que el Movimiento Evita está negociando con la gobernadora Vidal para formar parte de su plataforma para el 2019. Como militante del Evita, ¿qué podés decir? – “Cada vez que nosotros tomamos una iniciativa, sea acertada o no, nos salen a dar un golpe que claramente le pegue a la dirigencia. Y el Chino Navarro es uno de los compañeros que deja cuestiones abiertas para que la prensa salga a pegar. Es claramente una operación. Los militantes estamos acostumbrados a que se nos adjudique alguna traición. Nosotros seguimos un proyecto político; cuando los que nos representan, van tomando estrategias que nosotros consideramos que nos van dejando afuera, el Movimiento Evita sigue generando una alternativa política siempre con iniciativa. Las operaciones, lamentablemente, lo único que hacen, es seguir dividiendo. Esta es una operación mediática que debilita al campo popular”.

Milca es una militante popular que, reconociéndose un poco anarco, admite que el peronismo la encuadró. Luego se enamoró de la CTEP, que “plantea algo y avanza y está siempre vinculada a lo barrial”.

Hace ya años, Milca comenzó con un apoyo escolar y con él sigue, sumó las responsabilidades de la dirigencia social y política, es jefa de hogar y madre de un joven de 20 años. Como ella dice: “Si las representaciones políticas estuviesen en las personas comunes, en el trabajador, en la trabajadora, la perspectiva de la sociedad sería otra”.

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