“Somos pobres, no delincuentes”

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Vecinos de “El Ahorcado”, Rincón de Milberg, recibieron mejoras en su barrio luego de severos reclamos

Posterior a las fuertes lluvias de mediados de mayo, los vecinos del humilde barrio detrás de “El Ahorcado”, Rincón de Milberg, padecieron más de lo mismo cada vez que llueve o aparece una sudestada: inundación total del barrio. Esto imposibilita a casi 400 personas salir y entrar al barrio, llevar a sus hijos a la escuela o cumplir con tareas diarias; ocasiona, además, que el servicio de recolección de residuos a cargo de Transporte Olivos, no pase por el lugar ni tampoco el aguatero municipal ni las unidades bomberiles a proveer de agua potable, pues esa zona carece del servicio. A mal tiempo, imposibilidad de ingresar con unidades de gran porte como las señaladas.

Tras varios llamados de vecinos a la redacción de nuestro medio, acudimos al lugar y no hacía falta las palabras de las 30 personas que rodearon al autor de esta nota, todo estaba a la vista: mucho barro, casas inundadas, zanjas tapadas de basura y un predio frente al barrio que todos los días cambia su paisaje por el abandono de basura y barros extraídos de zanjeos en otros puntos de la localidad. En síntesis, un lugar indigno para vivir.

Una joven madre, de nombre Pamela dijo: “Nosotros necesitamos un mejorado para que la gente pueda salir caminando de sus casas, para que pueda ingresar el aguatero o los bomberos porque acá no hay servicio de agua potable. Llueve un día y los camiones se encajan, por eso ya no entran”. El lugar es precisamente en calle Irala y Carmen de Areco, detrás del barrio El Ahorcado, con una densidad poblacional de 400 personas aproximadamente.

La escasa iluminación es otro factor de necesidad para los pobladores, más ahora cuando a las 18 horas el sol se oculta hasta el día siguiente. “Nosotros pusimos los postes y el municipio los faroles”, recordaron los vecinos, pero solo se hizo en unos 40 o 50 metros, y restan otros 200 metros.

Según los relatos, los reclamos habrían sido sucesivos en la delegación municipal. “Hemos hablado con el delegado diciéndole que vea personalmente cómo vive la gente acá. Hay chicos discapacitados y la ambulancia no puede venir a socorrerlos por el mal estado de la calle. El aguatero, cuando viene, provee de agua a quienes puede, depende cómo esté la calle frente a las casas”, relató un joven de nombre Ramón.

“El otro día le pregunté al delegado por qué no nos mejoran la calle y me dijo que se quedaron sin presupuesto (ya en el mes de mayo?), que se pasaron de lo que tenían que asfaltar. En la calle Ecuador hicieron el mejorado, se rompió y lo arreglaron, en la calle Andalucía hicieron lo mismo, se rompió y la volvieron a hacer, o sea, se gasta para reparar trabajos mal hechos y acá no se hace nada”, expresaron los vecinos con un poco de fastidio.

Frente al pequeño y carenciado barrio se encuentra un predio de una manzana donde se está depositando basura y desechos de limpieza de zanjeo en otras zonas. “Acá vienen y tiran todo, hemos pedido algunas veces si no podían rellenar nuestros terrenos y nos quieren cobrar por esa misma tierra que allí tiran”, dijo Natalia, una joven mamá con su bebé en brazo. Pamela, otra joven, recordó: “Otro problema es que al predio viene gente y hace cosas que no tienen que hacer, y acá hay chicos pequeños y si agarran a uno, nadie los ve. Somos pobres, no delincuentes”. “Acá no hay recolección de basura, la gente la tira donde puede y la quema. Al delegado le pedimos un volquete en la esquina pero dicen que no hay más volquetes en el municipio”. En fin, un barrio desamparado a la buena de Dios.

 

Pedro Heyde, subsecretario de Servicios Municipales de Tigre acudió rápidamente al lugar

Notificado por este medio, el funcionario municipal se acercó al lugar al día siguiente junto al Delegado de Rincón y otros dos funcionarios. Recorrió el lugar y se comprometió a poner manos a la obra a la brevedad a través de la delegación y llevar adelante las siguiente tareas: retiro de barro de la calle, zanjeo, reparación de entubados que pasa por debajo de Carmen de Areco, poda de árboles, reparación de luminarias y extensión, limpieza del predio de una manzana frente al barrio y relleno con piedra sobre la calle en unos 30 días cuando reciban el producto. Parte de esas tareas comenzaron al día siguiente.

Esperamos, para la próxima edición, dar mejores noticias relacionadas con este barrio.

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