“Estamos ante un reto global”

La pesadilla del cambio climático. El ecologista Leonardo Boff visitó Buenos Aires en ocasión de la jornada organizada por 350.org. Con expresiones precisas y directas, Boff advirtió sobre el peligro de un colapso mundial si no se cambian rápidamente ciertas conductas rapiñeras, propias del capitalismo.

 

El conocido militante ecologista Leonardo Boff visitó Buenos Aires en mayo pasado y participó, junto a Adolfo Pérez Esquivel, de la jornada organizada por 350.org, cuyo tema fue Crisis social y crisis ambiental. Los desafíos de América Latina.

Hace décadas que Leonardo Boff viene bregando por el necesario cuidado de la Madre Tierra; ha escrito muchos libros sobre el tema, ha dado cientos de conferencias y, se sabe, ha transmitido esta información al Papa Francisco, quien posteriormente dio a luz la encíclica Laudato Si, hoy considerada un documento importante para actuar en defensa del planeta.

Boff inició su disertación asegurando que “estamos en una especie de vuelo ciego, no sabemos hacia dónde vamos. Si seguimos así, no podremos asegurar un futuro para la Madre Tierra”.

Hablando del calentamiento global, especificó que el término técnico es fenómenos alternativos: “Esto demuestra que la Tierra ha perdido su equilibrio. Por un lado, sequías inmensas; por el otro, inundaciones; aquí, nieve a más no poder; allá, olas de calor insoportable. Los eventos extremos son indicación de que la Tierra está enferma”. Para que se entienda, Boff expresó que el calentamiento es como una fiebre y la fiebre, en sí misma, no es una enfermedad, sino un indicio de que el organismo está enfermo y que, por lo tanto, necesita cuidado. Impregnado de su anterior prédica teológica, subrayó que la vida es más apreciable que la muerte, por eso está seguro de que daremos un salto vital.

“Anoche tuve un sueño / que nadie merecía / ¿Cuánto de pesadilla / quedará todavía?”.

 

Los cambios necesarios

“Yo soñé un agujero / bajo tierra y oscuro / y espero que mi sueño / no sea mi futuro”.

Dada la gravedad de la crisis ambiental, muchas mujeres y hombres están reclamando, a la humanidad toda, medidas para superar esta situación. “Estamos ante un reto global que nunca antes la humanidad ha tenido y puede significar vida o muerte de nuestra civilización. Hay que tener la valentía para buscar alternativas”.

Entre sus propuestas, Boff estableció 4 categorías, consideradas por él fundamentales:

1) Cuidados: “Si no hubiera un cuidado infinito de las madres a sus hijos, estos morirían en unas pocas horas en sus cunas. Todos somos hijos e hijas del cuidado. Todo lo que amamos, lo cuidamos y todo lo que cuidamos, lo amamos. Hoy necesitamos cuidar a todos los seres de la Tierra. Debemos cuidar la Tierra para las generaciones futuras. La esencia de todos los seres vivos es el cuidado”.

2) Co-responsabilidad colectiva: “Sin la Naturaleza no podemos vivir, por eso debemos reconocer las consecuencias de nuestras acciones. Debemos actuar de tal manera que las consecuencias de nuestras acciones sean buenas para la totalidad”.

3) Compasión: “Sentir en uno el dolor del otro. Vivimos en un mundo cruel, sin piedad, por eso se necesita compasión. Hay 8 personas en el mundo que tienen más renta que 3.6 mil millones de personas, esto es un escándalo, es no tener compasión, es ser cruel con los semejantes”.

4) Hacer una alianza de amistad con la Tierra: “Hasta ahora el hombre estableció una relación de dominación con la Tierra, esto nos llevó a la crisis ecológica que estamos viviendo. Ahora tenemos que establecer una relación de respeto con la Tierra, respetando sus límites, dándole tiempo para rehacer todos los bienes y servicios que nos presta”.

En relación a este último punto, Boff precisó que “si decimos Tierra como suelo, entonces podemos comprarla y venderla, pero si decimos Tierra como Madre, cambia todo”.

 

El imperativo ético

Haciendo mención de estudios científicos, Boff aseguró que “vivimos una situación dramática porque el sistema Tierra está amenazado y los datos científicos se acumulan cada vez más”. Esta amenaza no viene del cielo, está provocada por el accionar irresponsable del ser humano, por esto Boff denunció a los políticos que se niegan a reconocer la crisis ambiental: “El nuestro es un discurso antisistema porque daña la acumulación”, por esto advirtió que los representantes del sistema capitalista hacen trampa, diciendo que la crisis ambiental es mentira. Sin embargo, la ONU posee un documento en el cual los científicos más relevantes del momento confirman que, de los 15 elementos fundamentales sin los cuales la vida no puede reproducirse, 12 de ellos están en alto grado de erosión. “Si la humanidad no tiene estrategias rápidas y colectivas para enfrentar este problema, podremos conocer un colapso de la vida. Entonces, la situación es grave, por eso siento que es un imperativo ético hablar sobre esto”.

En 2016 se celebró la Cumbre del Clima de París, llegándose a un acuerdo global para bajar las emisiones de gases de efecto invernadero y por lo tanto la temperatura terrestre, aunque “este acuerdo no es vinculante, por eso Trump está tan libre”. Boff aseguró que “con Trump se abrió la boca del infierno” y que este presidente estadounidense no sólo es una amenaza para su propio país, sino para toda la humanidad.

Por esto el gran reto es plantarse ante la cultura del capital que “es absolutamente materialista, de acumulación de objetos materiales, enteramente individualista y productora de dos tipos de injusticias, por un lado la desigualdad social, que es tremenda; y por otro, la ecológica, destruyendo los ecosistemas y poniendo en riesgo la capacidad de reproducción de los bienes y servicios que nos da nuestra Madre Tierra”.

Las palabras de este hombre canoso y de mirada tierna que nos advierte que estamos caminando sobre un filo mortal, nos recuerdan unos versos: “Si pienso que fui hecho / para soñar el sol / y para decir cosas / que despierten amor / ¿Cómo es posible, entonces, / que duerma entre saltos / de angustia y horror?”, que traducidos llanamente, están diciendo que el proceso industrialista de consumo y acumulación ha transformado a la Madre Tierra en un matadero; el poeta también dice: “En mi sábana blanca / vertieron hollín / han echado basura / en mi verde jardín / si capturo al culpable / de tanto desastre / lo va a lamentar”.

Deja una respuesta