Con la convicción de poder cambiar el mundo

Centenares de personas se reunieron en el planetario convocados por la Marcha Ciudadana contra el Cambio Climático. Organizaciones sociales y vecinos de variados lugares acudieron al llamado.

 

El domingo 21 de septiembre, el mundo marchó con la consigna “Energías limpias 100%” para aminorar el cambio climático. Buenos Aires no permaneció ajena a esta convocatoria internacional, organizada por AVAAZ, la organización civil más grande del mundo.

El encuentro se concretó en el planetario. Allí durante todo el día, organizaciones ambientalistas estuvieron dando charlas y talleres sobre temas tan diversos como huerta orgánica, reciclado de residuos, megaminería, energías limpias y más. Cientas fueron las personas que se acercaron al lugar por el evento en sí; muchos más fueron los paseantes que, por curiosidad, preguntaban, se asesoraban y terminaban haciendo carteles con un corazón verde, única insignia del evento.

Vecinos por la Ecología, una agrupación de Núñez y Saavedra, dio una charla sobre la importancia de cultivar árboles nativos. Hugo Campos, su coordinador, nos contó que, desde 2004, gestionan, junto a Árboles sin Fronteras, el arboletum. “Está en el Parque Sarmiento. Es un ecosistema educativo donde, a partir de la recreación de la flora nativa de esta zona, se aprende por qué es necesario cultivar y cuidar los árboles nativos”.

Otra de sus actividades es la siembra de árboles nativos en las veredas. “Hace un tiempo me llamó una señora porque quería plantar un árbol en la puerta del colegio a donde va su hija, le pregunté por el colegio y para mi sorpresa ese había sido mi primario”. El 6 de octubre se procedió a plantar un curupí y un ceibo “que es nuestra flor nacional, por eso sería muy bueno que todas las escuelas de esta región tengan un ceibo en su patio”. Desde este periódico apoyamos la idea.

La experiencia de Hugo en esta actividad lo lleva a concluir que es generadora de lazos sociales. “Plantando árboles en la vereda de un vecino, se acercó una señora que también quería tener uno, yo le veía cara conocida. Resultó ser mi maestra de 3° grado. Así nos vamos reencontrando, cada vecino que planta un árbol se queda con una ficha, entonces, cuando alguien le pregunta, se va transformando en difusor y además la gente se va conociendo y así se aleja el fantasma de la inseguridad”.

Hugo se presenta como licenciado en gestión ambiental y observador de pájaros, por lo cual aprovechó para invitar a las actividades que hará el Club de Observadores de Aves Taguató durante octubre, mes en que se celebra en todo el mundo el festival de las aves. Para informarse coataguato.blogspot.com.ar.

El joven Gastón (18), integrante de la misma asociación, está cursando el último año del secundario y se hace el tiempo para dar charlas sobre educación ambiental y flora y fauna autóctonas en colegios de Capital y Gran Buenos Aires. “Hice varios cursos de gestión ambiental y no entraba en ningún proyecto por tener 16 años. La única forma de hacer algo era por mi cuenta, así cree Jóvenes Autóctonos y empezamos a dar charlas por los colegios. Mis profesores me ayudaron mucho”.

Los activistas de Generando Conciencia también desplegaron sus propuestas. Javier Rodríguez, un ingeniero en informática y estudioso de los sistemas económicos, explicó: “Nosotros abogamos por una economía basada en recursos. Si usamos inteligentemente los recursos y la tecnología que ya tenemos, es posible proveer a la población de una calidad de vida mejor que la actual”.

Javier sostuvo que “la mayoría de los movimientos intentan poner parches dentro del sistema económico actual y siempre se ven impedidos por la necesidad de crecer constantemente, lo que plantean los sistemas de crédito”. La propuesta tradicional la conocemos: para que no haya desestabilización social hay que mantener el empleo, por lo tanto hay que producir más para vender más y esto con la sobreexplotación de los recursos naturales, pero “este sistema no contempla la contaminación ambiental ni la escasez de recursos, por lo cual es muy improbable que se resuelvan los problemas ambientales si no se cambia la estructura socio-económica completa”.

Con un aporte para la vida cotidiana, el Brote Urbano se hizo presente. “Nuestro objetivo es producir alimentos donde la gente cree que no se puede: balcones, jardines, terrazas, fondos de casas, cualquier rinconcito puede ser productivo”, dijo Liliana Pérez. Explicó que los integrantes del Brote comenzaron produciendo para sí mismos y, actualmente, con un cúmulo de conocimientos importantes, se iniciaron en los talleres. “Transferimos este conocimiento y buscamos despertar conciencia sobre lo que consumimos”.

Con un trabajo que conjuga ecología y derechos humanos, Conciencia Solidaria difundió sus objetivos. “Comenzamos haciendo campañas contra la megaminería y luego nos diversificamos en múltiples reclamos”, sostuvo Mariela Silvestein, presidenta de la asociación. Llevan adelante, entre otras, las campañas Basta Ya!, No al Fracking, Conciencia Qom. El 3° jueves de cada mes realizan un ciclo de charlas socioambientales, con proyecciones y catering vegetariano, pues “otro daño muy grande que se le hace al planeta es a través de la matanza de animales. No sólo por el sufrimiento animal, sino también por los efectos ecológicos que el consumo de carne provoca”. Para mayor información www.concienciasolidaria.org.ar.

Ciudadanos que no forman parte de ninguna asociación también compartieron sus conocimientos. Tal el caso de Gabriel, un licenciado en química a quien siempre le interesaron las problemáticas ambientales. Se lo escuchó decir: “Hay mucho lobby de las multinacionales para continuar con los combustibles fósiles, en contra de las energías renovables. Han encajonado por años todos los desarrollos de energías alternativas porque no les dan rédito. Pero ahora hay que pensar en las generaciones futuras. El petróleo prácticamente está acabado; en el año 73 se verificó el pico de producción y a partir de ahí decayó y ahora estamos a punto de entrar en lo que se llama crash oil, es decir la desaparición de toda reserva conocida de petróleo, aún con el shail oil, tendremos 100 años con toda la furia. No habrá más petróleo y eso será un cataclismo. Hay que pasar a las energías renovables que no tienen tanta densidad de energía, por lo tanto necesariamente tiene que haber un cambio en la sociedad de consumo, porque hay cosas que ya no se podrán hacer”.

Gabriel recordó que el sol es un reactor de fusión nuclear y por lo tanto “podríamos aprovechar eso. Kenia tiene proyectado, para el 2016, generar el 50% de su energía a partir del sol. Nosotros, en Argentina, podríamos hacerlo; en Bahía Blanca hay grupos que están midiendo la potencia lumínica durante el año para ver dónde emplazar centrales solares de energía eléctrica”. Justamente entre el 1° y el 3 de este mes, se realizó en Bahía Blanca el 1° Congreso de Energías Sustentables.

Mucho entusiasmo, confraternidad, debates; adultos, niños; ciclistas, caminantes; un payaso que buscó al mundo que está extraviado; un corazón verde que unió a todos los asistentes y una certeza: un mundo mejor es posible.

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