Rumbo a la COP 28: Todavía es posible un mundo con aire limpio y empleos verdes

Antonio Guterres encabezó la Cumbre sobre la Ambición Climática, antesala de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Guterres insistió en que es necesario acelerar la transición hacia un mundo sin combustibles fósiles.

La mitad de la población mundial vive en zonas de peligro, donde hay 15 veces más probabilidades de morir por impactos ocasionados por el clima. Éste y otros tantos motivos llevaron a los activistas ambientales a manifestarse, junto a representantes de pueblos indígenas, por las calles de Nueva York el 20 de septiembre pasado, con una consigna básica: abandonar el uso de los combustibles fósiles, causantes del efecto invernadero y, por lo tanto, del aumento de la temperatura.

Ese mismo día, en la sede de Naciones Unidas, Antonio Guterres, su secretario general, abrió la Cumbre sobre la Ambición Climática en la cual participaron países ricos y empobrecidos y estuvieron ausentes USA, Reino Unido y China, los mayores emisores de gases de efecto invernadero. Guterres pidió un “pacto de solidaridad climática”, ya que el despilfarro de los países del norte lo pagan los países más pobres que están sufriendo inundaciones, sequías, hambrunas y desplazamientos de millones de personas, causados por eventos climáticos extremos. Sin medias vueltas, señaló: “La era del calentamiento global ha terminado, ha llegado la era de la ebullición global.

El aire es irrespirable, el calor es insoportable y el nivel de ganancias que se obtiene de los combustibles fósiles es inaceptable”. El gas, petróleo y carbón siguen representando el 75% de las emisiones mundiales de efecto invernadero.

Aunque la situación es angustiante, Guterres aclaró que aún se puede “construir un mundo de aire limpio, empleos verdes y energía limpia asequible para todos”. Y para que esto se logre, impulsa la Agenda de Aceleración de la Acción Climática que establece tareas para este mismo año para evitar que se crucen umbrales peligrosos.

Esta Agenda plantea: acelerar la descarbonización del transporte marítimo y de aviación y de las industrias del acero, cemento, aluminio y la agricultura industrial; presentar planes de transición energética para 2035 en los países desarrollados y para 2040 en el resto del mundo. Esto implica no financiar más nuevas explotaciones de gas, carbón o petróleo; adelantar el objetivo de cero neto a 2040 para los países desarrollados.

A fines de diciembre se celebrará la COP 28 en Dubai, donde se reunirán 190 países que deberán hacer un balance de los compromisos adquiridos en 2015 en el Acuerdo de París, en el cual se estableció, fundamentalmente, limitar hacia fines del siglo el aumento de la temperatura a 1,5°C en relación al promedio de la era pre-industrial.

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, la diferencia entre 1,5°C y 2°C es: la muerte del 70% o el 99% de los arrecifes de coral; el doble de probabilidades de que los insectos -polinizadores vitales- pierdan la mitad de su hábitat; un metro más de aumento del nivel del mar; 6 millones o 16 millones de afectados por el aumento del nivel del mar.

La ciencia advierte que se debe actuar rápidamente para mantener un planeta habitable. Antonio Guterres no advierte, sentencia: “La humanidad ha abierto las puertas del infierno”.

Por Mónica Carinchi

Deja una respuesta