Un nuevo libro del historiador Roberto Carleo. Lo que queda del antiguo esplendor de San Fernando ha sido condensado en el último libro de Carleo. Además de servir a los guías de turismo, el autor intenta despertar la conciencia de los vecinos, que pasan, indiferentes, al lado de una casa histórica.

        Con una gran concurrencia, el viernes 22 de noviembre, en el Museo de la Ciudad de San Fernando, se presentó el libro Un posible recorrido por mi pueblo, de Roberto Carleo, asesor histórico de la Secretaría de Educación, Cultura y Contención Social del Municipio de San Fernando.

        El autor, atajándose a posibles críticas, señaló que es “un” recorrido; desde luego, podrían hacerse otros, pero él trabajó fundamentalmente con aquello que queda en pie, pues a los turistas no se les puede decir “aquí hubo”, hay que decirles “acá está”. En definitiva, Carleo menciona las casas que aún existen.

        San Fernando llegó a tener 190 palacetes, de los cuales conserva sólo un tercio. En el tiempo en que se estaba haciendo el libro, demolieron el matadero Tellería; por suerte, aún se conserva la casa del matadero Damnotti. ¿Hasta cuándo?

        Este libro abre un necesario debate: ¿por qué se demuelen las propiedades históricas? Para Carleo, la razón está en que los descendientes, apenas heredan, “al otro día van y venden todo, no sólo se conforman con vender la casa, sino que ahora, con esto de las ferias americanas, se venden los muebles, la vajilla, la ropa”. Indudablemente ésta es “una” aceptable respuesta, pero, cuando de patrimonio histórico se trata, debe haber reglamentaciones precisas que resguarden aquello que hace a la identidad de un pueblo. Seguramente quienes hoy venden, mañana viajan a Europa para ver los viejos palacios, pero también los funcionarios públicos y los arquitectos viajan para admirar el patrimonio del viejo continente. ¿Habrá algún profesional y/o funcionario que se nieguen a firmar un acta de demolición? Que levanten la mano.

        En la presentación, el intendente Luis Andreotti reavivó una polémica entre sanfernandinos y sanisidrenses: dijo que San Isidro es también un lugar de origen proletario, porque los que han hecho todas las localidades son inmigrantes italianos y españoles. A esto, Carleo agregó que “en San Isidro, algunas familias destacadas se quedaron afincadas, como los Anchorena o los Vernet; pero en San Fernando, las familias de alcurnia se fueron a la Capital Federal. La señora de Rosetti, que tiene 92 años, lo sintetiza muy bien cuando dice que en un tiempo, los sanfernandinos dejaron sus grandes casas para irse a Belgrano o Núñez, pero el sueño eterno lo vienen a dormir acá porque la bóveda les quedó en San Fernando”.

        La realización del libro le permitió descubrir a Carleo “después de 20 años, el casco de la quinta Castro, que está en Cordero y Perón”. También logró determinar que en el bajo de San Fernando había un cementerio que “aunque no se pudo identificar con exactitud, permitió establecer que en lugar de 4 cementerios, hubo 5”. Este hallazgo condujo al historiador a  reafirmar: “La historia no es algo estático”.

        Dado que en el libro no se menciona al Canal, se le consultó y la respuesta fue contundente: “El Canal merece una descripción aparte. Pero no quedaron testimonios, porque las casas de las familias tradicionales se vendieron todas. Parece que allí hubo palacios, pero ya no están. Queda la aduana, que el Municipio debería preservar. Al lado hay dos depósitos y una casa que fue modificada, pero todavía se puede leer ‘casa importadora de mimbre’. Es una lástima que no haya quedado la antigua estación fluvial”. Aún así prometió el libro sobre el Canal de San Fernando y, además, uno sobre las escuelas de islas y otro sobre la escuela conocida por los sanfernandinos como “el rancho”, que, en 2014, cumplirá 100 años.

        Esa noche se repartió el libro entre los asistentes y, una semana después, se obsequió a los mejores promedios de las escuelas primarias y secundarias; también fueron enviados libros a las islas. Se espera una próxima edición para entregar a los guías de turismo.