Boris sigue nadando

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        Sorpresivamente, el sábado 23 de junio, la gerencia del Tigre Boat Club comunicaba a sus asociados a través del correo electrónico, el fallecimiento de Boris “El Tano” Lanfranconi, un amigo de todos los concurrentes a esta institución sita en Paseo Victorica, ciudad de Tigre. Un hombre que pese a su larga vida (entre 80 y 90 años, pues siempre negó blanquear su edad), era un deportista de entrenamiento diario y coqueto como pocos.

        Su deporte favorito era la natación. Aseguraba que “nadar alarga la vida”, y parece que hay algo de cierto. En su primera competencia en 1998 obtuvo el primer puesto, desde entonces, no se cansaba de ganar torneos. Nadaba en pileta 3 mil metros por día de lunes a viernes y los sábados y domingos, hacía remo; nadaba también en aguas abiertas.

        Su aprendizaje a nadar fue a los 6 años en su ciudad natal, Génova; a los 16, compitió y ganó por 50 metros, pero “fue la única vez”, porque inmediatamente se dedicó a trabajar y no tuvo tiempo para el deporte.

        En los últimos 15 años descubrió que la natación era su deporte. Formaba parte de un equipo que se llama Marea Roja, “surgió desde que yo gané mi primera carrera en Baradero. El mayorcito del equipo tiene unos 35 años, después vengo yo con 80”, contaba entre sonrisas en una entrevista realizada por Actualidad hace un tiempo atrás. “A mí no me molesta la diferencia de edad, ando muy bien con los jóvenes” y nos ponía al tanto de que, a los 72 años, hizo el curso de salvavidas y “nadaba a la par de los muchachos que tenían 20 o 25”.

        Como todo deportista, hacía una vida sana, nunca fumó, gozó de excelente salud, comía “un poco de todo”, se mantenía en peso y era probablemente envidiado por muchos hombres porque no tenía esa pancita masculina que empieza a despuntar después de los 30.

        Su otra faceta deportiva era el remo, tal es así que en su etapa juvenil se había medido con un grande: Alberto Demiddi. “La última vez que competí fue en 1963. Corrí en Río Santiago, en un cuatro, en esa competencia estaba Demiddi. Nosotros llegamos segundos por media tela”, recordaba Boris, de porte semejante a su contrincante de aquella época.

        El “Tano” vivió como quiso; hace 2 meses atrás, socios y amigos del TBC le festejaron su cumpleaños 80 y tantos, aunque nunca dijo cuántos cumplía. Sus relatos y anécdotas formarán parte del club, después de 51 años como socio. Le quedaron dos proyectos en carpeta: cruzar el Canal de La Mancha y bajar por el Paraná, desde Asunción, Paraguay.

        El jueves 27 al mediodía, una parte de sus cenizas fueron arrojadas al río Luján desde la rampa del club; el resto será en las islas del Delta. De esta forma, Boris sigue nadando…

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