A 25 años de la muerte de uno de los más destacados autores de la literatura del siglo XX, el municipio de Tigre inauguró un laberinto en el Paseo de los Remeros para rendirle tributo y de esa manera, abrir una puerta más al mundo artístico y cultural.

“El jardín de senderos que se bifurcan”, es la frase que se puede leer en la placa de mármol sostenida por un podio de acero con líneas semejantes al de la obra, que anuncia que uno está en el laberinto de Borges, inaugurado por el municipio de Tigre en conmemoración al 25º aniversario del fallecimiento de la leyenda literaria, ocurrido en Ginebra el 14 de junio de 1986.

El laberinto comprende la representación de la naturaleza humana, una proyección del miedo del hombre a perderse, pero al mismo tiempo, una imagen de esperanza, pues cada laberinto tiene un plano y una lógica: perderse para encontrar finalmente una salida.

Más de 4.000 arbustos buxus de hasta 50 cm. de diámetro que allí se encuentran, dibujan el nombre completo de Borges, como reflejado en espejo, símbolo emblemático para el autor. Además, la obra se ha construido con una dimensión de más de 3.500 metros cuadrados, es un gran rectángulo cuyas medidas son de 50 por 70 metros, con la forma de un libro abierto.

Quienes lo visiten, tendrán dos opciones para recorrer los senderos de piedras blancas: un trayecto corto de aproximadamente 500 metros y otro más de 1,5 km. Una vez en él, se podrán descubrir los símbolos del bastón, el número 86, las iniciales MK (en mención a María Kodama) y las del gran escritor.

“Esta obra simboliza la recuperación de un espacio público junto a la concreción de un proyecto de la Fundación Borges en Tigre y la satisfacción de rendirle un homenaje a 25 años de su muerte”, dijo el intendente de Tigre, Sergio Massa, quien encabezó la inauguración, “tiene que ver con un cuento de Borges, que refleja un laberinto en dos hojas de libro, en un espacio de 3.500 m2 dentro de un ámbito recuperado con bicisendas, paseos, esculturas, la zona de remo, espacios de agua, para que la gente disfrute al aire libre, haciendo un tributo a la cultura, y que acá en Tigre Borges tenga su espacio de reconocimiento. El laberinto para los grandes es un símbolo de la vida, y para los chicos es la posibilidad de aprender jugando”.

En tanto, María Kodama, quien presenció la inauguración del nuevo laberinto en homenaje a su esposo, expresó: “tengo una gran emoción y mucha alegría que el intendente Massa haya adoptado esta idea del laberinto, porque con Borges veníamos bastante al Tigre, porque le encantaba el agua, y ha escrito páginas sobre esta “Venecia salvaje” como él la llamaba. El laberinto para Borges – basado en su cuento “El jardín de senderos que se bifurcan” – simboliza la vida de todos y de cada uno y la posibilidad de elegir con libertad en cada momento”.

En junio pasado, María Kodama participó del tributo que brindó el municipio a Borges durante una semana y junto al intendente de Tigre, Sergio Massa, realizaron una recorrida por el Museo de Arte de la ciudad y luego por el Museo de la Reconquista, donde llevaron a cabo la plantación de un árbol de cerezo, el cual siempre tuvo un gran valor para el reconocido autor.

Durante el evento, dos artistas de Tigre interpretaron “la Milonga Jacinto Chiclana” de Borges y Piazzolla; y además, se llevó a cabo una mesa redonda formada por licenciados especializados en la obra y trayectoria de la leyenda literaria.

Además, durante la semana, se presentó la obra teatral “Borges y Perón” en la prestigiosa sala del teatro Niní Marshall, interpretada por los flamantes actores, Víctor Laplace y Jean Pierre Noher, y se realizaron exposiciones de fotos, objetos y textos de Borges, mesas redondas que debatieron sus obras, ciclos de cine en los que se proyectaron películas guionadas por el autor y lectura de trabajos de los Talleres Municipales de escritura, abordando de esa manera un gran tributo al prestigioso escritor, que ya tiene su propio laberinto en Tigre y promete convertirse en uno de los emblemas culturales más importantes y una visita imperdible para quienes pasen por él.

Eduardo Taboada, director general de Espacios Verdes, detalló “Massa me convocó y me contó la idea de ejecutar la obra del laberinto; calculamos que entre 40 y 50 días sería factible de inaugurar, y pudimos concretarlo. Es un orgullo haber podido realizar esta obra, por su contenido cultural y su simbolismo. Los buxus se eligieron para evitar la sensación de claustrofobia, y además se podarán de forma especial”.