El bioinformático e investigador asistente de CONICET Rodrigo Quiroga se refirió a la situación del coronavirus. “Muchos hospitales privados están en el 90% de ocupación”, describió.
Según sus proyecciones y considerando que se mantenga la tendencia actual. ¿Cuántos fallecidos por coronavirus tendría Argentina a terminar el año?
Rodrigo Quiroga: “Es difícil prever eso. Pero considerando que las tendencias se mantienen como ahora, tendríamos 30 mil fallecidos para principios de noviembre, y 35 o 40 mil para fin de año. No se puede predecir porque todo puede cambiar. En general, los países reaccionaron cuando tuvieron muchas muertes y tomaron medidas para revertir esas tendencias. Yo quiero y espero que acá pase lo mismo”.
Argentina venía muy bien en términos comparativos (en contagios y muertes). ¿Eso cambió?
“Venía bien pero el problema es que siempre tuvimos crecimiento de casos desde mediados de abril. La cuarentena de marzo permitió bajar el nivel de casos excepto en Ciudad de Buenos Aires. Lo que pasó es que luego, el virus pasó de CABA al Gran Buenos Aires, y después se desparramó por todo el país. Ahora, vemos que las provincias tienen problemas para controlar los brotes, porque ahora se da la particularidad de que aumenta la circulación y la interacción entre las personas. Está generando un aumento de casos en el interior del país. En un momento, eran el 5% de los casos diarios, y ahora están en el 35%. Sabemos que en el AMBA hay un cierto amesetamiento de los casos”.
En relación a AMBA. Se hablaba de que el sistema sanitario no iba a aguantar los casos de julio, después agosto, y ahora vemos que en septiembre sigue relativamente bajo el nivel de utilización de las unidades con terapia intensiva. ¿Qué pasó?
“Pasó que fue muy importante la multiplicación de la cantidad de camas con respirador. En CABA y GBA. Si no se hubiesen agregado camas, CABA hubiera colapsado a mediados de julio y GBA, a fines de julio. Provincia de Buenos Aires duplicó la cantidad de camas. Esa inversión no fue similar en todo el país, lo que hace que veamos situaciones de colapso en muchas provincias: Jujuy, Río Negro, La Rioja, Mendoza, Salta. A veces la complicación no es en el sistema de toda la provincia, sino que se da por ciudades o regiones. El tema es que no es sencillo trasladar a un paciente de una ciudad a otra cuando se complica su estado”.
¿Cree que el sistema médico del AMBA soporta la actual evolución de contagios? Me refiero a las camas de terapia intensiva, no a la situación estresante que viven los trabajadores.
“Si los casos vuelven a subir es posible que termine colapsando, a pesar de las camas que se agregaron. Hay que ver cómo impacta todas las flexibilizaciones que se dan en CABA”.
¿Qué pasa en CABA? ¿Están aumentando los casos o, cómo dice el gobierno de Larreta, hay un amesetamiento?
“Los contagios estuvieron estable durante mucho tiempo. En los últimos 10, aparentemente, volvieron a subir. Se dio una subida constante. Hay que ver esta semana. Los contagios dependen de las interacciones sociales de los ciudadanos. El mensaje que baja el gobierno al hablar de meseta y abrir bares, es que no es grave la situación. Eso genera un efecto de disminución de los cuidados personales. Por eso, creo que van a aumentar los casos”.
¿Cuál es el porcentaje de camas ocupadas en CABA?
“Se mantiene estable pero hay que decir que en el sistema privado está cerca del 90% en muchos hospitales. En los públicos pasa lo mismo, hay hospitales con mayor estrés que otros. Además, está la situación del agotamiento de los médicos. Ya hubo casos de que hubo que trasladar a pacientes desde camas comunes a camas de terapia y no había en el hospital, y como no se pudo trasladar a otra institución terminaron falleciendo”.
Por Enrique de la Calle | Foto: Daniela Amdan
Agencia Paco Urondo
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