Un año atrás, el virus de la gripe A H1N1 era detectado por primera vez en el hemisferio norte. Hasta ahora nadie podía explicar por qué la Argentina tenía una de las más altas tasas de mortalidad por caso en el planeta. Ahora, hay una explicación.
Investigadores del Instituto Malbrán, en Buenos Aires, y de la Universidad de Columbia, en los EE.UU., llegaron a una conclusión, publicada en la revista especializado Plos One: la severidad de los casos del virus de gripe A H1N1 se debió a una co-infección con la bacteria del neumococo, que no fue detectada en otros países. En 2009 hubo 626 muertos por Gripe A en la Argentina.
“En otras epidemias, como en 1918, hubo situaciones similares, y nos pusimos a analizar muestras de pacientes para detectar no sólo al virus de la gripe sino a otros 33 patógenos”, dijo a Clarín el argentino Gustavo Palacios, que investiga en la Facultad de Medicina de la universidad estadounidense.
Los 11 investigadores (como Elsa Baumeister, Daniel Cisterna, y Ana Bussetti, entre otros) hicieron el estudio de 199 muestras de hisopados que se tomaron entre junio y julio de 2009. Les preocupaba la tasa de mortalidad que tenía la gripe pandémica en el país: para el 17 de julio ya se habían notificado 3.056 casos y 137 muertes. “La tasa de mortalidad por caso era de 4,5% en la Argentina, cuando en el resto del mundo no superaba el 0,8 %”, comentó Palacios.
Al principio, los científicos pensaron en la posibilidad de que la cepa del virus de la gripe que circulaba en la Argentina hubiera sufrido algún tipo de mutación. Analizaron el genoma, pero la hipótesis fue descartada. La otra posibilidad fue la detección de otros gérmenes que pudieran estar agravando la situación de los pacientes.
Tras el análisis, descubrieron que el 55 % de los 39 pacientes severos con el virus de la gripe, que habían necesitado la ayuda de un respirador artificial o habían muerto, habían padecido también la infección con la bacteria del neumococo. En los 160 pacientes leves estudiados, el 20 % estaba afectado también por el neumococo. “El por qué de estas co-infecciones en el país aún no está claro. Se deberían hacer otros estudios”, resaltó.
En tanto, Eduardo Giugno, director de la carrera de médico especialista en Neumonología de Medicina de la UBA y jefe de servicio de Clínica Médica del Hospital Cetrángolo, quien no participó en el estudio, coincidió: “Tuvimos muchos pacientes con gripe A H1N1 y alguna co-infección efectivamente”. Aunque advirtió: “No creo que sea la única variable para explicar la alta tasa de mortalidad en julio del 2009”.
El hallazgo de los investigadores del Malbrán y de la Universidad de Columbia sirvió para dar un llamado de atención a los médicos: “Es necesario – recalcó Palacios – que se aplique la vacuna contra la bacteria del neumococo en quienes tienen riesgo de complicaciones por la gripe. También los médicos deberían hacer el testeo del virus de la gripe y de otros gérmenes para dar a tiempo los antivirales y los antibióticos que correspondan”.
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