Una sanción para ocultar la verdad

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El dedito de los que cerraron escuelas y dijeron que los pobres no van a la universidad. Tratar hechos aislados y demonizar a los trabajadores es la técnica de los medios de desinformación al servicio de la derecha reaccionaria. El Secretario de Formación de Suteba Tigre, Alfredo Cáceres, dialogó con este medio sobre el caso ocurrido en La Matanza, incorporando el contexto político-social imprescindible para comprender la respuesta de la docente.

        Quienes hayan visto La Historia Oficial recordarán al estudiante Horacio Costa que desafía a su profesora de Historia, la elegante Alicia Marnet. Como en la ficción, en las aulas reales los adolescentes despliegan su rebeldía, propia de la edad. Claro que hay rebeldías constructivas y otras que son meras trampas: perder tiempo, incomodar al docente, patotearlo y “cuando hay una trabajadora agotada que no tiene filtros ni reservas metodológicas para discernir que está discutiendo con un estudiante, entonces puede pasar que la quiebren y ellos manejen la situación”, expresó Alfredo Cáceres, Secretario de Formación de Suteba Tigre, aludiendo al caso de la docente del colegio de La Matanza que se hizo famosa por un mal intencionado video.

        “Vi a una compañera muy desgastada por el sistema”, continuó Cáceres, “que explotó y no es ni la primera ni la última. Cualquiera de nosotros ha tenido que gritar fuerte a esos estudiantes que no paran de jorobar, que molestan a un compañero, que se ensañan con el más débil. Claro, en este caso el grito tiene carácter de corrección”.

        En cambio, los gritos de la docente son presentados por los medios de desinformación como “un tono de imposición que es lo que quiere vender la derecha reaccionaria y así salen a golpear a la docencia en general, planteando que en el conurbano estamos llenos de locos y por lo tanto se necesitan acciones”.

        ¿Y cuál es la acción del gobierno nacional y popular? El sumario. “El actual gobierno se hace eco de la campaña de Cambiemos contra la docencia, cuando ellos hicieron mierda la educación pública. Vidal cerró escuelas, persiguió docentes. Por esto ahora se fue a la Capital porque acá ya no puede poner más su carita de buena”.

        Los que levantan el dedito acusador contra la trabajadora de la educación, consideran que los estudiantes son unos pobrecitos que deben ser contenidos. Filmar un video subrepticiamente, ¿no es, como mínimo, criticable? Hacer público un hecho ocurrido en el aula, sin solicitar permiso a la docente, ¿no es reprochable? ¿No será conveniente preguntarse cómo se comportan los estudiantes en otras materias?

        Los 4 años macristas fueron de persecución, el destrato de la era Vidal todavía se está sintiendo. Entonces, como dijo Cáceres, “el gobierno está capitulando ante la derecha reaccionaria porque la docente trataba de explicar algo que piensan muchos millones de argentinos y que un sector de la sociedad no quiere escuchar, ese sector que se vio favorecido por el macrismo”.

        La docente intentaba desarmar el infame argumento que la derecha inoculó en un sector de la población: porque es empresario, no va a robar; porque tiene ojitos celestes, es bueno.

        Volviendo a La Historia Oficial, Alicia Marnet llegaba al aula muy distendida, porque su vida reposaba en su marido que tenía amigos tan influyentes que además de hacerle ganar plata de manera no santa, hasta le regalaron una bebé, hija de una joven desaparecida.

Castigo por decir la verdad

        El nivel de desgaste de los trabajadores de la educación no es tema de campaña. Sin embargo, sería conveniente que los funcionarios recuerden que se está volviendo a las aulas después de un año de dar clases de manera virtual, para lo cual nadie estaba preparado; se está volviendo con el peso de compañeros, familiares y amigos, muertos; se está volviendo con temor a contagiarse. “Es necesario detectar el nivel de desgaste que tiene el personal docente porque estoy seguro que esta compañera no es una excepción”, sostuvo el dirigente de Suteba.

        Iniciar un sumario es una reacción de manual que demuestra la escasa creatividad de inspectoras y funcionarias de la educación que responden más como macristas que como agentes de un gobierno nacional y popular. ¿Quedarán aún macristas en cargos decisorios?

        “Iniciar un sumario es un error, es necesario otro tipo de intervención, un acompañamiento profesional y de su obra social a la cual seguro que aporta un montón de plata y le da mucho menos de lo que realmente necesita”, señaló Cáceres quien agregó que “es importante nombrar a IOMA porque es el momento en que debe facilitar que la compañera se recupere y reflexione sobre la base de que, quizás, cometió un error que es ponerse a la altura de una discusión que no era educativa para esos sujetos”.

        La docente en cuestión sufrió un desborde como muchos otros docentes (y como muchos argentinos y argentinas), pero los medios la toman para burlarse y presentarla como un problema de la docencia de la provincia de Buenos Aires, distrayendo a la opinión pública de temas realmente graves como el atentado político sufrido por Miguel Arias.

        Cáceres recordó que Vidal “quiso desconocer al Suteba, el sindicato más representativo de la docencia de la provincia de Buenos Aires. Tuvo su personería suspendida y otorgada siempre de manera provisoria. Vidal quería presentar a todos los sindicalistas como mafiosos y corruptos”.

        Los millones de argentinos que votaron a Axel Kicilof en la provincia de Buenos Aires y a Fernández-Kirchner en la nación acuerdan con el argumento de la docente y saben que los sectores empobrecidos repiten el discurso macrista machacado miles de veces por los medios adoctrinadores de la derecha.

        “Nosotros no venimos de la política” dicen los macristas, mentira como todo lo que sale de sus bocas y, encima, ahora el candidato del peluquín “levanta la apuesta y dice que toda la política es una mierda. Este discurso es como decir ‘que vuelvan los militares’. Ahora los militares están hechos pelota y no son una opción, pero que no lo sea no significa que Macri no haya utilizado la gendarmería, la prefectura para disciplinar, golpear, acallar, perseguir, desorganizar a la clase laburante. Desorganizarla, buscaron destruir los sindicatos y presentar a los empresarios como señores honestos, claro, viven del trabajo ajeno, pero eso no lo dicen. El discurso de Cambiemos es que los laburantes y sus organizaciones son mafias. Y esta idea la expresan en todo, la expresa también Vidal cuando dice que los sectores medios y altos pueden fumar porro en Palermo porque para ellos es relajación, distención; en cambio, el pobre, el villero, el que vive en condiciones humildes, si fuma porro, tiene problemas con el narcotráfico”.

        Este discurso es necesario desarmarlo y eso pretendía hacer la docente sancionada por inspectoras que, quizás, tengan hijos que van a Palermo.

        En las aulas se debate sobre muchos temas: política, sexualidad, religión, género. Todos temas urticantes para la derecha reaccionaria. ¿Qué tendrán que hacer los docentes de ahora en más? A muchos les gustaría que sigan el consejo que le dio a Alicia Marnet su propio esposo: “No pienses”.

        Durante el menemismo, hablar de la dictadura militar y sus consecuencias era muy complicado porque el discurso de los dos demonios había permeado en algunos sectores sociales. Pero el trabajo de los organismos de derechos humanos y miles de ciudadanos argentinos hicieron que Memoria, Verdad y Justicia fuese más poderoso, por eso “cuando Macri quiso sacar el feriado del 24 de marzo, no pudo; cuando quiso aplicar el 2×1 para los genocidas y así liberarlos, tampoco pudo. Esta experiencia social es la que se debe rescatar porque es la manera de colocar a ese sector reaccionario, en el único lugar que tiene: una minoría social parasitaria, que es la clase más corrupta y entreguista, es la que menos defiende al país porque los intereses nacionales no les importan”.

        La clase trabajadora argentina se bancó 4 años de macrismo y finalmente logró sacarlos del gobierno a través de los votos, porque los trabajadores juegan limpio y defienden con pasión sus ideas, por esto “el aula de la docente de La Matanza fue el reflejo de las tensiones políticas y sociales del momento, entonces la Dirección de Escuelas debería anular el sumario a la compañera”, sostuvo Alfredo Cáceres.

        Para los trabajadores de la educación que soportan el acoso de la derecha reaccionaria y sus serviles medios de desinformación, estas palabras de Althusser: “Pido disculpas a los docentes que, en condiciones terribles, intentan enfrentar a la ideología, al sistema y a las prácticas en que éste los encierra, con las armas que pueden encontrar en la historia y en el saber que enseñan. En cierta medida son héroes”.

Por Mónica Carinchi

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