Bellezas naturales y simpatía

, Sociales

El turismo es una de las actividades más importantes del país. Convocada especialmente por el INPROTUR, nuestra vecina Laura Rojo Bily, Lic. en Turismo, dio capacitaciones sobre nuestro país en Turquía y Azerbaiján.

 

En junio de 2010, por decreto N° 919/2010, fue creado el Ministerio de Turismo de la Nación, debido a “la trascendencia que el turismo representa como sector de desarrollo alternativo de la actividad económica, permitiendo la generación de empleo, de divisas y la reconversión de las economías regionales”.

El titular de este Ministerio, Enrique Meyer, preside el organismo dedicado a la promoción de nuestro país en el exterior, el Instituto Nacional de Promoción Turística, INPROTUR.

En el mes de febrero, cumpliendo con su misión de buscar nuevos mercados interesados en Argentina, el INPROTUR participó por primera vez en la Exposición Internacional de Viajes y Turismo del Este del Mediterráneo, realizada todos los años en Estambul, Turquía. Hasta allí llegó, como parte de la comitiva oficial, nuestra vecina Laura Rojo Bily, Lic. en Turismo, especialmente convocada para dar una capacitación sobre Argentina a empresarios y periodistas especializados en el tema.

 

Para conocer Argentina

Funcionarios, empresarios y periodistas concurrieron a la capacitación de Laura, que, por supuesto, fue en inglés.

La exposición se basó en la campaña “Argentina late con vos” y en los sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por Unesco. “Se hace hincapié en la enorme diversidad de Argentina. Los lugares naturales son para ellos muy atractivos, poder ver pingüinos y ballenas o el imponente glaciar Perito Moreno, les hizo decir ‘guau’”.

“Al comenzar la presentación, pregunté con qué asociaban a Argentina. Salvo unos pocos que dijeron tango y Buenos Aires, la asociación viene por el fútbol, todos conocen a Messi”. Por suerte, allí estaba Laura para transmitir las maravillas de nuestro país, mucho más perdurables que un jugador de fútbol.

 

En bici por Estambul

Atrapada por el dinamismo propio de una ciudad cosmopolita, Laura describió a Estambul como “fascinante, uno va caminando y se encuentra con judíos, con musulmanes que se detienen a la hora de la oración y se ponen a rezar. Hay mujeres musulmanas que van con pañuelos, otras que se cubren completamente y sólo se le ven los ojos. También hay gente vestida de manera occidental. Estambul es un crisol de razas”.

Para conocer la ciudad, utilizó su medio de transporte predilecto: la bicicleta. Pedaleó tanto por la parte europea de Estambul como por la asiática, pasando por los dos puentes que atraviesan el estrecho del Bósforo. Se detuvo en la basílica de Santa Sofía y luego se cruzó a la mezquita Azul, la más grande de la ciudad; luego visitó el palacio Topkapi. Como no podía ser de otra manera, estuvo regateando en el famoso Gran Bazar, porque “si uno no regatea, se ofenden”.

Le llamó la atención la cantidad de pizzerías, aunque ella aprovechó para comer los típicos brochetes de carne y verduras.

 

Aprovechando el viaje

Desmembrada la Unión Soviética, resurgieron países casi desconocidos para nosotros. Uno de ellos es Azerbaiján, al cual también fue la comitiva de INPROTUR. “Azerbaiján está sobre el mar Caspio, al norte de Irán, al este de Armenia y al sur de Georgia. Viven del petróleo y del gas, con lo cual hay mucho dinero, pero aún así hay una brecha muy grande entre los que tienen mucho y el resto que es la mayoría”.

Este país, que tiene unos 10 millones de habitantes, “abrió hace poco más de un año una embajada aquí, es decir que están interesados en generar lazos con nosotros, por lo tanto nos invitaron y esto sirvió para promocionarnos como destino turístico”, explicó Laura.

También Azerbaiján es un crisol de razas, “hay turcos, ucranianos, armenios, pero la principal etnia es la azerí”. Esta diversidad se ve en los rasgos de sus habitantes, en sus vestimentas y lenguajes.

“Es un pequeño país al que le quieren dar una impronta moderna. En Bakú – su capital – tienen un par de avenidas que nuestra Alvear es un poroto, todas las grandes marcas están ahí, pero son lugares reservados para los magnates. Alejándose de allí, se ve a la gente vestida de manera común y corriente, porque el salario promedio es de 500 dólares por mes”.

Otra excentricidad de estos nuevos ricos es que “están haciendo unas torres vidriadas que son como llamas porque el símbolo del país es una llama dado que Azerbaiján significa ‘tierra del fuego’”. Es así que los minaretes de las tradicionales mezquitas tienen como fondo las torres de vidrio.

“Hay mucha construcción actual de estilo afrancesado. Pero también hay construcciones de la época comunista que, por estar en lugares inmobiliarios estratégicos, están demoliendo”.

La herencia rusa le dejó al pueblo la tranquilidad de poseer sus casas, “todo el mundo tiene vivienda, pero muchos que vivían en esos edificios de ubicaciones espectaculares, fueron trasladados a zonas más alejadas y los edificios, demolidos”.

Otro legado de la URSS: “Artísticamente tienen un gusto muy refinado. Tienen el primer ballet de la región y una filarmónica muy reconocida”. Además de tener petróleo, gas, hierro y cobre, también producen “el famoso caviar negro y están queriendo retomar la actividad vitivinícola”.

 

Bellezas y simpatía

La experta nos puso al tanto de que “el turismo del exterior creció exponencialmente. Las cifras son clarísimas, es una de las actividades más importante del país”.

Si bien cada persona viaja por algo distinto, “actualmente, la gente busca experiencias memorables, eso que uno dice ‘quisiera que todos mis amigos vivan algo igual’. El énfasis está puesto en la experiencia porque es algo participativo y esto es la gran diferencia con el turismo de unos años atrás que era bastante pasivo. Hoy a la gente ya no le alcanza con sacar una foto, necesita subir una montaña, caminar por el glaciar”.

Obviamente, por la multiplicidad y belleza de paisajes “Argentina tiene muchísimo para esto y, si hay todavía alguna falla, lo suple nuestra simpatía y cordialidad”.

Deja una respuesta