Atreverse a aplicar las leyes

Cada vez más abogados se especializan en derecho ambiental. El Instituto de Derecho Ambiental del Colegio de Abogados de San Isidro incorporó a sus actividades a profesionales de otras especialidades, reconociendo la característica interdisciplinaria del derecho ambiental. En todo el país fueron creciendo las sanciones como las denuncias. Empresas multinacionales, así como barrios privados incumplen normas ambientales, arrojando al arroyo El Claro residuos peligrosos y aguas grises sin tratar.

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        A medida que el arrasamiento de la naturaleza por parte de las corporaciones económicas va en aumento, los ciudadanos y ciudadanas se involucran más, se movilizan y exigen el cumplimiento de las leyes.

        Es así que el derecho ambiental va teniendo más especialistas, por esto las actividades académicas que realiza el Instituto de Derecho Ambiental del Colegio de Abogados de San Isidro atraen a gran cantidad de profesionales. A esto debemos agregar las innovaciones realizadas por su actual director, el abogado Hernán Asensio Fernández.

        “Implementamos la participación de abogados matriculados en otros colegios y también abogados que ni siquiera están matriculados en la provincia de Buenos Aires. Incluso, como el derecho ambiental es por definición interdisciplinario, tenemos miembros colaboradores como ingenieros ambientales, agrónomos, licenciados en ciencias ambientales”, comentó el director del Instituto. Aceptan, además, estudiantes del último año de la carrera de Derecho que están interesados en especializarse en derecho ambiental.

Es necesario más compromiso

        Si bien la ciudadanía tiene la sensación de que el derecho ambiental es endeble, Hernán Asensio aseguró que “nuestro cuerpo normativo es buenísimo”, pero que “muchos jueces no se animan a aplicarlo”.

        Como la presión social es cada vez mayor, “en los últimos años los jueces se sentaron a leer un poquito y están haciendo más lugar a estas causas, incluso incorporan el principio precautorio donde hay que tomar decisiones rápidamente porque hay que cuidar el ambiente antes de que lo destruyan”.

        Hay fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que señalan el camino a seguir, como el conocido fallo Majul contra el barrio privado Amarras de Gualeguaychú, donde se implementó el Principio In Dubio Pro Natura (si hay dudas, se debe preservar el ambiente) y el In Dubio Pro Agua (se deben preservar los cursos de agua y ecosistemas conexos), además de ordenar el desmantelamiento del barrio privado.

        Con esta jurisprudencia “los jueces de a poquito están metiendo más compromiso”, destacó el entrevistado.

        Entre las normas protectoras del ambiente se encuentra el art. 41 de la Constitución Nacional, la Ley General del Ambiente 25.675 y muchas más que permiten que los ciudadanos denuncien todas aquellas actividades que atentan contra el ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano.

        El letrado destacó que las futuras generaciones, educadas en el cuidado del ambiente, estarán más atentas no sólo en su protección, sino también en su derecho a denunciar a las empresas, personas o funcionarios que atenten contra la madre tierra.

Los pícaros de siempre

        En diciembre del 2018, la onege Hogar Todos Juntos inició una causa por contaminación del arroyo El Claro, patrocinada por miembros del Instituto de Derecho Ambiental del Colegio de Abogados de San Isidro, entre ellos Hernán Asensio Fernández.

        “Empezamos a investigar contaminación industrial porque encontramos residuos peligrosos en el arroyo. Hicimos un muestreo del curso inferior, desde la ruta 9 hasta la desembocadura en el río Luján. Conseguimos el laboratorio que hizo todo el muestreo y se pudo determinar que el arroyo esta explotado de residuos industriales”, especificó Asensio.

        A través de tomas de vuelcos de algunas industrias pudieron determinar que “Ford y SKF estaban volcando residuos peligrosos”. Encontraron cromo y plomo.

        Ahora están esperando que citen a indagatoria a los responsables de las empresas. El vuelco de residuos peligrosos es un delito con penas de 3 a 10 años.

        “También determinamos que un montón de barrios privados tiran directamente sus aguas negras al río sin ningún tipo de tratamiento”.

        Más allá de las multas o, incluso, años de prisión que les puedan dar a los responsables de las empresas y barrios cerrados, lo fundamental es que instalen sistemas de tratamiento de efluentes que, según Asensio, ya tienen, pero no usan. “El tratamiento de los efluentes tiene un costo porque deben tener personal para eso, comprar sustancias específicas, usar energía y todo eso redunda en un costo. Entonces les sale más barato tirar todo al río”.

        Los barrios privados se publicitan como paraísos naturales y las empresas multinacionales intentan hacer creer que están comprometidas con el cuidado del ambiente, sin embargo “los alemanes son alemanes en Alemania porque acá los agarramos volcando fuera de los parámetros. Y los estadounidenses también, son estadounidenses en Estados Unidos, porque acá no les importa nada”.

        Si bien no existen sanciones internacionales, porque “la responsabilidad es personal, a la casa central de Ford no le gustaría que se determine que, en Argentina, está ocurriendo esto”. En la actualidad, la información vuela por las redes, en consecuencia, se enterarán.

        Hernán Asensio reconoció que toda industria tiene impacto sobre la naturaleza, por lo tanto, se debe lograr que se cumpla con las leyes. “Hay normas que autorizan a volcar un porcentaje de residuos peligrosos porque estiman que la naturaleza puede remediarlo”.

        Asimismo se debería tener presente que existen sistemas de tratamiento con un alto grado de eficacia, usados en los países del norte. Por otro lado, está llegando el momento de replantear si se puede seguir produciendo tanta mercancía inútil que está conduciendo el planeta al colapso.

        El aislamiento obligatorio demostró que, en nuestro país, es posible recomponer los ecosistemas, ya que, por ejemplo “la contaminación en el arroyo Claro bajó muchísimo porque dejaron de funcionar las fábricas”. Aún así, Asensio anticipó: “No queda mucho tiempo”.

Por Mónica Carinchi

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