Diez años para amarnos

Empezó garabateando palabras. Después de una experiencia con un blog, Javier Guirín se lanzó a escribir su primera novela, que será presentada en mayo. Nacido en la tercera sección del Delta, llegó a Tigre con 18 años para hacer la colimba. Ahora, nostálgico, asegura que no le gustaría volver a la isla porque “mucha gente ya no está”.

 

        Cada vez más, la gente habla, se expresa, se comunica. Para que esto suceda, son necesarios espacios de socialización: la escuela, el club, el trabajo. A estos lugares de existencia real, actualmente hay que agregarles el espacio virtual; sí, el ciberespacio ofrece múltiples posibilidades – según dicen las encuestas – para expresarse, conocer amigos y encontrar, también, el gran amor.

        Algo de esta experiencia transitó Javier Guirín cuando, en 2007, abrió un blog y empezó a escribir: “Me podía desahogar, era mi terapia. Escribía todo lo que se me venía a la cabeza”.

        ¿De qué escribía Javier? Del amor o, mejor dicho, del desamor. Y como éste es un tema siempre atractivo, fue recibiendo visitas y muchos empezaron a animarlo: “Escribí un libro, dale”.

        Y así fue que, a finales del 2012, Javier publicó Diez años para amarnos. “Me inspiré mucho en mi propia vida, pero no es autobiográfico”, aclaró el autor, que estuvo durante un año y medio dándole a las teclas de la computadora.

        Javier volcó en el libro algo de su propia experiencia de vida: “Al separarse, uno se encuentra solo, hablo de la soledad de no tener a los hijos. Traté de transmitir este dolor. Hoy en día lo que más abunda son las separaciones, divorcios, los hijos que quedan en el medio. Sobre todo esto habla el libro”. Con un poco de realidad y un poco de fantasía, inventó una historia que trata de “dos personas que tienen que elegir entre el amor de sus hijos o el amor de pareja”.

        Para que sus lectores se sientan cerca de sus personajes, eligió un narrador en primera persona y para que nadie lo acuse de machista, adoptó el punto de vista de cada protagonista, quienes van contando la historia alternativamente. Los personajes, separados por miles de kilómetros, se conocen por Internet y… si quiere saber algo más, tendrá que leer el libro.

        La presentación de Diez años para amarnos será en mayo, pero fervientes lectoras ya se han comunicado con Javier vía Factbook y Twitter. Aunque muchas ya le están pidiendo otro libro, por ahora a Javier le cuesta encontrar otra historia; aún así, está amasando “algo” con una amiga y esta vez tendría como escenario el delta del Paraná.

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