En línea recta al arte abstracto

, Cultura

Carolina Cerverizzo instaló casa y taller en Nordelta. Con planos y líneas, su pintura propone temas tan inquietantes como el lejano cosmos, las micropartículas o la espiritualidad.

 

Atraída por la naturaleza, por la posibilidad de ver el horizonte a lo lejos y sentir el ruido del agua, Carolina Cerverizzo se mudó a Tigre. “Siempre me gustó el Tigre, me encanta el agua”. Fue así que, impulsada por una de sus hijas, decidió diseñar su propia casa, ya que, antes de que surgiera su pasión por la pintura, pensaba ser arquitecta: “Quería seguir arquitectura, pero al terminar el secundario fui a Europa, visité muchos museos, me maravillé tanto que volví y me metí en Bellas Artes, pensando que iba a estar un año para ver qué pasaba, pero seguí…”. Hizo toda la carrera, comenzó a exponer en 1978 y en junio de este año hizo su última muestra en el exterior.

 

Entre líneas y planos

Carolina Cerverizzo hace arte no figurativo, específicamente geométrico: “Primero hice abstracciones a partir de algo objetivo y después trabajé totalmente con planos, líneas y color”, o sea los elementos propios de la plástica.

En la primera etapa de su obra, se focalizó mucho en la luz, “intentaba que apareciera luz de la oscuridad, como Rembrand; buscaba imágenes poco definidas”.

Como elementos inspiradores, en una época la apasionó el cosmos y así surgieron Syrtis major, Eclosión, Irradiación 26; “en otro momento me atrapó la física y las partículas pequeñísimas” y ejemplo de ello son Quark o y+3- . “Uno siempre se nutre de algo que lo inquieta”.

“Toda mi obra es abstracta, pero, a pesar de eso, siempre puede tener una conexión con algo, aunque hay que esforzarse un poco para pescarlo”, comentó, entre risas, Carolina.

En sus cuadros encontramos grandes superficies lisas y líneas que disparan múltiples posibilidades de interpretación: “Lo interesante del arte es que se presenta algo que para uno tiene un significado y a otra persona la remite a otras cosas. Es interesante escuchar lo que captó el otro, de esa manera se enriquece el planteo con el aporte de quienes se ponen en comunicación con la obra”. Y es justamente la palabra “comunicación” la que surge reiteradamente en la charla: “Uno como artista quiere transmitir algo, esos mundos escondidos que uno tiene, que a veces ni uno mismo sabe muy bien qué es, pero siente y necesita expresarlo y que otros puedan recibirlo”.

Trabajada en perfectísimas líneas rectas, su obra va generando la ilusión de interpenetración, dispersión o concentración: “Al principio trabajaba con planos lisos hechos a pincel, pero después le agarré la mano al soplete, que permite lograr esfumados, planos que se penetran, una buena terminación. Es una técnica bastante trabajosa, por eso mis obras me llevan mucho tiempo”.

Actualmente, Carolina se vio convocada por el tema de la fe, de Dios: “La abstracción siempre remitió a las épocas en que el hombre se acercaba más a Dios porque se aleja de lo material para transitar algo más espiritual. A través de los colores se transmite más lo espiritual porque la obra queda exenta de anécdota”. Y como el tema de Dios lleva a la creación de mundos, la artista dijo: “El arte es maravilloso porque remite a muchos mundos. El artista es un creador de mundos. Nos enfrascamos en nuestras cosas y después necesitamos mostrarlo a todos”.

Para ver los últimos mundos creados por Carolina Cerverizzo habrá que esperar a su próxima muestra en Rubbers, en agosto de 2012.

Deja una respuesta