El maestro y sus discípulos

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Darío Rico, coentrenador de la Selección Nacional de Taekwondo, gentilmente nos recibió en el gimnasio De La Costa Gym y nos presentó a sus alumnos Carlos Castro, a los hermanos Lucila de Oliveira Leme y Cristian, luego de participar en el Torneo Nacional de la provincia de Santa Fe.

“Me convencieron para participar”, Darío Rico

Darío Rico, coentrenador de la Selección Nacional de Taekwondo, aseguró a este medio haber estado  “retirado de la actividad por 2 años, sufrí una operación de meñisco. Mi última participación fue en el Nacional del 2007, en donde logré el primer puesto. Aproveché este retiro, obligado por lesión, para estudiar Recursos Humanos en la Universidad, me recibí al término de 9 meses”.

Cuando Rico entrenaba a sus alumnos para el Nacional de Santa Fe, “ellos me incentivaron para volver al ruedo, además el 5 de diciembre en Tucumán se hará el selectivo para el Mundial de Bielorrusia en el 2010 y aspiro a participar”, recordó.

En el Nacional de Santa Fe, a Rico le “sucedió algo raro, en 38 años de competencia nunca sufrí una lesión, me desgarré el izquiotibial de la pierna izquierda, me confié demasiado y debí abandonar mi participación individual. También integraba junto a Carlos Castro y Víctor Morales, la lucha por equipo, no podía dejarlos afuera de la competencia, me vendé y salí a competir. Eliminamos a Tucumán, a Rosario y perdimos la final con Santiago del Estero”.

De esta manera, el segundo puesto fue de ellos. “Algo muy meritorio por cómo se dieron los hechos”, aclaró Rico, “los veteranos estamos orgullosos de nuestra participación, el equipo rindió al máximo. Cuando estaba entrenando a los veteranos, la ATF me hizo una propuesta que me sorprendió y me llenó de orgullo, ser coentrenador de la Selección Nacional, cuyo entrenador es Jorge Pintos. Es un cargo ad honoren, yo me encargo de la parte psicológica, volcar mi experiencia como entrenador”.

Como Intendente del Hospital provincial de Gral. Pacheco, los integrantes de la Selección pueden hacer el chequeo médico. “Estamos esperanzados de hacer un buen papel en el mes de mayo en Bielorrusia. Conmigo colaboran mis hijos Federico y Matías, además mi nieto Iván, hijo de Matías, heredó la pasión por el Taekwondo con apenas 3 años”, esbozó Rico.

Lo que no te mata, te fortalece

Carlos Castro también participó del Torneo Nacional de Taekwondo en Santa Fe; alrededor de 852 competidores de todo el país demostraron sus técnicas y destrezas.

Carlos comentó que desde el año 2005 al 2008, fue campeón nacional en forma consecutiva, por eso se quedó con un poco de bronca por el segundo puesto.

Este representante de Tigre, de 40 años, distribuye su tiempo entre la pasión del Taekwondo, las clases de profesor de Educación Física en la escuela primaria con los chicos de 4º, 5º y 6º grado y como instructor de los cadetes de la Policía Federal. Los lunes, miércoles y viernes entrena con Darío Rico y los martes, viernes y sábados en la preparación física, Marcelo Maluf es su entrenador.

Cuando los chicos de la escuela primaria se enteran que practica este arte marcial, le piden tomar clases. Todos creen que es un deporte violento, pero es 50% disciplina, entrenamiento y 50% emocional y control mental.

A los chicos que en su casa son revoltosos, los padres los traen para que descarguen sus energías y con el tiempo van mejorando su conducta. En lo deportivo, se viene en noviembre el Panamericano de Puerto Rico y en diciembre el Selectivo de Tucumán para el Mundial de Bielorrusia. “Ojalá logre clasificar, sería mi primer Mundial”, anheló Carlos y subrayó “para viajar necesitamos que aparezcan sponsors”.

“No veo la hora de volver”, expresó Oliveira Leme

Cristian de Oliveira Leme en su primer torneo ITF, perdió en su primera pelea. Fue un comienzo parejo, pero “a medida que pasaban los minutos me faltaba el aire, fue un error salir a combatir con neumonía. Fue una experiencia enriquecedora este primer Torneo Nacional en el que participé. Si lo físico y la técnica no se complementan, es difícil ganar sólo por la técnica. Ahora debo tener reposo absoluto para recuperarme. En septiembre habrá una nueva competencia pero es muy difícil que llegue, para el 5 de diciembre espero estar en plenitud y me permita competir”.

Hace 8 años que Oliveira Leme practica Taekwondo. “Creo que con Darío Rico como entrenador he evolucionado y puedo competir a nivel Nacional e Internacional”, afirmó sin dudarlo.

El toque femenino

Para lo último dejamos a la más linda del grupo, Lucila de Oliveira Lema, la representante de Rincón de Milberg. En su primer torneo Nacional, terminó en tercer lugar. Ganó dos combates y perdió uno.

Lucila comenzó practicando Kung- Fu, junto a su hermano Cristian, luego ambos se volcaron al Taekwondo. Comentó a este medio que trabajó muy duro para esta competencia, que con muchas ganas, compromiso y perseverancia, está conforme con su participación. “Cuando empecé a practicar este deporte, mis amigas me decían cómo me podía gustar un deporte tan rudo, agresivo y de muchos golpes. De afuera aparenta una cosa, pero cuando lo prácticas sabés que debés combinar lo físico, lo mental y no es tan agresivo. Fue mi primer torneo en esta especialidad ITF, en donde se deben coordinar manos y piernas”.

Darío Rico tiene muchas esperanzas en su alumna Lucila, espera que siga evolucionando y pueda participar en un torneo Selectivo para una posible convocatoria a la Selección Nacional.

El entrenador y sus alumnos: Carlos, Cristian y Lucila trabajan duro soñando con un Mundial, algunos; un nuevo Torneo Nacional, otros, pero todos unidos por el amor al Taekwondo.

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