Se construye el primer Cementerio de Tigre

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Historia del Partido de Tigre – Parte XLIX

Siendo un pueblo en crecimiento, a mediados del siglo XIX, surge en Las Conchas, la necesidad de contar con un cementerio público. El presbítero Domingo Laguna, que estaba a cargo de la Iglesia del pago, fue el impulsor del proyecto, llevándolo a buen puerto.

 

Los cementerios, llamados originalmente “camposantos”, estaban situados en los terrenos contiguos a los templos, ya sean parroquias, iglesias o catedrales. En éstos, se pagaban derechos por poca suma de dinero y allí se enterraban a los vecinos pobres de origen español y a sus descendientes. En el caso de los indios y criollos que carecían de recursos, eran enterrados en los campos abiertos que eran bendecidos por los sacerdotes.

A las personas de familias de alto poder adquisitivo de la sociedad y que pagaban importantes derechos, se los enterraba en los atrios o bajo las naves principales de los templos, en altares, presbiterios y criptas. Esta era una costumbre heredada de España. Una de las personas que recibió este trato fue la esposa de Santiago de Liniers y Bremond. Doña Martina Sarratea falleció, el 27 de abril de 1805, dando a luz a su hija, María de los Dolores de la Cruz Concepción, a bordo de un barco de nombre “María Santa Pilar”, en el puerto Cruz Colorada del Paraná de Las Palmas.

El 29 de abril de 1805, el célebre sacerdote Dr. Manuel de San Ginés, le da sepultura “con entierro mayor en la capilla de Las Conchas al cadáver de Dña. María Martina de Sarratea, legítima mujer del Caballero Don Santiago de Liniers, Gobernador de las Misiones de Tapes y Guaraní; y para que conste lo firmo en Las Conchas en dicho día, mes y año yo el Cura Propio”[1].

 

El Dr. Laguna pone manos a la obra

Con el paso de los años, y con el aumento de la población, el camposanto va a ir quedando pequeño y lo mismo sucedía con los limitados rincones de la Iglesia “Inmaculada Concepción del Puerto de Santa María de Las Conchas”. Por este motivo, a mediados del siglo XIX, el presbítero de la iglesia, el Dr. Domingo Laguna comenzó a insistir a las autoridades acerca de la necesidad de que el pueblo contara con un cementerio, convirtiéndose en el precursor de la creación del primer cementerio.

En el libro de las confirmaciones, puede leerse el siguiente párrafo: “Parroquia de Nuestra Señora del Puerto en Las Conchas. Provincia de Buenos Aires. En el año de mil ochocientos sesenta y tres siendo Juez de Paz, el Señor Dn. Pedro Saenz Valiente a los ruegos de este Sr. pudo obtener veinte mil pesos del Señor Gobernador para transladar al sementerio de este partido al lugar que hoy existe, y no lo pudo construir en razón que concluía su tiempo, gracias, pues por este acto de cordial como igualmente religioso. Entró de Juez de Paz Dn José María Cebey, no hizo más que ponerlo en planta”[2].

Para construir el cementerio se utilizó un terreno municipal que estaba ubicado entre las calles Chacabuco y Uruguay. En abril de 1863, se contrató a Don Estanislao Bello para realizar los trabajos. El gobierno aportó $ 20.000 más los intereses que produjo en el banco, de $361, y con el saldo abonado por la Municipalidad, se pagó en total una suma de $22.550.

El contrato por la construcción, decía: “El Presidente de la Municipalidad autorizado por la Corporación para contratar la obra del sementerio deste pueblo Haconbenido con Don Estanislao Bello bajo las Condiciones siguientez:

-Artículo 1º Dn Estanislao Bello se compromete a aser una serca de Material bien conduia. Aria de Docientas baras por tres de alto con el semicirculo en el Terreno que se determine siendo el Caballete de dicha serca en cal.

-2º Se compromete amas hacer un cuadro de sinco barras de largo por Cuatro de ancho y de alto de cuatro baras que sirba para el Carnero las paredes arancaran delomas abajo que sea posible. Y las paredes serán de ladrillo y en barro.

-3º También se compromete a Hacer dos pilares en cal y más Costear un portón de fierro bueno y Colocarlo Con su serradura

– 4º También colocara la Crus a la base en cal.

– 5º Todos estos trabajos seran pagos Beinte y dos mil Quinientos pagaderos”[3].

El Obispo de Buenos Aires, Mariano José, en una nota con fecha 26 de mayo de 1863, dirigida al Presidente de la Municipalidad de Las Conchas, Don José María Cebey, lo felicita por la realización del cementerio, le comunica su aprobación y le insta a que el mismo sea bendecido por el cura vicario Don Domingo Laguna.

Continúa en el próximo número.

 

[1] Pierini, Lilia Z., “Reseña histórica de la Iglesia Inmaculada Concepción de Tigre”, Museo de la Reconquista, Municipalidad de Tigre, 1983. Pág. 38. Las citas se trascriben textualmente.

2 Op. Cit. Pág. 39.

3 Op. Cit. Pág. 40.

 

Fuente:

-Pierini, Lilia Z., “Reseña histórica de la Iglesia Inmaculada Concepción de Tigre”, Museo de la Reconquista, Municipalidad de Tigre, 1983.

 

foto: “Festejos en la Capilla, Procesión”. Antiguo cuadro al óleo existente en la Iglesia, sin autor ni fecha.





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