La educación no es un campo neutral

Todo proyecto político supone un proyecto educativo. La Comisión de Asociados del Banco Credicoop, sucursal San Fernando, organizó la charla “La educación en disputa: ¿derecho o privilegio?” a cargo de la coordinadora del Departamento de Educación del Centro Cultural de la Cooperación, Lic. Natalia Stoppani. Datos cuantitativos y un análisis cualitativo del modelo propuesto en la ciudad de Buenos Aires, que ahora se extiende a todo el país.

 

A partir de diciembre de 2015, los conflictos educativos existentes en la ciudad de Buenos Aires se nacionalizaron, ya que las políticas macristas – encapsuladas durante años en la Capital Federal – lograron expandirse a todo el territorio nacional. “La ciudad fue un laboratorio”, resumió la Lic. en Ciencias Políticas Natalia Stoppani, en la charla que brindó en el salón de la Comisión de Asociados del Banco Credicoop, San Fernando.

Asimismo, varias provincias fueron utilizadas como laboratorios de política educativa; en Jujuy atentaron contra la autonomía universitaria cuando la policía ingresó a la Facultad de Ciencias Agrarias en la UNJ; en San Juan, Mendoza, Catamarca, Salta, Entre Ríos, Chubut se han cerrado profesorados, argumentando que el campo laboral está saturado y por lo tanto los profesionales más jóvenes no consiguen trabajo.

El ataque constante que la alianza Cambiemos perpetra contra los profesionales de la educación no se limita a sus célebres frases (“algunos tienen la desgracia de caer en la escuela pública”), avanza subrepticia y tentacularmente hacia todo el sistema de formación docente instalado en el extenso territorio nacional: resoluciones, disposiciones, decretos (firmados por gobernadores oficialistas y también por algunos que dicen ser peronistas) son utilizados para no abrir la inscripción de manera “temporaria” no sólo a las carreras, sino también a la capacitación docente.

“Lo político condiciona e impacta sobre lo que pasa en las aulas, porque todo proyecto político tiene un modelo de escuela, de estudiante, de docente”, sostuvo Natalia Stoppani.

 

¿Educación del siglo 21?

Si se considera que la educación es un servicio que presta el Estado, en lugar de un derecho que tienen todos los habitantes del territorio nacional, entonces surge la lógica de cerrar escuelas del delta bonaerense porque el Estado no va a gastar dinero en unos pocos niñitos. La misma lógica se aplica para cerrar los bachilleratos de adultos, para dar de baja al plan Conectar Igualdad, para reducir las viandas escolares, para cerrar y fusionar cursos, para no construir ni una sola escuela en lo que lleva de gobierno nacional la alianza Cambiemos.

“El proyecto político que gobierna nuestro país desde 2015 está redefiniendo quiénes pueden ser educados”, dijo Natalia e inmediatamente acudió a la memoria de los presentes, la feroz verdad de la gobernadora Vidal: la universidad no es para los pobres.

En tanto los discursos de campaña proponían “educación de calidad”, las decisiones actuales nos demuestran que “según de dónde provenga el sujeto a educar, tendrá una oferta educativa u otra”. Efectivamente, esto se verifica en el actual intento de vaciamiento de las escuelas técnicas, que ya no formarían profesionales técnicos. La lógica encaja perfecta: un país que cierra sus industrias no necesita formar técnicos. Ya lo dijo el mejor ex ministro de educación (según Mauricio macri), Esteban Bullrich: el trabajo que tendrán próximamente los jóvenes argentinos será manejar drones.

Ahora a los estudiantes se les propone la materia emprendedurismo, a la cual adhiere el actual ministro de educación de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Sánchez Zinny, quien “cuando estuvo a cargo del Instituto Nacional de Educación Técnica, propuso cambiarle el nombre por Agencia de Talento Humano”, informó Natalia. ¡Qué inventiva!

A partir del análisis de años de las políticas educativas del Pro en la ciudad de Buenos Aires, la Lic. Stoppani expresó: “Todos los proyectos educativos propuestos hasta ahora por este gobierno consideran que la educación del siglo 21 tiene que ver con el desarrollo de habilidades y capacidades y no con el conocimiento”.

Reducir horas de Historia, por ejemplo, es vaciar los contenidos de la escuela media; toda la propuesta educativa de la alianza Cambiemos tiende a desvalorizar el conocimiento tradicional y busca formar sujetos sin capacidad crítica ni creativa, porque sólo es creativo aquél que transita permanentemente la complejidad del pensamiento.

 

Contra los docentes

El otro cuchillazo que lanzan constantemente se dirige a los docentes. “Este gobierno cuestiona el saber experto del docente y en lugar de proponer un docente más involucrado en sus prácticas y en la comunidad educativa, piensa un docente como transmisor de herramientas, que ofrezca un contenido sin que necesariamente sepa mucho de eso. Así está definido en los documentos de la secundaria del futuro. El docente es un ‘acompañante’ del aprendizaje y el área del conocimiento no aparece. Entonces si no hace falta que el docente tenga un conocimiento experto, cualquier persona puede ocupar ese lugar”.

Voluntarios de ONGs han ingresado a algunas escuelas de la Capital Federal para dar tallercitos; seguramente este es el ideal de la gobernadora Vidal que ya se olvidó de los $40.000 que tendría que ganar un docente. ¿Lxs profesorxs que la votaron también se habrán olvidado?

Si bien la alianza Cambiemos enarbola el discurso de jerarquizar la tarea docente, ejecutan el cierre de los postítulos; reducen el presupuesto educativo, privilegiando el pago de la deuda externa; aumentan los subsidios de las escuelas/empresas; pretenden descentralizar aún más el sistema educativo, aun sabiendo que hay provincias que no tienen las partidas presupuestarias necesarias; condenan a los docentes (como a todos los trabajadores) a sueldos de hambre que los obligan a realizar largas jornadas laborales en desmedro de su tarea educativa. Por supuesto, la lista que conforma el ataque sistemático – y perfectamente pensado – contra los trabajadores de la educación, es larguísima, sin embargo “por suerte, la histórica organización de los docentes argentinos les permite enfrentarse al tsunami neoliberal”.

Hemos sido testigos de la lucha de la comunidad educativa que logró revertir el cierre de las escuelas del delta sanfernandino, que logró evitar la disminución del plantel docente de la escuela 506 de Tigre y que ahora se planta contra la brutal reforma de las escuelas técnicas.

“¿Cuál es el modelo social que se propone construir este proyecto político? ¿Cuál es la sociedad que piensa este proyecto político? En función de esto, hay un determinado proyecto educativo que podría condicionar a muchas generaciones de argentinos”. Esperamos que no sea.

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