Lo preside una mujer que tiene un sueño: hacer el salón de material

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Centro de Jubilados Santa Ana, Rincón de Milberg

En su sede funciona el único centro de recuperación de elementos de fisiatría y también la única escuela orquesta del partido de Tigre. Ofrecen talleres municipales y también de PAMI.

Cuando el jardín 917 – de Rincón – tuvo su edificio propio, el Municipio cedió el predio de la calle Ecuador 1410 al Centro de Jubilados Santa Ana. Una de sus socias fundadoras, Luisa Soler, es quien preside, ya en su segundo mandato, el Centro.

“Desde que estamos, hemos hecho muchas cosas”, dijo la presidenta. Y efectivamente, la lista es larga: tanque de agua nuevo, termotanque, línea telefónica, gas, cerámicas y machimbre en los salones del fondo; pero “hacer el salón es imposible y nuestro mayor sueño sería ese, hacer el salón porque el que tenemos es muy precario, la medianera es de madera. Quisiéramos hacer el salón de material y dejar la losa lista para hacer luego salones en el primer piso, así podemos agregar actividades”, explicó Luisa.

María Alejandra Cicogna – secretaria del Centro – contó con orgullo que el frente del predio fue totalmente refaccionado, pues “cada vez que venía el camión de Pro-Bienestar, como no podía entrar, descargaba las bolsas en la puerta y con una carretilla había que entrarlas hasta el fondo. Ese trabajo lo hacen los abuelos, con lluvia y con frío, por eso un día dijimos ‘basta’, hicimos el portón y ahora el camión puede entrar hasta el fondo”. La remodelación del frente se completó con el revoque de las paredes y el arreglo del cartel que “estaba muy deteriorado”.

El Centro cuenta con 500 socios que realizan variadas actividades: guitarra, pintura mural, estampado en tela, cestería, mimbrería, ajedrez. Todos esos cursos los aporta el Municipio y están abiertos a la comunidad. Por su parte, PAMI ofrece sus servicios: folclore, tango, pedicuría, enfermería, autocuidados, que es “corte de cabellos, depilación de cejas, aseo personal, dejan a los abuelos relindos”, explicó Luisa.

Por las tardes, los socios se juntan a jugar al truco o al chinchón y las socias hacen un bingo semanal, pueden tomar una bebida fresquita gracias a la heladera que compraron últimamente y en el verano disfrutaron de los ventiladores, pero la llegada del invierno está preocupando a Luisa porque “tenemos gas, pero no tenemos calefactores”.

“Funcionamos como centro de recuperación de elementos de fisiatría (bastones, audífonos, sillas de rueda, andadores, trípodes, colchones antiescaras). Cuando el afiliado de PAMI  no los usa más, los trae acá y nosotros los entregamos en comodato a otros afiliados o a la comunidad en general. Somos el único centro de recuperación de Tigre, también somos únicos con la escuela orquesta (ver nota)”, puntualizó Luisa con una sonrisa de satisfacción.

El Centro de Jubilados Santa Ana cumplió en enero 16 años. Todavía no hicieron el festejo, esperan realizarlo para el día de Santa Ana. Sería deseable, entonces, que el 26 de julio pudieran tener calefactores y un salón de fiestas de material porque, si nuestros niños son el futuro, nuestros viejos son un pasado de trabajo y esfuerzos que merece ser reconocido y respetado.

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