Manuelita la tortuga

Desde Pehuajó para todos los niños y niñas argentinas. El personaje que María Elena Walsh dio a conocer en 1963 se instaló en las escuelas y hogares, alegrando la vida de los niños y niñas. También para los adultos escribió esta poeta, a la cual se retorna en épocas de desasosiego.

En 1963 nació el famoso personaje de María Elena Walsh, Manuelita la tortuga, que aquel año se corporizó en la Sala Casacuberta del Teatro San Martín. Este año, entonces, la tortuga que nació en Pehuajó cumplió 60 años.

Todas las niñas y niños argentinos conocen a Manuelita por la obra de teatro – Doña Disparate y bambuco -, por la canción o por la película, dirigida por Manuel García Ferré, estrenada en 1999.

La autora de Manuelita publicó su primer libro de poemas, Otoño Imperdonable, en 1947; recibió el 2° Premio Municipal de Poesía y la contactó con reconocidos poetas, entre ellos Juan Ramón Jiménez, quien la invitó a pasar una temporada en Estados Unidos. Entre las poesías de ese primer poemario se encuentra “Poema con razones principales”, donde se puede leer: “Porque veo que el cielo no termina/ y que no muere toda voz que canta,/ que la alborada pisa la colina/ y en azufre y ceniza se levanta”. La autora tenía sólo 17 años. Ya había vivido mucho María Elena y la humanidad toda también, por eso en 1968, escribió la canción “El 45”: “Te acordás, hermana, que desde muy lejos/ un olor a espanto nos enloqueció/ era de Hiroshima, donde tantas chicas/ tenían 15 años, como vos y yo”.

Igual que Manuelita, un día se fue a París, donde formó un dúo folclórico con Leda Valladares. Este encuentro la inclinó a escribir para los niños porque “la poesía infantil está en los versos del folclore”, dijo la autora. Así fueron surgiendo sus queribles personajes: la vaca estudiosa, la mona Jacinta, Osías el osito, la tortuga Manuelita.

Con un destino inverso al de tantas mujeres que a principios del siglo 20 llegaron a Buenos Aires desde la ciudad luz, Manuelita partió hacia la urbe de la Torre Eiffel para que la embellecieran. La distancia fue impiadosa y la tortuga volvió “vieja como se marchó”. Pero como el amor es más fuerte, su tortugo la estaba esperando en el pueblo natal. Este animalito personificado inscribe a la poesía en la tradición de los cuentos de hadas y fábulas.

Además de las canciones infantiles, María Elena Walsh escribió temas para adultos que se transformaron en hitos de resistencia: “Como la cigarra”, “Serenata para la tierra de uno”, “Canción de caminantes”. Transitó, asimismo, la labor periodística, siendo famoso su artículo Desventuras en el País Jardín-de-Infantes, publicado en Clarín el 16 de agosto de 1979; y Sepa usted por qué es machista, una enumeración de motivos que causan esta enfermedad, publicado en la Revista Humor en 1980; compartimos sólo uno: “Porque cree todo lo que le dicen los medios (o miedos) de difusión de la Argentina actual y ya tiene el cerebro más lavado que mate cebado por un polaco”.

Manuelita se fue y volvió y este año cumplió los 60. María Elena se fue el 10 de enero de 2011, pero es eterna.

Por Mónica Carinchi

Deja una respuesta