El Astillero Regnicoli

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Historia del Partido de Tigre – Parte LXXIV. A partir de la creación de los hermanos Higinio y Emilio en 1924, el astillero Regnicoli pasó de ser un taller de construcción de botes y lanchones de madera a uno de los astilleros más tradicionales del mercado náutico del país, logrando construir alrededor de 10.000 embarcaciones de todo tipo.

 

        La familia Regnicoli, de origen italiano, llegó al país proveniente de un pueblo llamado Porto Recanati, ubicado sobre el Adriático en la región Marquesana. En 1903 Santos Regnicoli y doña Santa Papa llegan a la Argentina con el sueño de tener un mejor vivir para su hijo Emilio que contaba con sólo tres meses de edad. Los Regnicoli se establecieron en una quinta de producción frutícola sobre el arroyo Abra Vieja, en la Primera Sección de Islas.

        En un entorno de ríos y arroyos, los hijos del matrimonio Regnicoli: Emilio (1903-1984) e Higinio José (1907-1968), desde pequeños comienzan a interesarse por las embarcaciones. Se cuenta que don Santos solía navegar hasta el Canal de San Fernando donde se proveían de víveres y otros elementos con una canoa impulsada por un motor Motogodile de origen francés. Era una especie de motor fuera de borda, sobre un soporte inclinado que se conectaba directamente a un eje y con una hélice sin engranajes en escuadra.

        Cada uno de los hermanos Regnicoli transitó por su propia experiencia laboral antes de fundar el astillero propio. Emilio trabajó en el astillero de Domingo Pagliettini, que se había fundado en 1917. De esta manera aprendió el oficio de carpintero constructor. Por su parte, Gino, con la ayuda de su padrino, se desempeñó en el taller de motores eléctricos Tonazzi, en la Capital Federal, en el que aprendió mecánica, tornería y matricería.

        Al poco tiempo, Gino tuvo que cumplir con el Servicio Militar en El Palomar, donde tomó contacto con aviones de la época. “Don Emilio, artesano y conocedor de los secretos de la carpintería naval, se dedicó al diseño y la construcción de embarcaciones, renovados y mejorados con el correr de los años. Don Gino, un apasionado de la mecánica y la velocidad, se volcó al estudio, experimentación y perfeccionamiento de los motores. Con esta conjunción de conocimientos y habilidades comenzó la producción de las embarcaciones” (1).

        Más tarde, Emilio se une con su hermano y comienzan a trabajar en la firma que llamaron “Emilio Regnícoli y Hermano”. Así nace al astillero en 1924, sobre la margen izquierda del río Luján, frente al Canal de San Fernando.

        La nota, con fecha 13 de junio de 1924, dirigida al Intendente de San Fernando Roberto Giacobone, decía: “Solicito a usted el permiso correspondiente para construir un galpón en los terrenos de mi propiedad situado en el Río Luján de esta jurisdicción que serán utilizados para construcciones navales. Adjunto los planos respectivos para que los someta a su consideración. Sin otro particular saludo al señor Intendente con la consideración de Vicente Renícoli (sin la “g”)”. La firmaba Vicente porque su sobrino Emilio era por entonces menor de edad.

        Desde sus inicios, se dedicaron a construir embarcaciones de madera con motores marinizados de la época y fuera de borda. Un equipo de hábiles artesanos italianos se sumó a la tarea y los Regnicoli fueron afinando los diseños.

 

Fuentes:

Di Fiore, Jorge, “Historia de la Motonáutica Argentina”, Buenos Aires, 2007. http://www.jorgedifiore.com.ar/motonautica-arg/Historia_de_la%20_motonautica_arg.html

Publicación de la Cámara Argentina de Constructores de Embarcaciones (Cacel) “Astillero Regnicoli. 81 Años de diseño, trabajo y éxito”.

 

([1]) Publicación de la Cámara Argentina de Constructores de Embarcaciones (Cacel) “Astillero Regnicoli. 81 Años de diseño, trabajo y éxito”.

 

Foto: Instalaciones del Astillero en el año 1924

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