Pobladores, comerciantes e historias del pueblo de Las Conchas

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Historia del Partido de Tigre – Parte XLVIII

Muchos nombres, familias y construcciones arquitectónicas contribuyeron al crecimiento del centro comercial de Las Conchas y a darle identidad a un pueblo que estaba en pleno desarrollo a fines del siglo XIX y principios del XX. Algunas de estas historias se presentan a continuación.

 

Una de las familias más respetadas de la época eran los Oliveira César, según se decía. Tenían sus propiedades cerca de las vías del ferrocarril, del otro lado del puente. Tuvieron varios hijos, entre ellos, Filiberto, que fue el fundador de San Pedro. Una de las mansiones de esta familia, que estaba ubicada en la esquina de la calle Liniers y Mitre, fue adquirida más tarde por la familia Mitre Astengo, quienes le hicieron varias reformas. Más adelante, vivió allí el matrimonio de Delfina Astengo y Guillermo Moores. En esa casa, en una temporada de verano, el General Bartolomé Mitre escribió los últimos capítulos de la “Historia del General San Martín y de la Emancipación Sudamericana”[1].

Entre los pioneros de la calle Cazón, se encontraba Luis Buteler, quien tenía casas de madera y en una de ellas, ubicada entre Montes de Oca y General Mitre, a fines del siglo XIX se instaló transitoriamente la escuela N° 3.

En 1870, en la actual esquina de la Av. Cazón y Mitre, se establece Don Manuel Vales, quien habiendo llegado de España en 1868, y pasando por Azul, se establece en Las Conchas. Aquí compró un negocio de ramos generales que anteriormente había pertenecido a Don Bernardo Lasalle y Marcos Beráscola.

Otro comerciante conocido de la av. Cazón fue Don Pascual Molinaro quien instaló un negocio de ferretería, pinturería, bazar y herrería de obras, que luego continuaron sus descendientes.

En la esquina de Cazón y Tedín Uriburu (hoy Bourdieu), en 1911, Don Alejandro Zenequelli instaló una librería y juguetería. Si bien su objetivo era tener una editorial, por una cuestión económica, al jubilarse puso este negocio. Al fallecer Don Alejandro, su hijo José María se hizo cargo del negocio, y le agregó trabajos de imprenta. Los diarios más importantes del país le daban la corresponsalía. “Este negocio fue el punto de reunión de los vecinos, quienes sostenían entretenidas polémicas y donde se debatían no pocos y trascendentes temas de la vida comunal, matizados con los respetuosos y galantes piropos que manifestaban a las damas que se atrevían a pasar por allí”[2].

Nuevos comerciantes se fueron sumando a la arteria Cazón. Estos fueron la farmacia de Andrés Marabotto; la sombrería de José Godio; la panadería de Don Pedro Fosatti; la funeraria de Don Antonio Fava y Cía.; “La Gloria”, la tienda y mercería de Juan Diez; el almacén de José Anzizar, la rotisería de Isoba y la panadería de Pestarlardo, entre otros.

 

El palacio municipal

La Municipalidad se habilitó en un pequeño local, construido en 1876, siendo Juez de Paz José María Pavia. Hasta ese momento los juzgados funcionaban en el domicilio de cada juez.

A lo largo de todo el edificio se había colocado un cartel que decía “Municipalidad, Juzgado de Paz, Comandancia Militar”. Más tarde, en 1906, se construye el palacio municipal que hoy conocemos en la esquina de Cazón y Bourdieu. Es interesante señalar, según relata José Schiappappietra, que en el lugar en el que se monta el palacio municipal, había un terreno baldío que tenía en el centro un ranchito en el que vivía una señora que era curandera y adivina.

El 5 de octubre de 1909 el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires autoriza la venta del anterior local en subasta pública y se destina lo recaudado para terminar la obra del palacio municipal.

Uno de los intendentes más recordados de Las Conchas, Don Agustín García, llevó adelante importantes mejoras a la obra del edificio municipal. Hizo colocar pisos de mosaico, revocar las paredes y construir la gran portada en el cuerpo de avance siguiendo los planos del Arq. Carlos Bianchi, con el fin de colocar un gran portón de hierro artístico.

Más adelante, en 1923, se realizan cambios en el edificio y por ejemplo, se demolieron las torrecillas que se alzaban hacia el cielo.

 

 

Fuentes:

-De Pierini, Lilia Z.,“Reseña histórica de la Calle Cazón de Tigre”, Museo de la Reconquista, Municipalidad de Tigre, 1982.

-Udaondo Enrique, “Reseña Histórica del Partido de Las Conchas”, Publicaciones del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires, La Plata, 1942.

 

1 Udaondo Enrique, “Reseña Histórica del Partido de Las Conchas”, Publicaciones del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires, La Plata, 1942. Pág. 126.

2 De Pierini, Lilia Z.,“Reseña histórica de la Calle Cazón de Tigre”, Museo de la Reconquista, Municipalidad de Tigre, 1982. Pág. 17 y 18.




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