“Esperamos que la provincia termine los trámites para permanecer 5 años más”

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Entrevista a Hugo Schwartz, titular y fundador de Marina del Norte, San Fernando

La disputa por las 10 hectáreas costeras ubicadas en Del Arca y el río Luján, San Fernando, administradas durante los últimos 30 años por la empresa Marina del Norte, continúa dando que hablar.

El último 31 de diciembre, el Municipio dio la noticia: “Se terminó la concesión que desde 1986 tenía la empresa sobre esos terrenos y el Municipio decidió, siguiendo el modelo utilizado en el actual Parque Náutico Municipal, no renovar la concesión, extender los espacios públicos costeros y gestionar las amarras a través del Consorcio Parque Náutico”.

La decisión de la gestión del intendente Luis Andreotti fue refrendada por unanimidad en el Concejo Deliberante, donde todos los bloques partidarios coincidieron en que se trataba de un “hecho histórico en beneficio de todos los sanfernandinos”. Marina del Norte tenía hasta el último día de 2017 para entregar el predio, pero esto no sucedió.

Por otro lado, el titular de Marina del Norte, Hugo Schwartz, niega los dichos oficiales del municipio y asegura que las tierras son de la provincia de Buenos Aires y aguardan “una concesión precal por el tiempo de cinco años, hasta que la provincia pueda generar los pliegos y llamar a licitación pública”.

Esto y mucho más, en una entrevista mano a mano que por cuestiones de espacio, reproducimos en sus pasajes más jugosos.

 

Reseña

Antes de dar comienzo con las preguntas, Schwartz nos interrumpió para hacer una reseña histórica y así, entender un poco más lo que se está hablando hoy por hoy.

“En el año 1986, el Municipio de San Fernando (con Alfredo Viviant de intendente) llama a Licitación Pública para construir una marina y Marina del Norte sale adjudicada. Ni bien comenzamos las obras, tomamos conocimiento de que el Estado provincial le informa al Municipio que las tierras son propiedad provincial. El municipio desoye el pedido de devolución y se inicia un juicio entre ambos Estados que duró 25 años por el recupero de tierras”.

“Marina del Norte se presenta como interesado para saber cómo seguir y a quiénes deberían responder. Después de todo ese tiempo, la Suprema Corte de Justicia (2014) dictamina que las tierras son de la provincia de Buenos Aires, que el contrato entre Marina del Norte y Municipio es nulo por no estar habilitado a dar la concesión sin ser dueño y obliga a anular todos los trámites administrativos municipales; además obliga a la provincia a recuperar estas tierras, la administración y a no permitir ninguna obra que desmejore el valor de las tierras. En ese entonces, nos asesoramos con los abogados de la empresa y nos informaron que, pese a que el municipio nos estafó, nos mintió, nos dio una tierra que no era del municipio… no nos eximia de cumplir con lo que nos comprometimos en el contrato, por ende, nos presentamos a la provincia, ante los verdaderos dueños, para trasmitirles que tenemos 30 años en el negocio, es una de las mejores marina del país, aportamos no $5.800 como dice el municipio, sino un millón de pesos por mes en impuestos. Marina del Norte es la única marina privada que queda en San Fernando. Si esta marina pagara $5.800 al mes como dice el Municipio, quedaría muy mal ante la sociedad por haberlo permitido tanto tiempo”.

De todos modos, el Municipio aguarda la intervención provincial a su favor – “No es posible porque la Suprema Corte de Justicia ya falló y le impide a la provincia no ceder ni disminuir el valor de las tierras. El municipio dice que quiere recuperar las marinas, pero la verdad es que es un negocio muy bueno, y lejos, la mejor de la zona, muy bien construida y con una capacidad semejante al resto de las marinas en su conjunto. La otra posición del municipio es: `nosotros queremos hacerle el bien al pueblo sanfernandino´. Dicen: `Vamos a recuperar Marina del Norte´ y yo no entiendo cómo quieren recuperar algo que nunca les perteneció y lo dice la Suprema Corte. Dicen también: `Vamos a recuperar la costanera pública´ y, en verdad, la están recuperando y está quedando muy bien. Andreotti es un buen intendente y buen administrador, pero no entiendo el ensañe y odio que tiene con Marina del Norte. Nosotros no podemos mirar hacia delante porque no somos futuristas, pero sí el pasado y la pregunta es: qué hizo el Municipio con las cuatro marinas que tiene hoy San Fernando? Punta Chica, cero espacio público; Buen Puerto, cede un pequeño espacio con un cartel que dice: `Paseo público peatonal´, donde no hay dónde sentarse, un baño, nada, solo hay un caminito en el lugar más horrible de la marina; Parque Náutico, cero espacio público, y se preocupan cómo los vecinos pueden llegar al río?”.

En definitiva, ¿cuál es la situación según usted, entre Municipio y Marina del Norte? – “Esto es una mesa de tres patas: la Provincia, el Municipio y Marina del Norte. Quién decide cómo manejar estas tierras, es la provincia de Buenos Aires, y lo que están haciendo es lo que indica la ley. La provincia tiene un procedimiento para tierras recuperadas o tierras que son de la provincia, pero se encuentran ocupadas. Qué se hace en este caso? convocan al poseedor – Marina del Norte -, nos hacen firmar la cesión de todo su contenido para una concesión precal por el tiempo de cinco años, hasta que la provincia pueda generar los pliegos y llamar a licitación pública, porque no conviene ir a juicio de desalojo durante más de 5 años con riesgo a perderlo. Mi pregunta es: qué tiene que hacer un municipio con un garaje de barcos de millonarios?, cuál es la función social?, cuál es el beneficio para el pueblo de San Fernando que la Municipalidad administre cuatro marinas como tiene hoy? Al municipio le conviene tener un empresario y cobrarle los impuestos para hacer más cloacas, asfalto, iluminación… pero esto es un botín, acá no hay nada por recuperar la costanera, los pobres vecinos, el polideportivo que van a hacer sacando los barcos, este es un buen negocio y la municipalidad quiere nuestro negocio. Mientras tanto, esperamos que la provincia termine los trámites para permanecer 5 años más y competir en la licitación cuando llegue el momento”.

¿Qué opinión tiene sobre el transporte fluvial? – “Soy un amante del Delta, cuando tenía 8 años fui por primera vez a navegar y me fascinó. Nosotros hoy, somos los participantes más fuertes dentro de la náutica deportiva y en el desarrollo del Delta. También participamos como socios de la empresa de catamaranes que hace turismo en el Delta. Las embarcaciones están un poco caídas y la idea es levantarlas, darles el glamour que supieron tener con casamientos, cumpleaños, eventos sociales conociendo el delta… hoy se perdió. Ahora, es increíble saliendo de Tigre, San Fernando y San Isidro, mucha gente no viviendo en esta área, no conoce el Delta, no tienen idea, creen que son unos arroyitos medios podridos como el río Reconquista, el río Tigre, y esto tiene un potencial increíble. Defiendo la sustentabilidad, no creo en la ecología talibana de impedir que se haga cualquier cosa, porque cuando el delta empezó a levantarse, con la ecología talibana de suponer que los pajaritos podrían poner huevos cuadrados si se construye un muelle o se rellena una parcela, tal es el caso de Colony Park y otros emprendimientos que se pararon por la mala interpretación de la ecología. Esa zona es una bendición para los porteños y hay que levantarla”.

¿Y cómo se levanta el nivel del Delta con un transporte cada vez más obsoleto y que se amenaza con no continuar los servicios? – “Ahora hay versiones que dicen que yo estaría comprando Líneas Delta e Interisleña, son todas mentiras, falta que digan que voy a comprar DNI y los voy a repartir en la isla, cualquier cosa”.

¿Está descartada la compra de su parte de ambas empresas? – “Absolutamente, no hay ninguna posibilidad que yo tenga una empresa de transporte. Primero, porque los dueños no las quieren vender, además no es el desarrollo y el marketing que yo manejo. El transporte fluvial, creo que hay que refundarlo, el sistema no les favorece a quienes tienen el transporte…”.

Schwartz aprovechó para anunciar “otros proyectos muy interesantes para el Delta, para darles trabajo a los isleños, uno de ellos es Isla del Este, con casas de fin de semana, donde la gente que antes trabajaba en malas condiciones con el junco, mimbre, en invierno muertos de frío, hoy son pileteros, lancheros, jardineros, construyen, muchos aprendieron oficios, tablaestacadores, se ha ayudado a mucha gente… Otro proyecto que vamos a encarar es la producción de miel en combinación con la Municipalidad de Tigre. Se llamará `Mieles del Delta´, un producto con un trabajo de desarrollo familiar, integrador, donde las abejas tienen dónde moverse y alimentarse, y no les afectan las mareas. Será impulsado bajo patrocinio nuestro y con dirección del INTA, Municipio de Tigre y ONGs del Delta. Se pondrán puestos de venta en los catamaranes y puerto de frutos”.

¿Será cierto que el intendente Zamora está acordando un negocio con el dueño de colony park? Sería conveniente que el intendente Zamora inmediatamente rectifique o ratifique esta información. Los tigrenses no olvidan el desastre ecológico provocado por ese negocio inmobiliario.

 

“El desarrollo no está en parar las cosas, la ecología hay que trabajarla para que la gente viva mejor”

Usted fue impulsor de Colony Park, ¿supone que en algún momento reviva el proyecto? – “Obvio, Colony Park es una vergüenza nacional, es parte de una época de la Argentina terminada. Colony Park es el 50% de la densidad de Nordelta. Ahora que alguien me diga que en Nordelta huele el fin del mundo, la destrucción ecológica, el apocalipsis. Quien conoce Miami, es igual que el Delta, alguien vio el fin del mundo? Yo no digo llegar a ese nivel como Miami, pero sí hacer un desarrollo ecológico, sustentable, compatible con el medio ambiente y la gente. Los talibanes que están defendiendo los pajaritos, los pescaditos, pensaron alguna vez en la gente? que se muere de frío, de hambre, que no tienen trabajo, los trabajos que daba Colony Park y se los sacaron de la mano, alguien pensó en el ser humano? No hay nada más antiecológico que la pobreza, y los ecologistas solo atacan a los más ricos, no es sugestivo? La pobreza hace que una persona haga pis y caca en el río sin ser tratada. Cuando voy al baño, tiro la cadena y esos desechos van a una planta de tratamiento para luego ir al agua. Tengo frío, tengo una casa que no pierde temperatura, gasto un poco de gas, un pobre, corta un árbol de 100 años y lo quema en una noche porque no tiene otra manera de calentarse. El desarrollo no está en parar las cosas, la ecología hay que trabajarla para que la gente viva mejor. Hay que hacer sustentabilidad, querés hacer un barrio? hacelo, pero plantá mil árboles, poné energía solar, iluminación led, construí viviendas bajo las normas leed para reducir pérdida térmica, esa es la ecología que hoy impone el mundo civilizado, el mundo no está parado como la Argentina”.

Junqueros sí, pileteros no

Desde que Nordelta y muchos otros barrios privados se han instalado en los humedales del río Luján, los ciudadanos de todos los municipios afectados han iniciado un movimiento, cada vez más amplio, que puso en conocimiento de toda la ciudadanía los perjuicios ocasionados por las formas constructivas de dichos barrios.

Las inundaciones casi apocalípticas ocurridas en estos mismos municipios fueron registradas por todos los medios de comunicación y empujaron, aún más, el fervor ciudadano por detener este tipo de construcciones que atenta contra la naturaleza y, por lo tanto, contra la vida humana.

La destrucción de un complejo y frágil ecosistema – los humedales – para construir barrios donde los ricos tendrán energía solar, iluminación led, etc., etc. no es negocio para nadie. El Estado tendrá que gastar miles de millones para hacer obras – innecesarias si no hubieran destruido el humedal – que jamás darán una respuesta satisfactoria, porque las manifestaciones apocalípticas de la naturaleza son insospechadas y fulminantes.

Colony park es el mismo caso, en la isla. El desastre ecológico, que ese intento de barrio faraónico provocó, está demostrado en la causa judicial, por eso la Jueza Arroyo Salgado instó a remediar el desastre. Para no olvidar: se alteró la hidrogeomorfología, se cerraron desagües naturales y se abrieron cursos artificiales, se sobreelevó el terreno 7 metros, los animales huyeron, se destruyó el bosque. En síntesis, se comprometió la integridad estructural y funcional del ecosistema; la naturaleza no podrá regenerarse en tiempos humanos. Por supuesto, también hubo un impacto social ya que muchos isleños fueron expulsados y, aún hoy, quienes siguen habitando el lugar, sufren acciones de hostigamiento que denuncian permanentemente.

Si bien colony park ha logrado que fuesen sobreseídos los funcionarios públicos involucrados por haber aprobado lo que no deberían haber aprobado, la Jueza Arroyo Salgado aceptó el plan de remediación presentado por el Observatorio de Humedales Delta y le dio curso a la OPDS, que es la autoridad de aplicación y tiene, por lo tanto, el poder de policía para llevarlo a cabo. “Nuestro plan deja claro que no se pueden construir barrios cerrados en el Delta”, dijo uno de los integrantes del Observatorio.

Los pobres junqueros no quieren ser pobres pileteros, quieren seguir viviendo sus tranquilas vidas en el lugar que eligieron porque, justamente, ofrece la posibilidad de disfrutar la naturaleza lejos de las luces y los ruidos, lejos de las frivolidades urbanas y de los desarrollos faraónicos que, probablemente, Dios castigue sin piedad.

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