Centro de Jubilados Santa Ana, de Rincón de Milberg

Fueron víctimas de 3 robos. Están esperando una cámara de control y más presencia del COT. Coordinaron con una cooperativa de Argentina Trabaja la realización de un baño para discapacitados, un salón y la medianera y, después de un año, sólo tienen un baño destruido; la encargada de la cooperativa, la arquitecta Cecilia Sosa, no tiene tiempo para presentarse a una reunión.

La comisión directiva del Centro de Jubilados Santa Ana, de Rincón, trabaja incansablemente para mejorar el lugar y tener cada día más actividades para los asociados y la comunidad en general. “Cuando llegamos, no había nada. Hicimos muchísimas cosas y parte del esfuerzo no se nota porque fue para poner los papeles en orden. Ahora ya tenemos todo al día y el año pasado nos nombraron cuidadores honorarios del predio”, contó Alejandra Cicogna, secretaria de la institución.

Pero lamentablemente el trabajo de muchos años quedó en manos de ladrones. “Desde junio del año pasado sufrimos 3 robos. Todo lo que compramos: televisores, equipo de música, ventiladores, horno eléctrico, computadoras, guitarras que donó el Municipio para los cursos, incluso hasta la comida que teníamos en el freezer, lo robaron”, señaló, muy apenada, Luisa Soler, la presidenta del Centro.

Todo lo que hicieron los ladrones: romper candados, rejas, puertas, colocar manteles en las ventanas para que no se viese desde el exterior, con seguridad llevó tiempo y provocó ruidos, sin embargo “nadie ve ni escucha nada. Robaron días de tormenta y parece que el patrullero no pasa esos días”.

A partir de estos acontecimientos, comenzaron a solicitar la colocación de una cámara de control, que fue prometida, pero hasta el momento no ha sido colocada.

Con el invierno aproximándose, es necesario tomar recaudos: “Lo único que podemos hacer es colocar mayor iluminación y esperar que el COT pase más seguido”.

A estas calamidades hay que agregar otra: hace más de un año tomaron contacto con la cooperativa Juan B. Justo, de Argentina Trabaja, coordinada por Nación, “en un principio iban a construir el salón tan soñado por nosotros, pero hasta tanto consiguieran los materiales, se dedicarían a ampliar el baño para incluir un sector para discapacitados y una rampa. Rompieron el baño que teníamos, que estaba muy bien hecho, y ahora es un desastre”, señaló Alejandra.

Por el mes de enero se presentó un arquitecto a realizar una inspección, determinó que el trabajo estaba mal hecho y anunció que él mismo iba a terminar esa obra. Todavía lo están esperando.

Frente a tantas irregularidades, la comisión directiva del Centro de Jubilados intentó comunicarse “con la arquitecta Cecilia Sosa, que es la persona que autoriza la obra y lo que ellos pueden hacer, pero nunca concretamos una reunión por falta de tiempo de la arquitecta”, explicó la secretaria.

Los integrantes de la cooperativa concurren todos los días al Centro de Jubilados, están allí 4 horas, aunque “no hacen nada porque dicen que no tienen ART. Nosotros creemos que ellos tienen ganas de hacer algo porque nos habían pedido que les prestáramos una oficinita para trabajar en mantenimiento de edificios y como contrapartida, ellos nos hacían el mantenimiento del Centro. Pero ahora están ocupando un espacio y no nos dan nada, entonces creemos que se tendrían que ir. Lo que más nos molesta son las autoridades, que no nos responden. Esperamos que se presente alguien a dar la cara”.

Pareciera ser que el 2012 empezó torcido para el Centro de Jubilados: querían agregar un baño para discapacitados y ahora ni siquiera tienen baño; el sueño del salón ya quedó muy lejos porque los pocos pesos que tienen los dispondrán para reparar la medianera “que es necesario tener en condiciones por cuestiones de seguridad, también la iba a hacer la cooperativa…pero…”, se lamentó Luisa.

Además de organizar rifas y cenas para recaudar fondos, también han hablado con los funcionarios municipales: “Massa estuvo aquí (el Centro de Jubilados) cuando hizo su campaña, le pedimos el salón, dijo que sí, pero nada. También se lo pedimos a la señora Malena (Massa) y nos dijo que el salón es muy costoso. Hablamos con el director de Obras Públicas, Grandoni, pero nada”.

Aún con todos los astros en contra, el Centro de Jubilados Santa Ana sigue brindando sus servicios: “Funcionamos como centro informativo de PAMI, es decir que, ante cualquier problema, pueden venir aquí. Somos centro de recuperación de elementos de fisiatría, andadores, muletas, sillas de rueda, que se prestan a toda la comunidad. Contamos con servicios de PAMI totalmente gratuitos: pedicuría, peluquería, folclore, tango, yoga, pro-bienestar (bolsón alimentario). También tenemos talleres municipales gratuitos. Hacemos almuerzos los domingos y cenas, abiertas a la comunidad, los viernes, Rosita hace una comida riquísima y después hay juegos y cuentos”.

Todos los vecinos están invitados y aquellos que puedan colaborar, reponiendo algo de lo que fue robado, será muy bien recibido. Para consultas y donaciones 4731-4966.