Ni mano de obra barata ni voto cautivo

En búsqueda de la estabilidad laboral. A partir de septiembre de 2013, la Asociación de Empleados Municipales de Tigre logró su reconocimiento oficial. Este nuevo sindicato tiene como secretario general a Horacio Benedetti y como adjunto a Héctor Paz. Integran la Federación de Sindicatos de Empleados Municipales Bonaerenses. Luchan por la derogación de la ley 11757 que impuso la inestabilidad laboral, en época duhaldista, por eso, de los 3650 empleados que tiene el Municipio de Tigre, sólo 350 son de planta.

 

Hace 7 años, a raíz del descontento que había en la delegación de Pacheco, un grupo de trabajadores comenzó a pensar en un nuevo sindicato para Tigre. Las primeras charlas se hicieron realidad recién en septiembre del año pasado cuando fue autorizado el primer descuento para la Asociación de Empleados Municipales de Tigre, al tiempo que autorizaron a tres empleados para trabajar en el sindicato: Horacio Benedetti, como secretario general; Héctor Paz, como adjunto; y Fabián Sierra, como secretario de finanzas.

No integran ni la CGT ni la CTA; forman parte de la Federación de Sindicatos de Empleados Municipales Bonaerenses, con Rubén Cholo García a la cabeza. Tienen 250 afiliados y su secretario general aseguró que “muchos compañeros renunciaron al otro sindicato y se pasaron a éste”.

Un eje básico de su lucha es la derogación de la ley 11.757, que fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires a fines de agosto de este año.

La ley 11.757 fue sancionada por el gobernador Eduardo Duhalde en 1996; regulaba las condiciones laborales de los municipales bonaerenses, facultando a cada intendente a negociar salarios y otras condiciones de trabajo con los sindicatos locales. En concordancia con el espíritu neoliberal de los 90, esta ley precarizó el empleo del trabajador municipal, por eso la llaman “ley basura”.

“Con esta ley, Duhalde entregó a los municipales. Permite tener a los empleados contratados indefinidamente; bajó la antigüedad del 3% por año, al 1%; derogó las paritarias”, informó Benedetti. Debido a la aplicación de esta ley, “en la provincia de Buenos Aires hay un 60% de empleados en negro. En Tigre hay 3650 empleados y sólo 350 son de planta; así, cuando llega fin de año, uno no sabe si sigue o no, hay que ver si le cayó bien o mal al jefe”.

 

Ni dimes ni diretes

Benedetti marcó la diferencia con el otro sindicato tigrense: “Mientras ellos piden la reforma de la ley 11.757, nosotros pedimos la derogación. Por otro lado, ellos apoyan al Frente Renovador y nosotros decidimos no participar en nada, por respeto a los compañeros y porque tenemos un mandato de la Federación que no está con nadie” (¿?).

¿Qué generó en el otro sindicato la presencia de ustedes? – “Los compañeros están muy inquietos. No queremos meternos en dimes y diretes, pero tenemos que reconocer que nos ha costado mucho que los compañeros se desafilien porque el otro sindicato tarda 3 meses en firmar una desafiliación. Entonces, si al nuevo afiliado le siguen descontando el otro sindicato, nosotros le devolvemos el dinero hasta que se resuelva la situación. Tenemos que entender que ningún compañero pertenece a un sindicato, el compañero es libre. De aquí también se fue alguno y yo firmé inmediatamente porque no es correcto hacerlo esperar 3 meses; si yo lo afilié, para desafiliarlo, no tengo que hacer un curso”.

Que el otro sindicato esté enrolado en el Frente Renovador, ¿significa que no trabaja para el empleado municipal? – “Yo en eso no me meto, cada uno elige. Ellos no apoyan una nueva ley, lo que quieren es reformar la 11.757”.

Por su parte, Héctor Paz señaló que “muchos directivos aprietan a los compañeros para que no se pasen al gremio nuestro. Hace 2 meses atrás nos mandaron una nota diciendo que no podíamos entrar en ningún lado, después de las 4 de la tarde teníamos que hacer las reuniones. Cuando empezamos a hacer asambleas, les molestó a todos. Eso se resolvió, pero al COT y al Centro de Monitoreo no nos dejan entrar”. Y precisó: “El diálogo con el Municipio empezó en abril, cuando le hicimos un poquito de ruido en la puerta”.

Benedetti confirmó que actualmente tienen como interlocutor a Chavarría, Secretario de Gobierno; y Paz acotó: “La audiencia con el Intendente la pedimos el 13 de enero y todavía no tenemos respuesta”.

 

Sometidos a las horas extras

“Tenemos un sueldo más bajo que el mínimo, por lo tanto nos jubilamos con 2 mangos. El grave problema de cobrar en negro llega a la hora de jubilarse”, dijo el secretario general.

Por este motivo es necesario el pase a planta permanente que significa estabilidad laboral, categorización, cobro de presentismo. En este sentido, Benedetti planteó: “La gestión actual, desde que asumió, prometió que iba a pasar a planta a los compañeros y no cumplió nunca. Esto es lo que la gente reclama. Se fue (Massa) y no cumplió. Todos confiamos, porque en los 6 años que estuvo (Massa) hubiera podido pasar el 50% de los empleados, pero no pasó nadie”. Y subrayó: “Tenemos un sueldo de $2700, por eso los compañeros están sometidos a hacer horas extras para que les alcance la guita. Pero extras no hay en todas las áreas”.

Otras condiciones laborales también son atendidas por este sindicato: “Los compañeros deben tener su ropa a término, deben tener lo necesario para su seguridad. En algo que nos respondieron rápido fue en nuestro pedido de máscaras para los compañeros del cementerio. En Salud tenemos varias cuestiones, es una de las áreas más complejas del Municipio. Nosotros queremos pedir tarea crítica, es decir un plus del 15% del sueldo”.

Benedetti insistió en la derogación de la ley 11.757 y comentó que el diputado provincial Hernán Doval (FpV) presentó una ley para recomponer los derechos laborales derogados por la ley duhaldista. “Nosotros pedimos estabilidad laboral porque algunos utilizan la inestabilidad laboral como mano de obra barata y como voto cautivo”, concluyó.

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