En Tigre el ordenamiento territorial está en manos del mercado inmobiliario y el municipio acompaña este crecimiento asumiendo el rol de socio. Las urbanizaciones privadas se han expandido en forma vertiginosa mientras que los barrios populares se encuentran postergados con baja cobertura de servicios públicos. Según datos del INDEC 2010, la cantidad de viviendas categorizadas como casillas y ranchos supera ampliamente al resto de los distritos de la zona norte.

Los precandidatos a concejales del Frente para la Victoria de Tigre Federico Ugo, Gustavo Piantino y Roxana López estuvieron recorriendo durante la jornada de hoy los barrios El Ahorcado, La Costilla, Juan Pablo y Andalucía de la Localidad de Rincón de Milberg.

Federico Ugo señaló “necesitamos que en Tigre haya un desarrollo armónico. No puede ser que el 36% de los hogares no tenga agua de red, que el 82 % no tenga cloacas y que casi la mitad de la población no tenga gas natural. Estamos comprometidos a llevar estas demandas al Concejo Deliberante”. Por su parte, Piantino remarcó “el 15,7% de la población de Tigre tiene problemas de vivienda, por lo cual tenemos que diseñar políticas para mejorar las condiciones de hábitat de los sectores más olvidados. No queremos más un Tigre que crezca desparejo”.

Los barrios son asentamientos precarios en donde la gran mayoría consisten en casillas de madera, cartón y chapa. La problemática central de estas comunidades es la situación del hábitat y la precariedad de las viviendas. No hay servicios públicos de red de agua potable, gas natural ni cloacas. “Acá armamos un red nuestra con unos caños de plástico que a veces se rompen porque cruzan las veredas” expresa Juan desde la puerta de su casa en uno de los pasillos.

Asimismo los camiones de recolección de residuos no entran a los barrios y la basura se acumula en las calles. Ante este inconveniente los vecinos arrojan los residuos en un terreno baldío de unas tres manzanas en donde además camiones de la municipalidad vuelcan otros desechos, y van tapando con tierra lo acumulado. “No tenemos dónde tirar la basura, acá no entran los camiones de la basura ni las ambulancias ni los bomberos” indica Marisa, vecina de El Ahorcado.

El riesgo de incendio es permanente. En invierno, esto sucede por los cortes periódicos de luz y por el hecho de tener que utilizar variadas formas de calefacción en casas construidas con materiales inflamables. En verano el peligro continúa latente por el recalentamiento de los techos y paredes de las casillas. Jessica cuenta que el día de ayer mientras estaba en un taller del programa “Ellas Hacen”, la vinieron a buscar porque su casa se estaba incendiando. “Cuando llegué no había quedado nada, pero gracias a Dios unos vecinos sacaron a mis chicos que estaban durmiendo adentro”, señaló.

En el 2006 se inició un plan de viviendas del Plan Federal de Viviendas de la Nación en articulación con el Municipio de Tigre en los barrios de El Ahorcado y La Costilla. Este programa tenía un presupuesto asignado por Nación y la parte operativa estaba a cargo del municipio y se dividieron los barrios en sectores con el fin de ir trasladando a los vecinos por etapas a las viviendas construidas.

Hasta el momento se construyeron 40 casas para una población de 270 familias en el barrio El Ahorcado y 50 en La Costilla. Lo llamativo del tema es que a partir del gobierno del Intendente Sergio Massa las obras quedaron paralizadas y no se prevé su continuidad. “Acá fuimos censados y dicen que ahora van a entregar 20 y nos van a ir moviendo porque acá van las cloacas. A Massa no le importa la villa, todo es para el turismo” agrega Teresa que vive justo enfrente del basural.

En la recorrida por los barrios también estuvieron presentes los precandidatos a concejales Diego Bolo Bolaño y Carmen Salcedo.