Un Bolo Bolaño en las listas del Frente para la Victoria (FPV). Diego Boló Bolaño, abogado y músico, proviene de una de las familias más tradicionales de Tigre, vinculada a las escribanías, e integra hoy la lista de candidatos a concejales del FPV de Tigre. Se formó en la militancia social y universitaria, más tarde adoptó las banderas del kirchnerismo y se sumó al partido Nuevo Encuentro. Desde el 2012, Bolo Bolaño es asesor legal de la Delegación del AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual) que tiene sede en Tigre. En esta entrevista se refiere a las problemáticas centrales de Tigre y propone la promoción de la comunicación popular, el fomento de la cultura local a partir de la apertura de espacios públicos para los artistas locales y la generación de ámbitos para la participación ciudadana como el presupuesto participativo, entre otras cosas.

        ¿Dónde comenzaste a militar? – “De chico ayudaba en la capilla Niño Dios y después empecé con la militancia universitaria en la carrera de Derecho de la UBA y milité en el MST (Movimiento Socialista de los Trabajadores). Con las lecturas del leninismo y el marxismo encontraba contradicciones a cada paso, porque siempre fui nacionalista. Ponía la escarapela arriba de la mesa y me decían que era un pequeño burgués. Aunque era una órbita muy alejada de lo que era la práctica real de la política necesitaba herramientas para discutir en mi casa y en otros lugares. Más tarde en el 2005 me entero del Plan Nacional de Alfabetización, y empecé a trabajar en alfabetización de adultos en el barrio Santa Rosa de Virreyes y en San Francisco, cerca de Las Tropas. Ahí conocí a Alicia, que ahora es mi esposa y con ella también dábamos apoyo escolar para niños”.

        ¿Cuándo y cómo se inicia tu apoyo al kirchnerismo? – “Cuando Néstor Kirchner asume en el 2003, si bien tenía un discurso interesante yo tenía muchos prejuicios. Pero con las primeras medidas que tomó como la reforma de la Corte Suprema que fue una bisagra importantísima, y una seguidilla de políticas como el “No al ALCA”, que yo siempre había levantado, me fui acercando cada vez más al Proyecto Nacional. Me sentía cada vez más representado, mas allá de que yo no era oficialista, y fui encontrando mi lugar”.

        ¿Y cuándo te sumas a Nuevo Encuentro? – “Empecé a militar en Nuevo Encuentro en el barrio de Montserrat y me pasan el teléfono de Alfredo Mores, que era el compañero que estaba en la zona de Talar y empecé a militar con Alfredo en Tigre. Alfredo es un militante de la década del 70 que está vinculado a los DD.HH. En aquel momento, Martín Sabbatella apoya al Proyecto Nacional cuando la Presidenta adopta medidas fundamentales para el país como en el 2008 fue la batalla por la 125 y, después, el fallecimiento de Néstor Kirchner fue determinante. Más allá de todas las coincidencias ideológicas, esa situación me convenció para salir a bancar el proyecto como nunca”.

        ¿Cómo fue el pasaje de la militancia estudiantil y social al kirchnerismo? – “La militancia de base territorial me abrió los ojos en cuanto a los prejuicios y purismos que yo tenía de estar bien alimentado en mi casa y el contraste con la realidad me hizo cambiar la lógica de pensamiento, y tratar de entender que los procesos que se abren en los barrios no son procesos perfectos que se explican desde una tarima o desde una teoría. Me conmovía todo, los pibes pidiendo en la calle. Me conmovía la desigualdad de todos los días y peleaba contra la discriminación”.

        ¿Te ha generado alguna contradicción en tu familia el hecho de formar parte de la lista del FPV? – “Sí, totalmente. En mi entorno familiar tenemos muchas diferencias. Nombrás la palabra “kirchnerismo” y enseguida surge la discusión porque consumen lo que los medios hegemónicos proponen y, desde mi punto de vista, tampoco son conscientes de dimensionar cuál es la envergadura de los cambios estructurales que ha llevado este gobierno. A pesar de todas las diferencias, el debate siempre nos enriquece”.

“Cuando tenés la posibilidad de crear y pensar, podes defender tus derechos de la mejor manera”

        ¿Cuáles considerás que son las problemáticas más importantes de Tigre? – “La brecha de desigualdad que tuvo Tigre en la década del 90 sigue siendo la principal problemática que tenemos hoy en día. Cuando emergen los proyectos inmobiliarios privados, se produce una ruptura en la presencia del Estado. Por otro lado, el gobierno nacional ha tomado medidas para que la presencia del Estado llegue a todos los ciudadanos, pero la fragmentación de la sociedad en Tigre todavía es una deuda, y lamentablemente se viene profundizando cada vez más. Habría que tomar medidas estructurales para atenuar la desigualdad generada por la privatización de los recursos. También hay deudas históricas como es la accesibilidad a los servicios básicos, porque los barrios privados llevaron el asfalto, el agua potable, las cloacas y las luminarias sólo a la zona de influencia. Por eso hay que enriquecer los barrios con obras de infraestructura para cubrir las necesidades básicas como el acceso a la vivienda, al agua potable, al transporte público y a una salud que se corresponda”.

        Siendo músico, ¿qué proponés para el desarrollo cultural en Tigre? – “Las cuestiones culturales son transformaciones que dejan huellas y que permiten que uno se ubique de otra manera en la realidad. Si aprendés a usar una herramienta o un instrumento, vos modificás la realidad y cuando tenés la posibilidad de crear y pensar, podés defender tus derechos de la mejor manera. Nosotros desde el FPV tenemos la propuesta de realizar una feria pública de artistas, como se hace en la Plaza Dorrego de San Telmo. Tigre tiene las condiciones al ser un polo turístico tan importante y al tener un caudal de artistas importante. Proponemos políticas activas que generen trabajo genuino para los artistas locales inscriptos en el monotributo y con turnos rotativos en el circuito turístico de Tigre. Hoy, los artistas no tienen accesibilidad. Tenemos un playón gigantesco donde los fines de semana podría haber una feria de artistas genuinos de Tigre: escritores, pintores, escultores y músicos y así generar soluciones prácticas para las manifestaciones culturales de los artistas locales. Es completamente realizable y no implicaría demasiados costos para el municipio”.

        ¿Cuál es tu aporte particular en la lista que representa al Proyecto Nacional y Popular en Tigre? – “Me especialicé en derecho ambiental y laboral, y desde la escribanía siempre asesoré gratuitamente en las cuestiones de regularización de tierras y en temas de violencia de género. Por otro lado, desde mi experiencia como asesor legal en el AFSCA, hay una serie de medidas que se pueden proponer en Tigre como talleres de promoción de la comunicación popular en los barrios. Otras de las propuestas que tenemos consiste en que se prorratee la pauta municipal, por la cual la propaganda que genera el municipio tanto en gráfica como audiovisual se distribuya en forma igualitaria entre todos los medios de comunicación del distrito, oficialitas y no oficialistas. Eso es para evitar discrecionalidades, y esa política hay que trasladarla a todas las organizaciones intermedias, mutuales, sociedades de fomento y clubes”.

        Había un proyecto para trabajar sobre la Ley de Música, ¿cómo continúa la propuesta? – “Sí, queremos promover que se cumpla lo que establece el artículo 64 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, por el cual el 50% de la música que se difunde en los medios de comunicación tiene que ser de producción nacional, y de ese 50%, un porcentaje tiene que ser de músicos independientes. O sea que el 15% de la jornada diaria musical tiene que ser difusión de artistas y sellos independientes. Por otro lado, está prevista la creación de una radio municipal gratuita pero desde el municipio no nos han dado respuestas”.

        ¿De qué se trata la radio municipal? – “Hay una señal que el AFSCA le otorgó al municipio, pero creo que habría que debatir el formato de esa radio. En términos de regionalizar la radio, deberían intervenir distintos actores para que se escuchen todas las voces, y para que haya una mayor penetración de esa herramienta de difusión que es la radio municipal, que funcionaría las 24 horas. No es lo mismo manejar una radio municipal de forma discrecional, o si lo hacés con una convocatoria abierta a la comunidad”.

        La idea es que la radio esté abierta a la participación – “Sí, claro. Una de las banderas del FPV es ganar más espacios de participación en los distintos ámbitos. Por ejemplo una de las cosas que proponemos es que se implemente el presupuesto participativo. Hay modelos para adoptar. Hay que traccionar para generar una cultura participativa que le permita a la gente adquirir protagonismo, porque discutir una partida, aunque sea una pequeña partida llevada en el marco del presupuesto participativo, presentar sus proyectos y votar es todo una práctica ciudadana de profundización de la democracia”.