Entrevista a Gustavo Piantino, segundo precandidato a concejal por el FPV de Tigre

Abogado, especialista en Derechos y Humanos y políticas públicas, y con amplia experiencia en gestión de programas de oportunidades de inclusión social del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y recientemente Director del Área de Derechos Económicos, Sociales y Culturales del CELS (1), Gustavo Piantino asegura que, desde la gestión municipal, no se han implementado políticas inclusivas, que el desarrollo urbanístico no contempla a todos los sectores y que el Concejo Deliberante tiene que ser un ámbito de debate y de generación de propuestas.

        ¿Cómo vivió el lanzamiento del FPV en Tigre? – “Superó ampliamente nuestras expectativas en cuanto al apoyo que recibimos del gobierno nacional. Somos la expresión de Cristina Fernández de Kirchner en el distrito y tenemos la capacidad de marcar una agenda a nivel de los problemas del vecino de Tigre mostrando con claridad la vinculación directa que tiene Tigre con la inserción de este distrito en una provincia y en un país que salió de la quiebra, que recuperó la producción, el trabajo y el ingreso de las mayorías populares. Por lo tanto esto no es la obra de ninguna persona particular, sino que se trata de las consecuencias lógicas de un proyecto nacional que recuperó la Argentina y la transformó en estos últimos diez años”.

        ¿Cuáles son las áreas en las que considera que no se ha traducido el proyecto nacional en Tigre? – “El gobierno nacional ha instaurado un modelo de crecimiento con inclusión social para los 40 millones de argentino, pero acá, en el distrito, ese crecimiento económico no ha sido acompañado por políticas inclusivas. El 80% de la población no tiene cloacas, el 50% no tiene gas de red, el 40% no tiene agua corriente, y casi 50 mil vecinos siguen viviendo en asentamientos precarios. Recordemos que el Intendente que se va, llegó al gobierno en el 2007 con la consigna: agua y cloacas. Por lo tanto está dejando promesas incumplidas. Todas las herramientas de inclusión social, en mayor o menor medida, han sido del estado nacional y provincial a través de las cooperativas y programas de empleo y con un presupuesto como el de Tigre, que es uno de los más importantes, no se han generado esas políticas porque no hay una priorización respecto a estos sectores. Con un crecimiento poblacional y económico importante, Tigre sigue mostrando importantes niveles de desigualdad”.

        ¿Cómo deduce que no hay una priorización de los sectores más vulnerables? – “Podemos invitar a los vecinos a leer el presupuesto 2013 y verán que es un municipio que cuenta con importantes recursos. El 50% es de origen nacional y provincial, y se observa una ausencia de políticas de inclusión social cuando hay otros aspectos que se priorizan con total claridad como los gastos en publicidad y eventos. Por otro lado, vemos que hay un crecimiento económico sin desarrollo social que presenta situaciones casi escandalosas como las que ocurren en aquellos barrios como Las Tunas, que está rodeado de desarrollos inmobiliarios importantes y que ante una lluvia intensa termina inundado. El negocio inmobiliario se ha hecho sin considerar los intereses de los sectores más humildes, pero en definitiva no sólo afecta a un sector sino al conjunto de los habitantes de Tigre”.

        ¿Cuál es el rol que piensan desarrollar desde el Concejo Deliberante? – “El bloque de concejales del FPV va a estar siempre atento a la defensa de los intereses de los sectores populares de Tigre. ¿Cómo se expresa esto en términos concretos? Ejercer un fuerte control sobre cómo se ejecuta el presupuesto, la necesidad de visibilizar la situación de los vecinos y de buscar mecanismos de participación en sus distintas problemáticas. El Concejo Deliberante en Tigre es una escribanía donde el Intendente que se va tiene una mayoría aplastante. Tenemos que generar que el Concejo sea un ámbito de debate, de visibilización y de generación de propuestas de políticas públicas con inclusión social. Tigre es un municipio que tiene una potencialidad enorme, pero falta la decisión política de incluir a todos los tigrenses, y a eso apuntamos desde un bloque fuerte”.

        ¿Cómo observa los niveles de participación en Tigre? – “Si tomamos el ejemplo de la normativa de construcciones en las Islas vemos que no se ha dado participación a los directamente afectados y que no se respetó la cultura tradicional vinculada a la construcción. No se puede elaborar una Ordenanza desde un despacho o desde una fundación, el que tiene que aportar es el poblador que vive en la Isla. Hay que implementar mecanismos para que se contemplen los intereses de todos y todas. Esa es una de las funciones del FPV, estar atentos a que el Concejo Deliberante sea una caja de resonancia permanente de las problemáticas del vecino de Tigre y que desde el bloque se tenga una mirada sobre el conjunto de los habitantes y no una mirada sectorializada”.

        ¿Qué significa desde lo personal este desafío particular? – “Desde que alguien, siendo muy joven, me explicó que este mundo injusto hay que transformarlo y que la política es la herramienta que permite organizar a las mayorías postergadas, siempre milité con pasión. Aún en los peores momentos. Renunciar a la posibilidad de aportar un granito de arena a construir una sociedad más justa sería prácticamente renunciar a la vida. Hoy, ya con algunos años más, también juega con mucha fuerza en mi interior el futuro que quiero para mis hijas y mi legado para ellas. En cuanto a este desafío particular, creo que un militante tiene que estar dispuesto a todo: cuando haya que luchar, hacerlo; cuando haya que gestionar, hacerlo y cuando haya que competir electoralmente, hacerlo. Sin beneficio de inventario y siempre siendo coherente con las convicciones”.