Educar y castrar

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El trabajo de las proteccionistas en Tigre centro. Un grupo de voluntarias trabaja en villa Garrote desde enero. Ya se hicieron dos operativos de Zoonosis. Se propone, además, hacer una campaña de limpieza. Los perros potencialmente peligrosos deben ser registrados en Zoonosis. Adoptá a un callejero.

 

        Para mejorar las condiciones de vida de las personas y los animales se necesitan una serie de acciones conjuntas. Y esas acciones no pueden estar exclusivamente reservadas al Estado. Así lo entienden las proteccionistas que diariamente hacen su trabajo por las calles de Tigre centro, rescatando animales, propiciando campañas de castración y educando con el ejemplo.

        Una zona que necesitaba especial atención es la villa Garrote. Hacia allí fueron las voluntarias: “Gracias a una enfermera que trabaja ahí, logramos entrar. Al principio no nos miraban bien, pero cuando vieron que atendíamos a los perros, que le dábamos respuesta a la gente que tenía cachorros y no sabía qué hacer, la relación cambió. Ahora ya entramos solas, con el auto, conocemos a toda la gente”, contó Claudia Hernández, que desde hace 10 años trabaja en Tigre por la causa animal.

        Fruto de este trabajo, del operativo de Zoonosis del mes de enero resultaron 15 castraciones: “Antes el móvil iba, pero como no había difusión previa, se hacían muy pocas operaciones. Además, creo que hay un efecto contagio, porque la gente ve que el vecino castró al perro y se puso lindo, entonces también lleva al suyo. En el segundo operativo, a fines de marzo, se hicieron 30 cirugías”.

        En esta segunda oportunidad, muchos vecinos colaboraron: “Mucha gente llevó animales que estaban en la puerta de sus casas, les hicieron el ayuno y los tuvieron a la noche para el postoperatorio. Volverán a la calle, pero castrados. Realmente la gente necesitaba ayuda y no sabía cómo pedirla, ahora que saben que cuentan con nosotras, nos están esperando, ya nos preguntan cuándo volvemos”.

        Si bien en Garrote hay mucho perro callejero, las proteccionistas apuestan a sanear el lugar: “En general no se ven animales en mal estado, he visto cosas peores en Las Tunas o La Paloma. Seguiremos yendo, además, los vecinos ya tienen nuestros teléfonos, así que, si pasa algo, nos llaman”.

        Claudia remarcó la importancia de la difusión: “La falta de difusión puede generar el fracaso de un operativo, que implica una gran movilidad de recursos. Esto pasa en la isla, cuando van, castran pocos animales porque la mayoría de la gente no se entera. En este momento nosotras no tenemos un referente allá, pero nuestra idea es empezar a trabajar en la isla porque ese es otro gran problema que tiene Tigre”.

        Evidentemente, la población canina es excesiva, pero “el gran problema que tenemos, es el perro con dueño”, aseguró Claudia. “Si hay perras de la calle que no están castradas y nos avisan, nosotras las rescatamos, las castramos y esa perra no vuelve a la calle, se da en adopción. Pero hay gente que tiene perros machos sin castrar y como no llevan la cría a la casa, al dueño no le importa, lo tiene suelto y ése es el que anda detrás de una perra en celo. Cuando hay una perra en celo, alrededor hay 10 machos, muchos con collar porque sus dueños los dejan en la calle. Aquí, además de la irresponsabilidad del vecino por dejar al perro suelto, también está el tema cultural, porque muchos no aceptan la castración de los machos. Este es un cambio cultural que estamos tratando de lograr”.

        También es preocupante el exceso de animales en los caniles de Zoonosis: “En el 2010 había más de 50 animales, ahora hay 19, la mayoría son con causas judiciales, por eso no podemos darlos en adopción. Una vez terminada la causa o la observación antirrábica, son dados en adopción. En lo que va del año, ya dimos 13 perros de Zoonosis”.

        Para resolver el tema de los perros callejeros, Claudia sostuvo que hay dos pilares: educación y castración. “Hay que empezar a educar en las escuelas, a los chicos. Y después castrar y castrar. Y pedirle a la gente que en lugar de comprar un perro, adopte”.

        Otro aspecto importante son las razas potencialmente peligrosas: “Nosotros fomentamos la tenencia responsable, desde un pequinés hasta un rottwieller, claro que es más peligroso el último. También fomentamos la castración, tanto de hembras como de machos, porque eso hace que los animales no sean agresivos. Muchas veces los machos son tranquilos, pero huelen una hembra en celo y se ponen agresivos. Además, a los animales hay que tenerlos en las casas, no dejarlos salir solos, porque el animal puede provocar un accidente, morder a otro perro, a un niño. Estoy de acuerdo con el registro de los animales potencialmente peligrosos. Hay muchas personas que los compran sin conciencia de lo que pueden hacer. Así como para comprar un arma exigen que la persona se registre, estos animales son exactamente lo mismo. Hay mucha gente que tiene animales que no puede manejar; el animal necesita siempre un alfa y si el dueño no es alfa, el animal va a dominar”.

        En la provincia de Buenos Aires rige, desde abril de 2010, la ley 14.107 de razas potencialmente peligrosas, que establece un registro de propietarios, en el cual deben ser registrados los datos del animal y del dueño. En el momento de la inscripción, se le entrega al dueño un instructivo de crianza y prevención. Las razas que deben ser registradas son: pit bull, rottweiller, dogo, mastín napolitano, bull terrier, akita, staffordshire, fila brasileño, presa canario, gran perro japonés, doberman, bullmastif. En nuestro municipio, la inscripción debe realizarse en el Centro de Zoonosis, Pueyrredón 211, de lunes a viernes de 8 a 14 hs.

        Debemos recordar que los perros son, en definitiva, como sus dueños los crían. Si querés tener un compañero, siempre hay un perrito callejero que está esperando que alguien lo adopte. Vos, ¿te atrevés a andar con un callejero?

 

En el puerto de frutos, sábados, domingos y feriados, las voluntarias están esperando a los adoptantes con perritos rescatados de las calles. Los animales se entregan castrados, desparasitados y vacunados. Claudia aclaró: “En el puerto no recibimos animales. El vecino que tiene un animal para dar, tiene que ir a Zoonosis y allá se le dará un turno para ser dado en adopción. El día del turno, la persona viene a las 10 de la mañana y si a las 18 hs. no se dio en adopción, lo tiene que retirar y se le vuelve a dar otro turno”.

 

Visitando la villa para ayudar a los animales, las proteccionistas se encontraron con una triste realidad. “Vimos mucha basura, barro. Por eso pensamos organizar un grupo para juntar la basura y tratar de rellenar con piedras las calles o pasajes que hay entre las casas, porque se hace muy difícil andar por ahí. El municipio hizo la conexión del agua, entonces ahora, para mejorar un poco más, hay que hacer limpieza”, dijo Silvia Romitteli, invitando a todo el que se quiera sumar.

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