Añetegua. Camino a Iwoka, la tierra sin mal

Mitología y creencias guaraníes en el primer libro de Macarena Traversa. Terminó de escribir la novela en mayo de 2012 y, mientras estuvo en proceso de elaboración, habló con muy pocas personas del libro. Ahora se está preparando para la presentación en el Museo de la Reconquista y sigue estudiando la cultura del pueblo guaraní.

 

        Tener padres que deciden quedarse a vivir en Tigre porque se fascinan con las palmeras de la Av. del Libertador, no asegura que salga una hija escritora, pero es un indicador de que en la familia circulará la sensibilidad. Y esto se puede asegurar de Macarena Traversa: es una joven sensible, que puede apreciar sonidos, colores, paisajes. Su fantasía fue alimentándose con la lectura y, un día, se sentó a escribir. Pero no lo hizo por necesidad económica, como la autora de Harry Potter; lo hizo para satisfacción personal y, entonces, comenzó la magia.

        “En 2006 empecé a escribir una historia fantástica porque siempre me gustaron. La terminé, la guardé en un pendrive y lo perdí. Entonces volví a empezar”, contó Macarena. “Comenzaron a aparecer leyendas guaraníes, leí más y más. Surgió gente que estaba aprendiendo la lengua guaraní, me fui interesando y metiéndome cada vez más en el tema. Me pareció extraordinario hacer una novela fantástica para niños con identidad propia. Así surgió Añetegua”.

        La primera novela de Macarena es la historia de dos jóvenes que hacen un recorrido donde se encontrarán con peligros y con seres del bosque que los ayudarán.

        “Leí muchas leyendas y seleccioné para mi historia algunas, que traté de respetar, pero en algunos casos decidí hacer modificaciones. Espero que no se enojen conmigo”.

        Empujando la canoa por el río Luján, los personajes serán deslumbrados por una puerta de cristal que les permitirá conocer una tierra donde “hace años… el hombre y los seres elementales compartían la misma dimensión”.

        Avanzando por ese espacio ficcional que Macarena intentó plasmar “en cada detalle, para que el lector se sienta inmerso en el lugar”, Juan y Miguel descubrirán seres malvados y también benévolos, pero nunca estarán expuestos a situaciones de violencia extrema: “Trato de que no aparezcan situaciones violentas, no me gusta que haya escenas agresivas porque el libro está pensado para los niños. Ya hay muchas películas y dibujitos violentos, yo traté de que mi novela no sea así”. Por esto, algunos de los seres fabulosos – como el pombero – están despojados de sus aspectos negativos, aunque “cada tanto, le salen las cositas no tan buenas que tienen”.

        Como todos los héroes, los protagonistas llegan a una tierra prometida, Iwoka, que “era la tierra sin mal de los guaraníes, la tierra prometida donde no existe el mal ni el miedo”.

        Cargado de enseñanzas y mensajes, en el libro van apareciendo valiosas sentencias: “ser valiente no significa tener miedo”, “todos tenemos un poder inmenso que reside en nuestro interior”, “no dejes que la tristeza te arrastre”.

        Añetegua es la primera novela de una saga compuesta por 7 libros, relacionados por 7 pergaminos que contienen verdades que servirán a los niños para ser mejores y más felices.

        La novela se presentará en mayo en el Museo de la Reconquista donde su autora, con seguridad, será consultada por esas verdades ocultas.

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