“El músico cumple con la función de contar realidades”

Presentación de Runa Folklore Urbano en el Martinelli. El sábado 18 de octubre, el grupo subirá a escena para compartir los 12 temas que conforman pensarnos, su último CD. Por los caminos de la búsqueda interior y el compromiso social, los músicos proponen melodías que se van enraizando en el corazón del público.

 

En un entorno natural – un mburucuya subiendo por una de las paredes, plantitas silvestres regalándonos sus flores, un jacarandá que aún no floreció, pero se vivifica con un nidito entre sus ramas – entre risas y definiciones categóricas (“el músico cumple con esa función, cantar realidades, denunciar”), este medio dialogó con tres de los integrantes de Runa Folklore Urbano.

Entusiasmados por la próxima presentación del último disco, pensarnos, los hermanos Barrionuevo, Hernán y Sebastián, junto a Gastón Corrales, aseguraron que la fusión que hacen es clara porque, si tocan una chacarera, se nota que no son santiagueños. Y eso es justamente lo que el público les reconoce: ese toquecito urbano en los ritmos tradicionales del folclore argentino.

Si bien en noviembre del año pasado hicieron el lanzamiento de este nuevo disco, será el sábado 18 de octubre, en el Teatro Martinelli (Lavalle 3021, Victoria) la presentación oficial, esta vez con el CD en mano – mejor dicho, en las estanterías – ya listo para la venta.

 

Búsqueda interior

Los tres escriben desde pequeños, por eso, a medida que la banda se fue consolidando, aparecieron cada vez más temas propios. “De los 12 temas de este CD, 11 son nuestros. En el anterior había 8. Nunca fuimos de callarnos mucho”, dijo Hernán. Las tres voces que nunca se callan, suenan acompasadas, alimentadas por el agua que baja del cielo, que es luz, que es azul, que es rayo, que es fulgor que inunda los corazones.

Seleccionar temas, grabar, arreglar, regrabar, un trabajo intenso de preproducción, porque este CD tiene algo que no es habitual: un concepto general que va hilvanando las canciones. “El disco lo pensamos y sobre eso fuimos eligiendo las canciones, que forman parte de un relato, que es ese mirarse hacia adentro, esa búsqueda interior que teníamos cuando empezamos a planear el disco”, explicó Gastón.

Felices con el resultado obtenido y el camino que han logrado construir, Hernán aseguró: “Hacer canciones y poder tocarlas con la gente que uno quiere, eso ya es una realización. Si, además, la gente empieza a cantar nuestras canciones y nos dice ‘este tema me emocionó’, bueno… ya está”.

Fácil es corroborar que los temas de Runa están pegando: algunos, como “Niño Serrano” o “Vuelvo a Córdoba”, ya son clásicos que el público pide, tararea y comienza a cantar, apenas suenan los primeros acordes. De este disco, nos conmueve “Solo cuando” (un golazo la voz de Berenice), “Ser parte” (cargada de imágenes sugestivas como “ser esa brisa que alivie el calor”) y “Agua”, cuyos versos iniciales nos instalan en el gran tema de la actualidad: “agua que bajas del río, nunca dejes de correr / que se entristece mi campo y ya no habrá qué comer”.

Como el canto es compromiso y también es alegría, los consultamos sobre la posibilidad de bailar los temas rúnicos: “Tenemos chacareras que se pueden bailar y otros que no se pueden bailar de manera tradicional, pero sí para divertirse”, apuntó Sebastián. Porque a todos nos gusta cantar, bailar, compartir la alegría de estar juntos, por eso necesitamos muchos espacios culturales y también actividades al aire libre, en plazas, a la orilla del río.

 

Andar con el nuevo disco

“Un disco es una huella que se deja”, dijo Gastón. Es, primeramente, un sueño; luego, un niño que se arrulla y, después, se acompaña a caminar. “Ahora estamos pensando en andar con este disco. Nunca se sabe cuánto tiempo, la misma obra lo dirá. Hay que dejar que las canciones tomen su vuelo. Ojalá que haya canciones que no podamos dejar de tocar nunca”, agregó el bajista.

La presentación en el Martinelli está cargada de sentimiento. “Yo toqué ahí por primera a vez a los 15 años”, recordó Sebastián. “Muchas veces tocamos en ese teatro. Barajamos la posibilidad de hacerlo otra vez en el Teatro de la Media Legua, excelente lugar, pero se nos dio la oportunidad del Martinelli que es un poco más grande y tiene muy buen sonido”, acotó Gastón.

Mucho o poco público, los músicos aseguraron que, igualmente, tocan con la misma energía: “No estamos pensando en cantidades ni en tiempos comerciales, eso sería un error”.

Después de la presentación del sábado 18 de octubre en Victoria, viene otra en el Auditorio de Radio Nacional, el 30 del mismo mes, acompañando a Bruno Arias. En noviembre, siguen en Capital Federal en un ciclo de miércoles en Libario (Julián Álvarez 1315). Les gustaría seguir haciendo presentaciones en zona norte, pero mencionaron que, incomprensiblemente, en los 4 municipios están cerrando espacios culturales: “Vemos una intención de vaciamiento cultural. Sabemos, por ejemplo, que el Martinelli no es para todos, nosotros fuimos una excepción. Pero, como artistas, no podemos estar en una burbuja”, sostuvo Gastón.

“Nosotros siempre estamos denunciando, aunque nuestros temas no sean partidarios, pero si hablamos del agua, estamos pensando políticamente”, acotó Hernán.

Los tres coincidieron en que el arte, al menos el que ellos hacen, es compromiso: “El músico cumple con la función de contar realidades, denunciar. Algunos van a una marcha; otros cantan. Como los payadores antes, los músicos, ahora, tenemos la conciencia de que ese es nuestro papel en la sociedad”, cerró Hernán.

De payadores hablaron, por eso a Fierro recordamos: “yo canto opinando / que es mi modo de cantar”.

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