Bailar le hace bien al alma

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Coreografías en acrobacia en tela. Diana Ríos es la directora de la Escuela de Danza, Acrobacia y Circo Alas. Trabaja con niñas desde los dos años; coordina grupos de adultos y está siempre incorporando nuevas actividades, por eso para las vacaciones de invierno organizó una colonia basada en el movimiento y las artes. Para comunicarse 4736-7801.

 

Desde hace 10 años, la danza tiene cita en el Club Pacheco de la mano de Diana Ríos, directora de la Escuela de Danza, Acrobacia y Circo Alas, quien desde los 4 años sabe que bailar le hace bien al alma.

Además de ser profesora de danza, Diana tiene formación en estimulación temprana, recreación, juegos en la primera infancia, por esto su escuela tiene alumnas desde dos años, “con las chiquititas hago iniciación a la danza y actividad física en general; con ellas, sobre todo, hay que tener mucha paciencia”, señaló.

A las clases anuales, este año se han agregado, los días sábados, talleres intensivos de distintos estilos; uno de ellos es de entrenamiento corporal conciente, “a través de posturas de yoga se busca registrar el estado del cuerpo en cada posición, la idea es manejar, desde un lugar conciente, el movimiento”, explicó Ingrid Mugler, la coordinadora de este taller, quien además dicta las clases de acrobacia.

Hace ya dos años que la Escuela Alas incorporó acrobacia, en tela, piso y aro. “Estoy siempre buscando algo nuevo para mi escuela; la acrobacia en tela permite hacer coreografía y es una experiencia muy interesante”, acotó Diana.

Así como en las clases de danza se encuentran alumnas de todas las edades, lo mismo pasa con la acrobacia: “Hay clases de alumnas pequeñas y también de adultos. En todas hay una entrada en calor que es igual para todos; pero después se hace un trabajo más individualizado, lo importante es que cada uno pueda soltar el cuerpo. Se trabaja mucho de a dos con sensopercepción, hacemos improvisaciones, también utilizo elementos de la danza contemporánea. Las clases de los adultos duran 3 horas, enfocamos el trabajo desde la conciencia corporal y cada uno va progresando con su propio tiempo”. Para hacer acrobacia no hace falta ningún conocimiento previo, la técnica se va incorporando paulatinamente y hay algo fundamental: técnica y juego se van combinando, todos pueden saltar, subir, bajar, disfrutando del cuerpo en movimientos cada vez más atrevidos.

“Quiero que mis alumnas puedan disfrutar”, dijo Diana, “por eso aquí nada se hace con rigidez, acá se aprende, jugando”. También los padres tienen su espacio para el disfrute: “Las mamás y papás tienen clases gratuitas de baile, se juntan los viernes de 20 a 21 horas para bailar. Los martes y jueves, también de manera gratuita, hacemos gimnasia de 21 a 22 horas, en esas clases trabajamos un poquito más”. Los ritmos que prefieren los adultos son bien movedizos: salsa, rock, “se juntan para desconectarse, divertirse. Se arman grupos de amigos muy entretenidos”.

Entre las propuestas innovadoras, para este invierno, Diana está armando “una colonia basada en el movimiento y el arte. Un tema se puede expresar a través del baile, la pintura, la cerámica. Los padres están cansados de la colonia tradicional, por esto les vamos a proponer esta experiencia para sus hijas de 5 a 12 años”.

En 2010, Diana convocó al 1er. Encuentro de Danza Zonal, “cada escuela mostró lo que hace; fue un intercambio muy interesante. Comenzaremos a trabajar para hacer el 2do. Encuentro”.

La escuela tiene también su fase solidaria: “Todos los años hacemos algún trabajo social; hace tres años trabajamos a beneficio de un grupo indígena de Formosa; ahora tomé contacto con la Fundación Down Tigre, estamos viendo cómo podemos trabajar juntos”.

Tanto despliegue de actividad es acompañado por los padres, “hace poco, un papá donó colchones de caída, un material espectacular, se lo agradecemos muchísimo porque es una manera de sentirnos apoyadas”, manifestó, con entusiasmo, Diana.

Para ver a docentes y alumnas en todo su esplendor, no hay que perderse la muestra de fin de año: “Bailan todas las nenas y desde hace tres años cerramos con una comedia musical. Bailan, actúan, cantan. Desarrollan toda la potencia que tienen. En muchos casos, cuando las mamás las ven, no lo pueden creer”. Indudablemente, Diana sabe combinar técnica y recreación y descubrir el ángel de cada una de sus alumnas; por eso, en las muestras anuales, la emoción y el orgullo se apodera de todos los familiares que buscan retener, en sus fotos, un paso de danza aprendido con amor.

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