Se cumplió el sueno de la Dama de los Botes

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Historia del Partido de Tigre – Parte CII

A partir de un robo perpetrado en la casa de Piero Matregrano, las fotografías de las mujeres desnudas de la serie “La dama de los botes” se diseminaron por las Islas generando un gran escándalo. Es así que un grupo de hombres enfurecidos fue en busca de Piero, no lo hallaron pero le quemaron la casa. Muchos años después, Olímpico – el hijo del fotógrafo y quien reconstruye la historia familiar relacionada a las Islas del Delta y la fotografía – encontró una publicación francesa con las fotos de su padre. Piero había cumplido el sueño de publicar ese álbum en Europa.

 

Aparentemente en búsqueda de una fortuna que tenía escondida, una noche entran ladrones a la casa de Piero. Si bien no encontraron el dinero, sí hallaron el material fotográfico que Piero guardaba prolijamente en carpetas y se lo llevaron.

A los pocos días las fotos se habían esparcido por las Islas y las tomas de la Dama de los Botes provocaron un escándalo social. Las polémicas fotos circulaban de mano en mano entre los isleños con el temor de encontrar en ellas a alguna mujer de la propia familia. Muchas de las mujeres al verse retratadas en las fotografías, aseguraron haber posado bajo amenaza de muerte, otras decían que habían sido embrujadas por el fotógrafo o que habían sido emborrachadas. También estaban las que negaban su propia identidad.

Al reconocer a sus propias hijas, esposas o hermanas, los isleños se enfurecieron y una noche fueron en busca del pornógrafo para “cagarlo a tiros”. Fue así que se dirigieron en procesión náutica hacia la casa de Piero en el río Carapachay, llevando palos, machetes, escopetas y antorchas. Piero pudo huir antes de que lo apresaran, pero los hombres en cólera le prendieron fuego al rancho y las pocas pertenencias que el fotógrafo había dejado.

 

Reaparecen las fotos varias décadas después. “Su vida valió la pena”

A partir del escándalo de las fotos, Olímpico no volvió a tener noticias de su padre hasta que un día paseando por Parque Rivadavia encontró un libro que lo conmovió y que compró por unos pocos pesos. Con el título “Le studie femme”, una editorial francesa publicaba una obra con fotos de mujeres desnudas donde aparecían decenas de fotos del álbum “La Dama de los Botes”. El libro no mencionaba al autor de las fotos, pero Olímpico no dudó en que le pertenecían a Piero Matregrano. Este hallazgo le permitió a Olímpico inferir que su padre había cumplido su sueño de confeccionar un álbum de fotos y publicarlo en Europa, al igual que su abuelo Vittorio al fundar la comuna en las Islas.

Durante muchos años, Olímpico vivió avergonzado por la vida de su padre, pero al observar los retratos de las mujeres en “Le studie femme” logró justificar las excentricidades de Piero. Pudo reconocer así al artista despreciado por los isleños y por su propia familia, calificado de pornógrafo.

“Nada se mantiene vivo en la isla por demasiado tiempo, muchachos, la intemperie destruye todo. La única forma de conservar para siempre la belleza es detectar el momento del esplendor y apretar el obturador, es lo que hizo mi padre, disparar, disparar, hacer foco y disparar, cumplió con su misión de fotógrafo. Yo quedé condenado para siempre como el hijo del pornógrafo, pero ya no me importa; hoy por hoy siento orgullo de mi apellido. Piero Matregrano retrató como nadie la belleza de la mujer isleña, que quedó plasmada en su obra, La dama de los botes, aunque el libro que editaron los franceses ni mencione su nombre. Su vida valió la pena” (1).

 

Fuente: Cófreces, Javier & Muñoz, Alberto, “Tigre”, Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2010.

 

(1) Cófreces, Javier & Muñoz, Alberto, “Tigre”, Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2010. Pág. 70.

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