Pasaron las elecciones y las obras quedaron inconclusas

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Siguen los reclamos en Rincón de Milberg. Reclamos vecinales en la calle Irala entre Marcos Sastre e Isleños. Promesas incumplidas se suman a obras que nunca llegan. A los viejos padecimientos se agregan los abusos de los barrios privados: calles cerradas, declives modificados. La palabra del delegado municipal, Pato Balbuena que reconoce que el tema de la basura sigue siendo problemático.

 

Ya en otras notas hemos hablado de los olvidados de Tigre: vecinos que viven alejados de las zonas turísticas, ocultos por el muro de una arenera o acorralados por paredones de barrios privados. Aún así, esto no logra impedir que la gente se manifieste, dejando en evidencia la inoperancia de los funcionarios públicos e, incluso, el desparparjo con que un día prometen u, al otro, le dan la espalda a sus votantes.

 

La gran decepción

A unas 3 cuadras de Santa María, en la calle Irala entre Marcos Sastre e Isleños, los vecinos quieren vivir mejor. Para esto necesitan obras de infraestructura que escapa a sus posibilidades de realización. Por este motivo están solicitando que el Municipio cumpla con la parte que le corresponde como administrador de los impuestos que todos pagamos, incluidos los vecinos de la calle Irala.

Consultado Alejandro sobre los problemas que tienen en el barrio, detalló: “Vivo en Irala entre Marcos Sastre e Isleños, desde que nací, hace casi 50 años. El problema que tenemos es de toda la vida y se fue incrementando en los últimos tiempos a raíz de la instalación de barrios cerrados. Se nos empezaron a inundar las casas, los patios. Carecemos de desagües y estamos a sólo centímetros de desagües muy importantes que tienen que ver con la estructura que se construyó en la calle Castiglione. Además, la mayoría de las calles fueron hormigonadas, menos ésta y, si bien tenemos un mejorado, esto no acompaña la estética del barrio que, para nosotros, es un punto importante. A nosotros nos parece que, en lugar de mejorar, vamos hacia atrás”.

Es decir que los avances del pavimento y los desagües no llegaron a la calle Irala – “Estamos decepcionados y sorprendidos con la actitud del Municipio. Nosotros no somos opositores a Massa, al contrario, creo que la mayoría ha puesto su voto para esta administración, pero la sorpresa y decepción es que, cuando recurrimos a nuestro Municipio para que nos devuelva lo que corresponde, por los impuestos que abonamos, no tenemos respuesta. Son siempre evasivas, que no se puede y no se puede y nosotros entendemos que Tigre no es un Municipio pobre”.

Los vecinos hicieron gestiones formales, juntando firmas y presentando en una nota los padecimientos del barrio. Esto fue presentado al Municipio ya hace dos años, sin embargo no hubo respuesta. “Nosotros”, dijo Aníbal, “ya hicimos dos notas hace más de dos años. Pedimos veredas, cordones, pero ni siquiera cortan las ramas. Y después de las elecciones empeoró porque nos prometieron de todo, pasaron las elecciones y de los desagües que hicieron para que pasara Massa por acá, las tapas no las completaron, están todas las bocas abiertas; el pasto no lo cortan; el camión de la basura pasa cuando se le antoja; hay basura en las esquinas. Estamos a una cuadra del colegio y los chicos que vienen por Irala tienen que ir por la calle porque no hay vereda”.

Curiosamente, un día previo a las elecciones del año pasado hubo un fuerte operativo de mantenimiento en la vía pública, porque venía el diputado nacional, ¿verdad? – “Después de eso no hubo nada más. Dos días antes de las elecciones, vino la concejal Alejandra Nardi y después, olvidate”.

¿Fueron al Municipio, a la delegación y las respuestas no aparecieron por ningún lado? – “Este mejorado”, señaló Clara, “fue el primero que se hizo en la zona. Lo hicimos los vecinos, el Municipio no intervino para nada. Desde entonces, nada. Lo poco que hicieron, no nos sirve”.

“Ahora se habla de la prevención del dengue, pero acá en 20 metros hay 4 bocas de desagües totalmente abiertas. Hay olor, pastos, insectos, es una sumatoria de problemas”.

Néstor, un memorioso del barrio, intervino: “Acá no se ha hecho nunca nada, sólo se consiguió algo en época de Fosati. En el predio donde está el poli, nosotros queríamos un hospital de niños. El acceso continuaba, después se hizo el countri. Para el colegio, con un chico de 6to. grado, pusimos una canilla pública porque lo iban a cerrar porque no tenía agua. El asfalto lo pagamos nosotros, contratamos a Beccar Varela”.

¿Qué pasa aquí cuando llueve? – “La calle se llena de agua. Para el lado de los countris, directamente no se puede pasar. Hay una calle que está cerrada, sobre la Castiglione y tendría que estar abierta porque saca el agua hacia la Juana de Arco. Ahí hay un portón y después la calle sigue. Esa calle la cerraron y para nosotros es una salida más hacia el acceso y así no agarraríamos el agua”.

“Acá atrás, en el complejo de barrios privados, hay una pendiente natural. Ellos la levantaron para no inundarse y así invirtieron la caída, entonces nosotros nos llenamos de agua. Toda Irala está afectada por la pared de ese countri que no tendría que existir”.

En coro agregaron: “Tuyutí, en los planos, figura hasta Isleños. Los countris han cerrado calles”.

Todos estuvieron de acuerdo en que se necesita urgentemente el cierre de las bocas de tormenta, corte de pasto, una calle hormigonada, con los cordones como corresponde porque todos los vecinos pagan impuestos. “Estamos hablando de 3 cuadras, no son kilómetros. No sabemos por qué el Municipio no tiene presupuesto para este barrio. La calle Irala es la entrada principal a la escuela 19, a la media 7 y al poli. El Municipio nos ha negado esto, ellos dicen que la entrada principal es por Castiglione, pero a nosotros la realidad nos dice que es por la calle Irala, hay que venir en los horarios pico para verlo”.

“También tenemos el problema de accidentes viales porque por aquí circulan muchos autos, que ingresan de la avenida hacia el colegio con la intención de achicar el recorrido, uno puede ver autos zigzagueando, esquivando chicos que deben caminar por la calle porque las veredas no existen. Queremos una solución para estos problemas”, insistieron los vecinos.

Es evidente que la falta de poda hace que disminuya la iluminación; para hacer más patético el cuadro, un cartel indicador de calles está tapando una boca de tormenta (ver foto). “Encima, faltan carteles, así que la gente que no conoce la zona, no sabe cómo ubicarse y los pocos carteles que hay, están mal ubicados, no coinciden con la numeración de la cuadra”.

“Pedimos lomos de burro, por supuesto no los hicieron. El ex intendente Massa y su esposa están al tanto, porque días después de las elecciones Malena Massa vino por acá y caminó el barrio, pero después no pasó nada. Aparentemente, debajo de ellos, la organización del Municipio deja mucho que desear”.

 

Cuentas pendientes

Por su parte, el delegado de Rincón, Pato Balbuena, explicó cómo se desarrolla su semana: “Arrancamos con lo que es limpieza, montículos, ramas. También tenemos lugares donde falta agua, por suerte en el barrio Juan Pablo II ya se está habilitando el agua, AYSA todavía está trabajando. Cuando Massa era intendente, se creó la cooperativa Agua+Trabajo, porque ya AYSA había empezado con su planta en Dique y, sabiendo cómo son sus tiempos, se empezó a hacer toda la red en distintos barrios de Tigre”.

¿Con qué plantel contás para trabajar en calle? – “Tenemos alrededor de 25 empleados, que en su mayoría son de Rincón y eso permite que, en cualquier momento del día, cuando se los necesita, por ejemplo por la sudestada, se puede contar con los muchachos”.

El hecho de ser una zona baja, ¿hace difícil el mantenimiento de la localidad? – “Sí, todos nos enteramos cuando hay sudestada por el noticiero y después por el Municipio. Pero hay gente que no toma conciencia y saca la bolsa de basura igual a la calle, no la pone en el canasto correspondiente. También hay gente que poda y, aunque ve que se viene un temporal, tira la poda a la calle y todo eso termina yendo al desagüe”.

Seguramente tenés muchos reclamos, ¿cuál sobresale? – “Mayormente la demanda es el tema de la mugre, el barrido. Esta es una cuenta pendiente porque el intendente Zamora tomó la decisión de empezar a reciclar. En la delegación les damos bolsas a los vecinos, tenemos un camión cola de pato que hace la parte del SEPARÁ, entonces mezcla todo y lamentablemente va todo en una misma bolsa. Pero la decisión del intendente es que se empiece a trabajar con este tema”.

Hace 2 ediciones atrás, publicamos una nota de vecinos que están sobre la calle Galileo Galilei, detrás de la línea 60. Hoy nos reunimos con vecinos de la calle Irala, entre Marcos Sastre e Isleños. Las demandas son siempre las mismas. ¿Cómo se puede responder rápidamente para que esto no se haga más complejo aún? – “Nosotros sabemos que esto data de mucho tiempo. Se hizo un entubado, unas cámaras de desagüe, pero quedaron pendientes tapas, sumideros. No nos hemos olvidado de esta gente, pero nos agarró justo después de las elecciones, el tema de las vacaciones. Nosotros tenemos afectadas unas 12 personas en el tema del agua, pero al bajar las temperaturas, son menos y esto nos va a dar la posibilidad de llegar al vecino por estos reclamos que quedaron pendientes. Este es un año que se nos va a hacer muy difícil por el tema de la economía, pero se va a avanzar sobre estos temas que quedaron pendientes”.

Permanentemente se escucha de los voceros municipales que la recaudación de impuestos es satisfactoria y esto lo demostraría el presupuesto votado por los concejales a fines del año pasado. Esto, por lo tanto, restaría fuerza a la supuesta falta de presupuesto, pues, como bien lo dijeron los vecinos, las obras reclamadas no son kilómetros de calles; si algo se puede atribuir al presupuesto, es la determinación de prioridades.

Al cierre de esta edición, se nos informó que las obras sobre Irala se habían iniciado. Estaremos observando cómo avanzan las mismas.

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