Los primeros misioneros del Delta

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Historia del Partido de Tigre – Parte LXXXVII

Con la llegada de los inmigrantes al Delta del Paraná a fines del s. XIX y comienzos del s. XX, surgió la necesidad de que la nueva población, mayormente de confesión católica, contara con un servicio pastoral y un lugar para celebrar misa y cumplir con los sacramentos. Fue así que fueron enviados los primeros misioneros de la Compañía de Jesús, quienes con distintos medios, barco-capilla, vapor o lancha, se encargaron de llevar la palabra de Dios a numerosos ríos y arroyos.

 

El primer misionero en llegar al Delta fue el Padre Luis Isola de la Compañía de Jesús, en 1911 (1). Venía desde El Salvador. En ese momento las Islas estaban bajo la jurisdicción del Obispado de La Plata.

El Padre Isola, después de recorrer las Islas, mandó a construir un barco-capilla que bautizó con el nombre de “Cristo Rey” y con esta embarcación, que fue bendecida por el Obispo de Buenos Aires Monseñor Terrero, comenzó a realizar recorridas por todo el Delta.

Más tarde el Padre Jesuita Juan Marzal emprendió otra misión por las Islas del Delta en vísperas de la fiesta de Reyes. Se dirigió a la capilla puesta bajo la advocación del Sagrado Corazón, que estaba ubicada en Paraná Miní. Durante la misión que duró un mes, se recorrieron numerosos arroyos, en los que se realizaron bautismos, comuniones y se celebraron matrimonios.

Por su parte, el Padre Isola emprendió en el vapor llamado “La Fe”, un recorrido hasta el Paraná Guazú, deteniéndose en la isla del Almirante Álvarez de Toledo, lugar donde efectuó una breve misión. Pasó luego al Río Carabelas y en la Isla del Señor Juan Jaurreguiberry ante la gran concurrencia de feligreses dio por concluida la misión el domingo de Pascua, celebrando la Santa Misa de Comunión general.

A fines de 1910, el padre Luis Isola fue destinado por sus superiores a la Ciudad de Córdoba, donde permaneció como misionero hasta 1922, pero durante las temporadas de verano, se acercaba para misionar a los isleños.

En 1920, regresó de Chile el Padre Carlos Leonhardt a quien se le encomendó la atención de la Capilla de Paraná Miní. Allí celebraba misa todos los domingos. Cuando fue nombrado inspector de religión, se encargó de visitar las 50 escuelas existentes.

En 1924, por una donación del Señor Rómulo Ayerza, la misión del Delta encontró un medio de transporte propio. Se trataba de una lancha a motor llamada “El Salvador” con la cual se recorrió todo el Delta, tanto el de la provincia de Buenos Aires como el entrerriano.

 

Las misiones

Las misiones del Padre Isola y su sucesor el Padre Leonhardt fueron muchas. Este último en 1941 realizó alrededor de 50 viajes en el Paraná Miní en un vapor con el que tenía de 3 a 4 horas de ida, y otro tanto de vuelta. De estas misiones se pueden obtener los siguientes datos de la tarea realizada: bautismos 1360, confirmaciones 720, confesiones 18.700, comuniones 33.720 y matrimonios y regularizaciones 230.

En 1951, se dio por terminada la labor pastoral del Padre Leonhardt junto con su colaborador, el Padre Matías Crespi, quienes se retiraron por edad avanzada. Ese mismo año fue designado el Padre Luis Fusarelli también de la Compañía de Jesús.

 

Fuentes:

Torriell, Edel, “Historias Tigrenses”, Municipalidad de Tigre, Buenos Aires, 2001.

Luciano, Darío, “Navegación Isleña 1900-1967”, Instituto de Estudios Históricos de San Fernando de Buena Vista, Buenos Aires, 1999.

 

(1) Otra fuente señala que el Padre Luis Isola llegó en 1908, en: Luciano, Darío, “Navegación Isleña 1900-1967”, Instituto de Estudios Históricos de San Fernando de Buena Vista, Buenos Aires, 1999. Pág. 63.

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