El Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el primer tratado internacional de salud pública, aprobado en 2003, que entró en vigor en 2005. Su objetivo principal es “proteger a las generaciones presentes y futuras contra las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, ambientales y económicas del consumo de tabaco y de la exposición al humo de tabaco, proporcionando un marco para las medidas de control del tabaco que habrán de aplicar las partes a nivel nacional, regional e internacional a fin de reducir de manera continua y sustancial la prevalencia del consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco”.
Si bien la Argentina aún no ratificó este Convenio, en el III Congreso Latinoamericano y del Caribe “Tabaco o Salud” – realizado en Lima, Perú, entre el 15 y 18 de octubre – nuestro país recibió un reconocimiento debido a la sanción y promulgación de la Ley Nacional de Control de Tabaco 26.687 que incluye, entre otras cosas, la implementación de ambientes 100% libres de humo de tabaco en todos los espacios cerrados de acceso público y lugares de trabajo.
Sin embargo, la ley no ha sido aún reglamentada, por lo cual no se ha implementado efectivamente en todo el territorio nacional. Aunque el gobierno actual ha dado un importante paso en este sentido, se debe estar atento porque los enemigos acechan y no viene mal recordar que, en 1992, se aprobó una ley nacional de control de tabaco que fue vetada a las dos semanas de su aprobación como consecuencia de un fuerte lobby de la industria tabacalera.
Como estas artimañas de los industriales tabacaleros son conocidas a nivel mundial, el CMCT brinda medidas para frenarlas.
Lo que no se puede frenar es la evidencia científica que “ha establecido inequívocamente que la exposición al humo del tabaco causa muerte, enfermedades y discapacidad”, dijo la OMS.
En Argentina, cada año, mueren alrededor de 6000 personas no fumadoras como consecuencia de enfermedades causadas por la exposición a humo de tabaco ajeno. Además, “1 de cada 7 muertes en el ámbito laboral obedece a la exposición a humo de tabaco ajeno”, indicó un informe reciente elaborado por la Alianza Libre de Humo (ALIAR).
Teniendo una Ley Nacional de Control de Tabaco, ¿por qué algunos trabajadores de salas de juego de la provincia de Buenos Aires están expuestos a condiciones insalubres de trabajo y de desigualdad respecto a otros? La Dra. Pizarro, coordinadora nacional de ALIAR, dijo: “La ley nacional ya está vigente, no obstante es fundamental contar con el compromiso de los gobiernos provinciales y municipales para garantizar su aplicación y efectivo cumplimiento en el ámbito de su jurisdicción”.
Muchos son los mitos que rodean al comercio del tabaco, por ejemplo que es un negocio rentable para el Estado por las recaudaciones fiscales por impuestos al consumo de cigarrillos. Pero estas sumas nunca compensan las pérdidas producidas por los costos directos relacionados a la atención médica de las principales enfermedades atribuibles al consumo y exposición a humo de tabaco (EPOC, cáncer de pulmón, infarto de miocardio).
La exposición al humo de tabaco es un problema de salud pública. La implementación de políticas eficaces que brinden protección a nivel universal es la única manera de garantizar el derecho a la vida, a la integridad física, a la salud y a condiciones de trabajo dignas y equitativas.
Los trabajadores del casino de Tigre y, seguramente, todas las personas que van a jugar, esperan que el derecho a la vida sea más transcendente que la recaudación mensual.
La Unión de Federaciones de Fútbol Europeas (UEFA) anunció que la Eurocopa 2012 será libre de humo de tabaco. Esto implica la prohibición de fumar en los estadios, así como la prohibición de la venta y promoción de productos de tabaco. La medida está en línea con el compromiso de UEFA de promover estilos de vida saludables. La Comisaria europea responsable del deporte dijo: “El fútbol y el deporte tienen que ver con la salud y el tabaco tiene que ver con todo lo contrario, no se pueden mezclar”.
Así como para el número anterior de Actualidad, también para el presente se buscó la palabra de los gremios, en este caso la Asociación Gremial del Personal de Casinos. Lamentablemente, el empleado que oficia de recepcionista en la sede de Italia y Montes de Oca, al pedírsele una entrevista con un delegado sindical, exclamó rotundamente a quien firma esta nota: “Nosotros con los periodistas no queremos hablar”. Suponemos que quien es la cara de presentación de la institución es, al mismo tiempo, su palabra oficial, por lo cual lamentamos enterarnos que, quienes fueron elegidos para representar a los trabajadores, no quieran hacer públicas sus posturas y/o acciones ante temas tan urgentes y delicados. Por otra parte, también se solicitó entrevista con el secretario Carlos Vittor, que nuevamente fue imposible concretar.
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