Tambalea la educación técnica

La reforma laboral también viene con sorpresa para el ámbito educativo. En el largo articulado de la reforma laboral, se metió por la ventana la creación de un instituto de formación laboral. Las prácticas profesionalizantes dejarán de tener una mirada pedagógica. Los docentes, ¿se transformarán en simples instructores? Se conformó la Comisión Nacional por la Defensa de la Educación Técnico Profesional.

 

El proyecto de ley de reforma laboral, que en realidad es una nueva y más profunda flexibilización laboral, tiene muchas malas sorpresas para todos los trabajadores. Una de ellas, de la cual poco se habla, es la creación del Instituto Nacional de Formación Laboral, dependiente del Ministerio de Trabajo, que actualmente conduce Jorge Triaca.

¿Qué es el Instituto Nacional de Formación Laboral? Simplemente, la defunción de la Ley 26.058, es decir la Ley de Educación Técnico Profesional; por lo tanto tambalea la educación técnica en nuestro país.

Es duro recordar el desguace de las escuelas técnicas durante los 90. Roberto Juárez, profesor de la Técnica 5 de Tigre, explicó: “En los 90, con la Ley Federal de Educación, destruyeron el CONET (Consejo Nacional de Educación Técnica) y crearon el INET (Instituto Nacional de Educación Tecnológica) a cargo de un economista: Martín Redrado”.

El deterioro sistemático que sufrió esta modalidad educativa estuvo en consonancia con el proceso de desindustrialización y el debilitamiento del sistema científico-tecnológico. La única preocupación del gobierno neoliberal menemista era: disminución del gasto público, implementación de políticas de ajuste y achicamiento económico, control del déficit fiscal.

“A partir del 2016, el gobierno puso al frente del INET a otro economista, Gabriel Sánchez Zinny, que ejecutó sólo el 17% de los fondos de financiamiento para las escuelas técnicas”, dijo Juárez y agregó: “Inventó también la figura del codocente, que son jóvenes sin formación pedagógica que cobran un tercio del sueldo docente”. No les basta con bajar los sueldos docentes, buscan también desprestigiar la tarea profesional haciéndole creer a la gente que cualquiera, con un cursito rápido, puede enseñar. “Esos jóvenes son capacitados por la Fundación Enseña por Argentina”. Las temibles fundaciones, sostenidas económicamente no se sabe por quién, incorporadas a la educación pública.

Todo este trabajo corrosivo se vería coronado con la implementación de la Capacitación Laboral Continua, Título IV del proyecto de reforma laboral que establece la creación del Instituto Nacional de Formación Laboral, conducido por el Ministerio de Trabajo y Directores nombrados por el Poder Ejecutivo, que representan al empleador y a los trabajadores registrados. El Ministerio de Educación, bien, gracias.

En el art. 76 queda específicamente aclarado que se limita la vigencia de la Ley 26.058 en lo referido a las prácticas profesionalizantes de nivel secundario. Es decir, los jóvenes terminarán siendo mano de obra barata, sin ningún tipo de seguimiento pedagógico; en cuanto a los docentes, no se sabe qué suerte correrán. Quizás quieran mandarlos con un cohete a la luna.

Acostumbrados a presentar batalla, los docentes ya conformaron la Comisión Nacional por la Defensa de la Educación Técnico Profesional. Sería conveniente que los padres y madres también se ocupen del futuro de sus hijos.

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