El interés colectivo debe prevalecer sobre la comodidad individual

, Medio Ambiente

Contaminación ambiental, un tema de salud pública. El Dr. Enrique Aidar – vecino de Tigre centro – advierte sobre los efectos de las emisiones de gases de los autos y propone soluciones.

 

Es sabido que el congestionamiento vial es un tema recurrente de las grandes ciudades y Tigre no escapa de este problema.

La cantidad de autos particulares que llegan los sábados, domingos y feriados ha transformado a Tigre centro en un espacio incómodo, en primera medida, para sus propios habitantes y, en segundo lugar, para los mismos visitantes que, seguramente, se irán con un pico de estrés después de haber pasado una grata tarde en el Puerto de Frutos.

Al entorpecimiento de la vida cotidiana de los vecinos – agravado por el estacionamiento medido – se agrega un tema más preocupante aún: la contaminación ambiental que afecta la salud de quienes eligieron este lugar para vivir.

 

De la gente nadie se acuerda

El Dr. Enrique Aidar, especialista en neumonología, atento y preocupado por los efectos de la contaminación a la que se ven expuestos quienes viven en la zona más transitada por los automovilistas, habló sobre el tema.

“Creo que hay un cálculo que indica que los sábados, domingos y feriados vienen unos 50 mil autos. Es una barbaridad. A eso de las 5 de la tarde empiezan a irse y van a paso de hombre, regulando el motor, en primera. Yo he contado por Sarmiento (esquina Sáenz Peña) unos 15 autos que pasan por minuto. Eso genera una nube tóxica en todo el ambiente. Por eso apelo al buen criterio de las autoridades para que solucionen este problema”.

Como hace tiempo viene pensando en esto, él mismo aportó una solución: “Sé que va a recibir críticas, pero la autoridad puede implementarlo, si entiende el caso: cerrar la entrada al puerto a partir de las 10 de la mañana, así podrían entrar los proveedores. Pero después no entra nadie más! En el playón de estacionamiento paran los micros; en Cazón, los autos y la gente – como sucede en algunos países europeos – iría caminando hasta el puerto. Incluso se le puede dar trabajo a guías de turismo para que vayan mostrando las cosas más destacadas de cada calle. Esta es la solución que yo veo, pero hay que tener vocación para hacerlo”. Y como no es ingenuo, agregó: “Sé que van a saltar muchos intereses, porque habrá más posibilidad de oferta, ya que al ir caminando, se beneficiarían los pequeños negocios que están desgranados por las distintas calles. En cambio, en la actualidad, la gente pasa y se va al fondo”.

También hizo una observación sobre los camiones que pasan a diario: “Cada vez son más grandes. ¡Hacen unos ruidos! Algunos largan unas bocanadas de humo! Esto es una barbaridad, no lo tuvieron en cuenta nunca”.

Sobre este punto, también sugirió una posibilidad de solución: “En el puerto debería haber un lugar de control para los camiones. El que no está en condiciones, no circula”.

El Dr. Aidar advirtió que “debido al desconocimiento, los vecinos no se dan cuenta sobre los efectos de la contaminación atmosférica y auditiva, pero en cuanto alguien los alerta, prestan atención”.

Que los automóviles no representan una opción viable para las ciudades, es un hecho indiscutible. Los especialistas plantean alternativas de movilidad más eficientes y saludables y recomiendan que el tema sea prioritario en las políticas públicas, sino se corre el riesgo de que el derecho a una ciudad vivible, se desvanezca ante la prepotencia de los motores.

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