La pasión por la vida vegetal. Planto luego Existo, un vivero orgánico donde se pueden encontrar cactus de colección, semillas de plantas sagradas, plantas carnívoras. Además, para completar la visita, el asesoramiento de Germán Bosio, que siempre está dispuesto a la charla distendida. Abierto de martes a sábados, Lope de Vega 1922, Tigre.

Para algunos, el verde es el color de la esperanza; otros le dan connotaciones sexuales; los decoradores lo usan para crear ambientes relajantes; para todos, sin excepción, el verde es vida, ya que, gracias a la clorofila, las plantas inician el proceso de la fotosíntesis, esencial para nuestra existencia.

Por eso, cuando Germán Bosio decidió dedicarse a la producción de plantas, encontró la síntesis de su búsqueda en la expresión “planto luego existo” y de esta manera bautizó al vivero artesanal donde produce cactus, plantas carnívoras, medicinales y también bonsai.

Germán empezó haciendo sus ensayos en “un pedacito del patio” materno, hasta que “hace 5 años empecé este emprendimiento como alternativa a los viveros comerciales. Aquí tenemos especies que no se encuentran en otros lugares y además nos diferenciamos porque hacemos un manejo orgánico de la producción. No utilizamos pesticidas ni nada que sea químico, ni para matar insectos ni para que las plantas crezcan más”. ¿Qué hacen con los insectos?  Realizan un control biológico, por ejemplo, “ponemos una planta que a las hormigas les guste comer, así no atacan las plantas que estamos cuidando más”. O sea que ponen en práctica el beneficioso lema de vivir y dejar vivir.

El joven cultivador confesó tener especial interés por los cactus y crasas en general, “es lo que más nos gusta, requieren poco agua y esto también hace al tema ecológico, ya que en muchos lugares se plantean jardines que no tengan un consumo de agua importante porque es un recurso que escasea”.

En cuanto a los árboles, su recomendación es que sean “autóctonos porque atraen mariposas y pájaros también del lugar. Además se pueden tener especies comestibles, que aportan algo más que la decoración”. Otra sugerencia: “Si uno le da a las plantas las condiciones que requieren, por ejemplo saber la ubicación, el suelo que necesitan, lleva menos tiempo cuidarlas”. Todos los que quieran profundizar en estos conocimientos, pueden consultar por cursos o charlas al 5197-4350.

Cuidado que pincha

Los cactus son plantas nativas de América, han ido adaptándose a los cambios climatológicos y en especial a las sequías gracias a su capacidad para almacenar la humedad.

Últimamente, los coleccionistas de cactus están creciendo, entre otras cosas porque “son plantas que necesitan cuidados específicos, pero muy pocos”.

En el vivero de Germán se pueden encontrar cactus nativos de Argentina y también de México y Estados Unidos que “son los más difíciles”; pequeños ejemplares velludos y carnosos y otros “de porte grande para decorar un jardín que, a veces, son difíciles de encontrar”. Conviven los astrophytum, los fosforas, las mammilarias, con las aporocactus flageliformes, ideas para macetas colgantes.

“Hay unas 10 mil especies de cactus y se puede seguir buscando variedades”, señaló Germán. Todos necesitan poco agua en invierno y “algunos precisan suelos pedregosos, otros tierra negra porque usan sus nutrientes. Por esto nosotros tenemos las plantas rotuladas, conocemos su nombre científico, lo que permite saber de dónde provienen, cómo es el clima de la región, qué características de cultivo requieren”. Es decir que en el vivero Planto luego Existo, el cliente encontrará asesoramiento: “Si a la persona le interesa profundizar, podemos orientarlo, por ejemplo, darle un régimen de fertilización con productos orgánicos, indicarles cuándo pueden cambiar de maceta. También les explicamos cómo proteger a las plantas de los insectos de manera orgánica”.

El control biológico sobre los insectos surge de una detenida observación: “Lleva un poco más de tiempo, pero da buen rendimiento, porque es un equilibrio natural, ya que, por ejemplo, las hormigas comen huevos de otros insectos y eso es provechoso”.

Además de cultivar, a Germán le gusta transmitir sus conocimientos, así que se toma el tiempo necesario para entablar una conversación, porque no sólo vende sus plantas, también crea “conciencia sobre el cuidado del medioambiente”.

Para comerte mejor

El vivero Planto luego Existo se instaló en Tigre hace un año. Como en toda mudanza, tenía que pasar el período de adaptación, en este caso, de las plantas: “Cuando uno se muda, pasa un tiempo hasta que las plantas se adaptan, pero eso acá fue muy rápido, les encantó este lugar. Tigre tiene una humedad increíble en el ambiente y para las plantas fue fantástico”.

El cambio fue muy favorable para las plantas carnívoras, ya que “viven en lugares pantanosos o turberas, por ejemplo, a las nepenthes, que son de la selva de Asia, entre la humedad y los mosquitos, les vino bárbaro”.

Las nepenthes, también conocidas como plantas de jarro, atrapan insectos en los jarros, que pueden llegar a los 40 cm. de largo; Germán las viene cultivando desde hace unos años: “Empezamos con semillas; el año pasado teníamos unos 80 ejemplares, este año ya tenemos cantidad. Cada planta lleva su tiempo de estudio, con las carnívoras es más experimental. Vamos trasladando conceptos generales de la botánica. Hemos matado unas cuantas, pero ya tenemos más de las que matamos”. Y las risas se dispersaron por el vivero.

Las carnívoras más conocidas son las Venus atrapamoscas porque “el efecto es inmediato, el insecto pasa y las pinzas se cierran. A los chicos les fascina”. Y seguramente la fascinación es compartida por todos aquellos que gustan de las rarezas como ver colgar una nepenthes con sus jarros suspendidos en el aire o el lila intenso de un cephalotus.

No sólo las carnívoras atrapan la mirada del visitante, también el mburucuya rojizo que se trepa en las rejas del frente, los bonsai con sus formas tortuosas, las bromelias, la flor de patito o las semillas de flores sagradas.

Desde tiempos remotos, las plantas han atraído a los hombres, porque lo alimentan, le dan sombra, lo abrigan; los dioses griegos transformaron a Dafne en laurel; los poetas hicieron de la rosa en símbolo de belleza y amor; usted, ¿qué espera para plantar una semilla?