A 38 años del golpe cívico militar. En el Día Internacional de la Mujer, se realizó el acto homenaje a Ana María Martínez, una de las últimas personas asesinadas por la dictadura, cuyo cuerpo fue encontrado en Punta Querandí, Dique Luján. El evento contó con la participación de organizaciones sociales, sindicatos, partidos políticos, funcionarios locales y nacionales, concejales, docentes y vecinos. Se recordaron los ideales y valores de Martínez, militante del Partido Socialista de los Trabajadores, y se descubrió una placa con su nombre. Se destacó el amplio apoyo político tanto de agrupaciones de izquierda como de los partidos con representación institucional, el Frente Renovador y el Frente para la Victoria, con la presencia de sus respectivos jefes de bloques, Rodrigo Molinos y Gustavo Piantino. Se espera que el Concejo Deliberante próximamente declare al lugar de Interés Municipal y como Espacio de la Memoria.

        En un día soleado, y con una importante convocatoria realizada por la Comisión de Familiares de Ana María Martínez, se llevó adelante el homenaje en el mismo lugar en el que el Movimiento en Defensa de la Pacha, desde hace cinco años, resiste el avance de la desarrolladora Eidico y en el que se propone la creación de un espacio público.

        Luego de la presentación de dos grupos de música popular, María del Carmen Metrovich, vecina de Troncos del Talar y cuñada de Ana María – quien ha encabezado la lucha desde la Comisión de Familiares -, abrió el acto diciendo: “En el Día de la Mujer, elegimos este día por la gran lucha que ella tenía en esos tiempos por los Derechos Humanos y sobre todo, por los derechos de las mujeres…”; y remarcó que ese era el sitio en el que el cuerpo fue hallado: “…hay muchos intereses creados, pero éste es el lugar donde apareció el cuerpo de Ana María Martínez. Le guste a quien le guste, este es el lugar”. Por su parte, Carlos Martínez, hermano de Ana María, destacó el recuerdo y la militancia “que ahora quedará plasmada en esta placa por el pensamiento que tenía Ana y que le costó la vida, que es vivir en una sociedad más justa”.

        Una de las compañeras de militancia de Ana María Martínez, se refirió a sus ideales y dijo “militó defendiendo el interés de los trabajadores en la universidad, en la lucha sindical, en las manifestaciones callejeras… la militancia le daba sentido a pesar de todo…” y agregó: “su vida fue arrebatada por un plan sistemático de secuestro y desaparición de personas, un plan ejecutado por la dictadura cívico – militar y eclesiástica para disciplinar al pueblo trabajador y romper las luchas populares. Un plan para que grupos económicos concentrados nacionales y extranjeros conservaran sus privilegios e hicieran sus negocios con mucha tranquilidad”.

        Posteriormente, otros compañeros de Ana María hicieron uso de la palabra y se descubrió la placa realizada por obreros de la empresa Zanón.

Luis Patti estaría implicado en el secuestro y asesinato de Ana María Martínez

        Acompañando el acto, estuvo presente Pablo Llonto, un reconocido abogado en causas por crímenes de la dictadura, que actualmente representa a los familiares de Ana María Martínez. El mismo era militante del Partido Socialista de los Trabajadores en aquellos años y vivió de cerca el caso de Martínez, ante lo cual planteó: “Para nosotros, Ana María en 1982, era una demostración de que el Terrorismo de Estado estaba dispuesto a golpear hasta el último minuto”.

        Con relación al estado de la causa, Llonto destacó que hay una importante cantidad de testimonios que han permitido reconstruir el caso y señaló que eso les ha permitido reafirmar que este fue el lugar en el que fue hallado el cuerpo. “Dentro de unos días van a declarar los vecinos de esta zona, que son los que escucharon los disparos y la salida de un auto el día que se cometió el crimen, a pocas horas o a pocos días del secuestro. Ana María fue secuestrada en Villa de Mayo y traída hasta acá”, detalló.

        Llonto comentó que muchas veces en la investigación, se preguntaron por qué habían traído a Ana María hasta aquí, y hace poco tiempo, de acuerdo al testimonio de una vecina del barrio en el que fue secuestrada, “aparece el nombre de (Luis Abelardo) Patti como uno de los que estaba en el auto en el que luego secuestrarían a Ana María” y añadió: “Este lugar, que es límite del Partido de Escobar, y de la zona de Maschwitz, es donde Patti además fue condenado por varios hechos ocurridos aquí. Comprendimos por qué se había elegido esta zona, porque era una zona que tenía que conocerla alguien que actuara en esta jurisdicción”.

¿Cómo continúa la causa?

        “Tenemos los nombres de algunos de los policías de la Provincia de Buenos Aires que se infiltraron en la huelga bancaria (y en el PST) para luego delatar a los compañeros que militaban en esa época, y de los responsables de inteligencia del Ejército que en ese momento tenían el control de la represión en la Provincia de Buenos Aires y en esta zona norte, que es el Destacamento 201 de Inteligencia de Campo de Mayo. Todo está en la causa, y estamos esperando que la jueza tome las últimas declaraciones, que indague a los responsables y que lo más pronto posible tengamos el juicio oral por el caso de Ana María Martínez”, señaló Llonto.

        Por último, mencionó su emoción ante el clima de tanta unidad alrededor de Martínez, y dijo: “Es lo que queremos en todos los casos, que estemos todos juntos (…)… los milicos y la cana, la prefectura y la gendarmería arrasaron con nuestros compañeros y con nuestras organizaciones y partidos, y para ellos, todos éramos lo mismo: el enemigo marxista, subversivos y terroristas, y nosotros tenemos que unirnos para responder”.

Amplio acompañamiento político y social

        Pocas voces se puede ver en un mismo lugar a representantes de gran parte del arco político-ideológico local, y una causa vinculada a los DD.HH. lo ha logrado. Además de los compañeros de militancia del PST y de otras agrupaciones de izquierda que suelen estar vinculadas a los casos de desaparecidos de Astarsa, se contó con el apoyo de los ediles del Frente Renovador (FR) con la presencia del jefe del bloque, Rodrigo Molinos, del concejal Alejandro Forlong, y de la concejala Verónica Caamaño, hija de un desaparecido de Astarsa, y de Hugo Cerrillo, Delegado municipal de la Localidad de Dique Luján. Por el Frente para la Victoria (FPV), representando la política nacional a favor de los DD.HH. en la búsqueda de justicia, estuvieron los concejales Gustavo Piantino, Federico Ugo y Roxana López, el Secretario General del FPV, Martín Gianella y Carmen Salcedo, Directora de PAMI, Secretaria de DD.HH. del FPV, y familiar de desaparecidos durante la dictadura.

        También estuvieron presentes, María Prince, Coordinadora del área de Programas y actividades del Espacio para la Memoria, la Defensa y Promoción de los DDHH de la Secretaria de DD.HH. de la Nación; Pablo Llonto, periodista y abogado en causas de DD.HH. y miembros de la causa Ford: Carlos Tropatto, Pedro Troiani y Luis María Degiusti, además de representantes de sindicatos de la educación, organizaciones sociales y vecinos.

        Durante el acto se planteó la necesidad de que el Concejo Deliberante, cuando se inicien las sesiones en el mes de abril, apruebe el Proyecto de Resolución presentado por la Comisión de Familiares de Ana María Martínez, el día 3 de febrero del corriente, para que el lugar sea declarado de Interés Municipal y como Espacio de la Memoria. “Desde este lugar que es testigo de su muerte, de culturas originarias y donde revuelan otras historias de luchas populares como la de los obreros de Astarsa, desde este lugar pedimos justicia y que se preserve este lugar como espacio para la memoria”, señaló Julia, compañera de Ana María.

“No darles entidad política es hacerlos desaparecer políticamente”

Carmen Salcedo destacó la cantidad de mujeres desaparecidas de la Zona Norte, y puso el énfasis en no desconocer la pertenencia política de los desaparecidos. “A veces quienes militamos en DD.HH. cometemos el error de no darle entidad política a nuestros desaparecidos, y no darles entidad política es hacerlos desaparecer políticamente. Nuestros compañeros fueron detenidos-desaparecidos porque luchaban por un proyecto de liberación nacional. Todos, los 30 mil compañeros fueron detenidos- desaparecidos porque creían en una patria grande, o no se acuerdan cuando cayó el gobierno de Allende que todos cantábamos. Nosotros, que éramos peronistas y ustedes también, cantábamos “volverá el socialismo a Chile” y llorábamos juntos y abrazados, a pesar de que en una fabrica, a lo mejor, nos puteábamos. Darles entidad en este lugar que es tan simbólico, darle entidad a Ana María Martínez, a una luchadora, que se encontró su cuerpo aquí – justamente haciendo el blanco y negro con el barrio privado -… darles entidad desde su pertenencia política como yo hago con los míos”.