“La vida es una sola y hay que saber vivirla…”

, Sociales

Personajes entrañables de los barrios de Tigre. Nicodemo Abraham o “Nico” como le dicen, nació en Alcaraz Segundo, Entre Ríos y llegó a Tigre en 1949 atraído por las posibilidades laborales que se abrían en el Puerto de Tigre, en pleno crecimiento. A los 12 años empezó a tocar el acordeón, y éste lo llevó a andar de parrandas por aquellos años. A mediados de los 50, se muda con su familia al barrio de la calle Chile y un poco después, junto a uno de sus hijos abre la panadería “Abraham” que ha sido un eje central en la vida cotidiana del barrio. Hoy sigue tocando el acordeón, dice que la música es su gran pasión y que lo mantiene con alegría y vitalidad. Justamente alegría y vitalidad es lo que trasmite “Don Abraham” con sus 90 años recién cumplidos.

 

En el pago de Alcaraz Segundo, “Nico” trabajó desde pequeño con sus padres que tenían 385 hectáreas de “cosecha fina”. Además tenían negocio de venta de comestibles, panadería y carnicería. Nico los ayudaba, y a los doce años empezó a tocar el acordeón y fue así que comenzó a presentarse en los bailes, cumpleaños y otros eventos del pueblo. “Tocaba el bandoneón y un acordeón, pero sobre todo el acordeón”. “Tenemos grabaciones con Los Moreno”, aclaró. Ahora sigue tocando en los casamientos y en los cumpleaños con un compañero de nombre Leo. “Hacemos vals, chamamé, tango…”, explicó.

Nico trabajó durante un año y medio en una empresa de dragas, en Piedras Blancas, provincia de Entre Ríos. “Ahí fue un tío mío y me trajo para acá (Tigre). Yo estaba trabajando muy bien y me dijo que se estaba alargando la dársena del Puerto de Tigre”.

¿En qué año fue eso? – “En el año 1949 vine yo, pero no entré ahí, me dieron trabajo en la arenera de Melino”.

¿Cuánto tiempo trabajó allí? – “Trabajé 36 años, pero cuando me jubilé la arenera era de Peter, me jubilé con Peter, que se quedó con la arenera de Melino”. “Estos son los barcos que yo descargaba”, comenta y despliega sobre la mesa unas fotos blanco y negro que tiene celosamente guardadas en un sobre añejado. “Descargué muchos barcos” agregó con énfasis y señaló la foto de uno de ellos en la que se lo observa parado junto a otros compañeros en el estribor del barco “AYCO”. “Yo soy el más petiso”, mencionó para poder identificarlo.

¿Dónde vivía cuando llegó a Tigre? – “Vivía con mi tío en la arenera, en el Puerto de Tigre, él vivía ahí y en ese entonces hubo una huelga y los dueños no pararon y manejaron los guinches y todo… y en el 49, encontré un muchacho que se dedicaba a la guitarra y yo al acordeón, y salimos a andar por ahí… y a los dos meses me salió el trabajo en la arenera. Yo ya estaba casado, algunos de mis hijos habían nacido allá (Entre Ríos)”.

Luego Nico se muda con su familia a una casa que estaba cerca del nuevo hospital, según indicó – en los alrededores de Sarmiento y Alvear -. “Primero edificamos una piecita y después compramos acá cuando trabajaba en la arenera” (Chile al 1600). “En el año 52, 55 edificamos acá”.

 

El barrio hace más de 60 años…

¿Cómo era el barrio en los años 50? – “Muy lindo, eran todos terrenos baldíos, acá no había nadie. No teníamos portón, entrábamos por acá, nos íbamos para allá… era todo libre. Había unos caminos de tierra, porque el asfalto es nuevo. Nada que ver con lo que es ahora. No teníamos portón, no teníamos nada. Acá ahora tenés que estar encerrado…”, reflexionó.

¿Había servicios, agua corriente…? – No… no había nada, arrancamos de cero. Pedimos el agua corriente, la luz, y lo conseguimos. Yo había edificado una piecita (señaló hacia el fondo de su casa) y ahí solicitamos el agua con un tal Robledo y Ocampo”.

 

La panadería “Abraham”

Cuando Nicodemo se jubila comienza a realizar repartos de pan con su camioneta, actividad que llevará adelante durante unos 28 años.

¿Cómo arranca la panadería? – “Fue mi hijo Olegario, que había estado en la Ford, el que más hizo. Ellos hacían el pan y yo lo repartía, yo hacía de todo menos trabajar en la panadería, porque nunca me gustó. Mi padre tenía panadería y nunca me gustó”.

¿En qué barrios realizaba los repartos? – “En Rincón de Milberg, toda la parte de los Troncos…”.

¿Y cuándo comenzaron con la panadería? – “En los 60…”, dijo, tratando de hacer memoria. “Se hacían 5 bolsas y hubo un tiempo en que se hacían 20 bolsas de harina. Ahora si dejo en los supermercados, 8 o 9 bolsas, tampoco hay que pretender demasiado… es suficiente…”.

¿La panadería ha sido también un lugar de encuentro con los vecinos? – “Sí, con los vecinos nunca hemos tenido problemas con nadie, los chicos venían a jugar acá, en la vereda…”.

“La música es lo que me alienta mejor a mí”

Nicodemo cumplió 90 años el 15 de septiembre, y el día de la primavera lo festejó junto a su extensa familia, sus hijos Félix, Olegario y Herminia (Hortensia falleció), nietos y bisnietos.

¿Cuántos nietos tiene? – “Ya perdí la cuenta, son como 40”.

La música sigue siendo la gran pasión de “Don Abraham”, como lo conocen en el barrio. “La música es lo que me alienta mejor a mí. Me siento bien, me siento joven, como bien, no soy pretencioso con la comida, nada por el estilo, y cuando me siento así… cualquier cosita (cuando se siente mal) yo agarró el acordeón y ya… la música es buena…”.

Don Abraham grabó sus canciones, pero no las publicó. “Las grabaciones son para la familia”, aclaró.

Nico sabe aprovechar la vida, y habiendo perdido a su esposa hace doce años, hoy tiene una compañera con la que comparte salidas y viajes. “A las tardes me voy a ver a Ana…”.

¿Van a pasear? – “Ahora no sale porque está jodida de las piernas y no puede salir pero cuando podía, viajamos por todos lados…”.

¿Adónde fueron? – “A las Cataratas del Iguazú, Misiones, Córdoba, Mina Clavero, Merlo-San Luis, Las Termas de Río Hondo, Tucumán, Catamarca, San Martín de los Andes, Salta , Jujuy… a un montón de lugares”.

“La vida es una sola y hay que saber vivirla, no hay que querer abarcar todo, nacimos desnudos y desnudos nos vamos, ¿cierto?”, concluyó Don Abraham antes de despedirnos.

Deja una respuesta