El importante legado del Astillero Baader

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Historia del Partido de Tigre – Parte LXVI

Juan Baader llega a la Argentina en 1930 con un contrato para trabajar en los Astilleros Ortholán y cuando éste fallece instala su propio astillero en Tigre que llegará a ser uno de los más importantes de la primera mitad del s. XX. Creador de un diseño especial de embarcaciones pensadas para navegar en el río y de cruceros con un estilo único, Baader dejará un destacado testimonio no sólo como diseñador náutico sino también como inventor y como divulgador científico, escribiendo artículos y libros técnicos.

Recién llegado a nuestro país, Juan Baader contaba en su libro diario:[1] “… el día 6 de Diciembre de 1930 llegué al país como pasajero de tercera clase a bordo del barco Capitán Arcona. Mis ahorros en Alemania habían alcanzado justo para afrontar los gastos del viaje. Ya estaba contratado por Ortholán desde Alemania, a raíz de una carta mía ofreciéndome, sin saber que se trataba de un astillero importante”[2].

Más tarde, el 15 de febrero de 1931, Baader fue nombrado Jefe de los Talleres Ortholán, y tres años después llegó a ser el Director del Astillero Ortholán, con una remuneración del 10% sobre las utilidades.

En 1935, Juan Ortholán fallece y en su diario personal, Baader lo relata así: “vi que el astillero no ofrecía ya porvenir y presenté mi primera renuncia en septiembre de 1935, pero continué luego hasta el 23 de junio de 1936, día en que me retiré definitivamente”. A partir de ese momento, Baader comienza a analizar seriamente la posibilidad de instalar su propio astillero en Tigre.

Pero a fin de poder elegir con tranquilidad, abrí primero una oficina técnica, funcionando desde el 1 de julio de 1936 hasta la apertura del astillero. Esta siempre estuvo ocupada y muy bien pagada. Mi búsqueda de terreno ha sido muy intensa, hasta que el Sr. Doublet de Europa, ofreció la venta del terreno que ocupo actualmente, y el Dr. Marino, en una conversación de casualidad, se ofreció a comprarlo a efectos de establecer allí el astillero. El día 23 de noviembre 1936 se efectuó la venta del terreno pero ya dos días antes, el 19 de noviembre, había comprado sierra cepilladora y barrenadora”. El terreno estaba ubicado cerca del Tigre Sailing Club, sobre el Río Luján, y tenía además una casa grande, otra pequeña, un tinglado de 9×15 y un varadero.

En 1937 quedó inaugurado el Astillero Baader y así lo dejaba reflejado en una publicación de la Revista Neptunia: “Equipado con maquinarias modernas y contando con personal obrero especializado, mi astillero está en inmejorables condiciones para ofrecer las más amplias garantías del perfecto resultado de cada construcción, fundadas en mis conocimientos profesionales con una actuación de seis años en el país y tres años en los mejores astilleros de Alemania”.

Un año después, el 23 de marzo de 1938, Baader ya había pagado el terreno y así lo manifestaba: “El mejor lugar de la República Argentina – con especiales perspectivas en el futuro – es ahora mío y el pequeño Juan Bernardo tendrá así un porvenir lindo y feliz”.

Los encargos comenzaron a aflorar y el primer contrato que se firmó el 11 de febrero de 1937 fue para la construcción del Limay, un crucero de 18 metros de eslora y 4 metros de manga con imponentes líneas trabajadas en madera, por encargo del yachtman Ricardo Muñoz. Continúa el próximo mes.

 

Fuentes:

– Di Fiore Jorge, “Historia de la Motonáutica Argentina”, Buenos Aires, 2007.

– “Neptunia”, Órgano informativo de Sports Náuticos, Año VII (1926), Buenos Aires.

– Publicación de CACEL, Cámara Argentina de Constructores de Embarcaciones- www.cacel.com.ar

 

[1] Juan Baader fue un prolífico escritor y durante años llevó adelante un minucioso diario en el que dejó constancia del surgimiento, crecimiento y desarrollo de su astillero.

2 Di Fiore Jorge, “Historia de la Motonáutica Argentina”, Buenos Aires, 2007. Pág. 69.




 

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