El nuevo presidente del Club Juventud, Julio Nocioni

Es socio desde los 14 años y llega con muchas ganas de trabajar. Junto a todos los miembros de la comisión, acordó ir paso a paso.

Ser el presidente de un club de barrio no es tarea fácil, pero si se cuenta con el respaldo de un dirigente como Martín Fabián, entonces la tarea puede alivianarse. Así lo siente Julio Nocioni, el nuevo presidente de la comisión directiva del Club Juventud, de Rincón: “Queremos agradecerle a Martín lo que dijo de nuestra comisión. Sabemos que tenemos su respaldo, él es un hombre de bien, estuvo toda la vida en el club, es muy responsable, muy honesto, con una gran experiencia, por eso lo llamamos y le preguntamos porque no queremos hacer las cosas mal”.

Julio empezó a frecuentar el club cuando tenía 14 años, “antes, el club era nuestra segunda casa, íbamos al colegio, hacíamos la tarea y después al club. Nuestros padres estaban tranquilos porque sabían que estábamos ahí”. Esa costumbre se instaló de tal manera en su vida que ahora puede decir: “Con un grupo de amigos jugamos al fútbol todos los viernes desde hace 26 años. Después de jugar nos sentamos en una mesa a tomar algo”. Y si bien desde hace un tiempo venía colaborando con la vida interna de la institución, reconoció que nunca se había involucrado porque era joven, “porque no creía que fuese el momento. Pero ahora creo que llegó el momento y estamos preparados para que los viernes, cuando estamos en la mesa, nos vengan a decir ‘se cortó la luz, no hay agua’. Ya sabemos que eso puede pasar y estamos preparados”.

A pesar de su juventud, Julio demostró tener aplomo: “En el club hay muchas cosas para hacer, pero no hay que enloquecerse y querer hacer todo junto porque así no se hace nada. Lo importante es que entramos con muchas ganas”. Entre las tareas que los esperan se encuentran arreglos edilicios: “Vestuarios, cancha de fútbol, salones, frente del club, el salón de arriba que sería muy bueno terminarlo”. De inmediato se le preguntó por las prioridades: “Todavía no nos planteamos nada. El sueño sería terminar el salón, pero no es una prioridad, es un objetivo”.

Obviamente para todo hace falta dinero, pero “este es un club de barrio, hay muy pocos asociados y muchos vitalicios. La mayor entrada es del alquiler de salones de fiestas y cancha de fútbol, por eso queremos tenerla en condiciones. Hay un espacio que se usa como estacionamiento los días de fiesta, nos gustaría recuperarlo como cancha de fútbol de cemento y tenemos que buscarle la vuelta para que se siga usando como estacionamiento cuando hay fiestas”.

En los últimos tiempos “el club levantó porque se licitó el bufet, lo que hizo que venga más gente. Pero sabemos que tenemos que darles algo más a los socios, por eso estamos abiertos para escuchar propuestas”.

Si bien todavía no se han abocado a un tema concreto, Julio confesó que le gustaría que “dentro de unos años, el club esté un poco mejor porque eso quiere decir que uno hizo bien las cosas. Quiero pintar todo el club con sus colores y con el escudo. También que esté más cuidado, porque a veces se hace, pero no se cuida”.

Un aspecto que destacó de la comisión actual es que “la integran dos mujeres y sería bueno que se arme una comisión de damas”.

Por último, Julio quiso recordar especialmente a los socios fundadores, “de los cuales hay 3 vivos. Ellos merecen un reconocimiento porque si nosotros estamos acá es por ellos. También quiero agradecer el apoyo de mi familia porque saben que esto es lo que yo quiero; a mis amigos y a la comisión saliente. Que me hayan elegido es una linda experiencia y una gran responsabilidad”.